domingo, 26 de septiembre de 2010

La opción entre partir o morir

La vida es un bien supremo. Todos los valores se resignan ante la posibilidad de perderla. El individuo, como pago por pertenecer a una sociedad, cedió el derecho de la defensa propia a las instituciones asignadas para protegerlo. Y este acuerdo ha funcionado aceptablemente durante el tiempo suficiente para hacerle creer que ejercer la justicia por mano propia es un delito. Pero, ¿qué pasa con este acuerdo si las instituciones de seguridad son ineficientes? El día a día evidencia que esta ineficiencia tiene un costo superlativo: el reguero de muerte de los ciudadanos.

Nadie quiere morir o ver muertos a sus familiares por los delincuentes. Si esto ocurre, la ira se apodera de los sobrevivientes y las palabras y promesas no los aplacan. Piden al menos el remiendo de un acto de justicia, que mientras su familiar va a la tumba los asesinos sean marginados en las cárceles. Si esto no ocurre, el temor por la propia muerte toma las riendas de sus decisiones. Partir o morir es una de las opciones. Dejar el país hostil y probar el acíbar del destierro. Empezar de nuevo y como extranjero. Dejar los dolores y las amenazas y avanzar arrastrando añoranzas sobre un suelo nuevo. Nada es fácil fuera de la casa que construimos y nos ha construido, pero si ése es el precio por seguir vivos, se lo paga de varias maneras.

Algunos, los menos, se adaptan y lograr rearmar su vida; otros, a fuerza de masticar dolor, terminan resignándose; otros, doblegados por la nostalgia, regresan y afrontan de nuevo el riesgo por la supervivencia.

¿Los argentinos merecemos transitar esos avatares? Sí, somos responsables. El país no está manejado por entelequias, sino por individuos como nosotros a los cuales hemos elegido. Y debemos afrontar el costo de nuestra liviandad de criterio al elegirlos, de nuestra extrema pasividad al tolerar sus errores, de ver el río de sangre cotidiano y no hacer nada. Los cobardes están condenados a estas incertidumbres.

El autor es psiquiatra, especialista en psicopatías
Hugo Marietan.

jueves, 23 de septiembre de 2010

MENSAJES ENTRE UN KIRCHNERISTA Y UN PERONISTA.

Por este relato/cuento de una historia con una mina, el fantoche de Leuco dice que lo amenazan de muerte



"Hank escribe, en la fiesta de los Negros de Mierda, que hay algo más bajo que ser Alfredo Leuco, y es trabajar para Alfredo Leuco. Me hace reír, obvio. Hasta que supe, y esto es imperdonable, que Agustina, que está en el rincón, hablando con un gil, sí, que trabaja con Leuco. Ese, un gil. Voy a juntar gente, irme a la puerta de canal 26, hacerle un escrache. Si me la enamorás a Agustina, ay, dios Voy a matar a todos. No va a quedar ninguno vivo. Este post servirá de prueba. Voy a entrar con una metralleta a ese programa. Voy a matar a todos. Agustina, por dios, sos la mina más linda del mundo, no podés, ok, te entiendo que no me des bola, por eso, porque sos la más linda del mundo, en ésa te banco, ahora bien, convengamos; con ese gil no. No y no. Necesito ayuda. Solidaridad. Ay, Agustina, querida. Si lo ven en la calle, es ese nabo que señala una pantalla gigante, y Leuco lo mira desconcertado, debe ser el hijo del gerente del canal, no sé, no importa, pero Agustinita, dejate de joder. Por dios. Voya matarlos a todos, lo juro. "



RESPUESTA.


Los Argentinos sabemos lo que no queremos, el gobierno kirchnerista, me ha enseñado que con la estupidez no vamos a ningún lado.

Crecimos, no alabamos; sabemos que no somos fanáticos, los del otro lado, tenemos cerebro; nos ponemos en el lugar del otro.

Los k, son unos pocos complementarios serviles a su gobierno; hemos retrocedido 40 años.

Estoy seguro y con esperanzas, que volveremos a empezar.

VIVA LA PATRIA.

VIVA PERON!!!


CONTRARESPUESTA.


Estoy de acuerdo. Por eso justamente en las ultimas elecciones en Cordoba, Santa Fe y Chaco y Santiago, ganamos con el 60% de los votos. Los otros vendidos a clarin y a la oligarquia nativa y cipaya de los intereses del facismo siguen en la realidad virtual

José Luis senlle
www.jsenlle.blogspot.com



sábado, 18 de septiembre de 2010

ERROR INVOLUNTARIO

Dias pasados, publiqué una nota titulada " El mal llamado Sindrome de Hubris", levantado del diario Totalnews, sin constar el autor y publico la nota con el nombre de totalnews de donde la levanté; por un error involuntario en el diario politica y desarrollo, www.politicaydesarrollo.com.ar, dicho artículo aparece como de mi autoria, que no lo es.
Pido disculpas al excelente autor de dicho artículo.
Atte.
José Luis Senlle.

jueves, 2 de septiembre de 2010

JOSÉ LUIS SENLLE: Carta por la Dignidad

JOSÉ LUIS SENLLE: Carta por la Dignidad

Carta por la Dignidad

Esta carta es para vos hermano que te levantas a las 3,30 de la madrugada en una camita de una pieza o en una camilla que estaba sin paciente
con la voz del enfermero o enfermera que te dice -DOC HAY PACIENTES.-

Esta carta es para vos que cuando terminas ese turno SALADO, de " buena espalda", donde dormiste a 7 gotas por minuto y despues de hacer la entregar te das cuenta que tenés que volver en bus a casa, o peor ir a otro sitio de trabajo.
Es para vos que tenés que comprarte una pizza frente al hospital, porque la comida que te dan en el hospital es peor que la que comen los enfermos.
También es para vos que si vivís de las guardias sabes que cuando te tomas unos días de vacaciones a la vuelta tenés que trabajar el doble porque no te alcanza la plata y terminas el doble de fundido.
Sobretodo esta carta es para vos que sabes muy bien que si no te gusta lo que te pagan por el turno te dicen :SI NO TE GUSTA TE VAS TOTAL SEGURO ENCUENTRO UN MÉDICO MAS BARATO!!! Y ni te cuento cuando se te llenas los ojos de lágrimas si tu hijo te dice: PAPA NO TE PODES QUEDAR?
Y le tenés que decir: -NO HIJO TENGO GUARDIA (te sentís un guacho)

Cuantas cosas dejamos atrás en nuestra profesión. Cuanto nos perdemos de vivir en esta carrera que elegimos. En un país donde te conviene ser enfermero porque tenés mas solvencia económica o Visitador médico si querés cambiar todos los años el auto (y digo esto sin bronca a estas personas, ni siquiera al país.)

Digo esto porque estoy cansado de ser explotado nada mas y nada menos que por médicos que estudiaron la misma carrera que yo, que vivieron igual que yo en una pensión y que muchas veces comieron un café con leche con picadillo y que ahora se pasean en lujosos autos encima cuando
pasan enfrente tuyo cuando estas en la parada te saludan complacientemente.

Lo peor es que también te explotan los empresarios que no tienen idea de la medicina y te hacen subir en una ambulancia de emergencias que no tiene ni lo básico para hacer un traslado donde te jugás el titulo... encima lo haces, mas por necesidad.
Digo esto sobretodo porque no tienen la culpa los políticos , no tienen la culpa los médicos explotadores ni los empresarios .Tampoco tienen la culpa los enfermeros que nos despiertan a la madrugada.

LA CULPA ES DE NOSOTROS LOS MEDICOS, por no subirnos los pantalones.

Nosotros que nos comemos doblada las guardias eternas de mucho trabajo y poca plata.
Nosotros que nos tenemos que bancar que una enfermera o un administrativo tenga mas poder de decisión que nosotros.
Nosotros que si tenemos un juicio de mala praxis (DIOS NOS LIBRE) nos la tenemos que bancar solitos.
Nosotros somos los culpables por no estar unidos por no juntarnos y tratar de unificar nuestra frustración y cambiar esto

Mucha de la gente que lee esto seguramente se sentirá identificada y muchos no pero son los pocos. También se que muchos de nosotros se dieron cuenta de esto hace rato pero tenemos miedo. Miedo a quedarnos sin trabajo, un miedo enfermo que no hace mas que agravar esta situación que hace que cuando queramos organizar reuniones para cambiar esta situación tengamos que cuidarnos de algunos pocos médicos que nos mandan al frente porque piensan que están salvados . Tal vez después de leer esto pienses que tengo mucha bronca (que si la tengo) pero es superada y por mucho por la indignación .Porque me levante hoy a la madrugada en esa cama de una plaza sin que melevante el enfermero con ganas de hacer algo por lo menos CREAR CONCIENCIA.

Por eso si llega esto a tu correo mándaselo a todos los médicos que conozcas. Que si lo mandas no vas a tener 10 años de buena suerte ni te van a aumentar el valor de las guardias, y sobre todo no van a dejar de levantarte los enfermeros a las 3.30 de la madrugada. Pero si te vas a sentir mejor sabiendo que no sos el único médico que se siente así. Lo escribe un médico como vos que se cansó de ser explotado.
Un médico como vos que se canso de no hacer nada para cambiar esta situación.
Un médico como vos que no le encuentra otra solución que unirnos.
Unirnos para tener poder: Tener poder para cambiar los aranceles, Tener poder para pedir valores de guardias mas dignos, Tener poder para planificar vacaciones, Tener poder para planificar jubilaciones dignas y no tener que hacer guardias hasta los 60 años, Tener poder para que los abogados nos dejen trabajar tranquilos y no hacer la medicina del terror (terror a los juicios). No le encuentro otra solución

Así que si lo encontrás en tu correo por favor mandalo. SI CREAMOS UNA CONCIENCIA COMÚN ESTO PUEDE CAMBIAR, TENGO FE EN ESO.
VOLVAMOS A PRACTICAR LA MEDICINA CON PLACER NO CON MIEDO NI BRONCA, QUE NOS LLENE ESPIRITUALMENTE QUE NOS GRATIFIQUE , QUE NO NOS TORTURE. Y SOBRE TODO, QUE SEAMOS DIGNOS QUE LEVANTEMOS LA CABEZA Y PODAMOS VIVIR UNA VIDA, NO SOBREVIVIR A UNA GUARDIA.

TE LO MANDA UN MÉDICO COMO VOS.

Gustavo Serrano.
www.jsenlle.blogspot.com

domingo, 15 de agosto de 2010

LA CAUSA DE LA DUDA EXISTENCIAL: ¿PUEDE KIRCHNER GANAR? Por Gabriela Pousa

A ver si nos entendemos. No están Winston Churchill, ni Charles De Gaulle, ni Vaclav Havel esperando ser votados el año que viene. Parte de la sociedad argentina se pregunta por qué, la orfandad en materia política se esparce día tras día. La respuesta es simple: no somos ingleses honrando su monarquía, ni franceses involucrados, ni checos dispuestos a conseguir la libertad sin claudicar. Y a esta altura de las circunstancias sostener que la dirigencia es un espejo del pueblo resulta una obviedad.

De ese modo, lo que vemos en la góndola pre-electoral no difiere en demasía de aquello que somos en general. Las generalizaciones son siempre injustas, pero la realidad nos enfrenta a una idiosincrasia muy peculiar donde la razón se ausenta, las pasiones se acrecientan y los fanatismos ciegan.

No logramos ver matices: todo o nada; en ese contexto las diferencias se apagan. A un año de las elecciones internas abiertas y obligatorias, no llega a un 50% el porcentaje de argentinos concientes de ello. Nos movemos en microclimas creyendo que las baldosas que pisamos son las que el resto también pisa. Pero de los asfaltos de ciertos barrios, a los lodazales de otros tantos, las distancias son infranqueables e impiden que sepamos qué piensan y sienten del otro lado. Tampoco nos interesa demasiado.

En ese trance surge la preocupación: ¿Puede Kirchner ganar la próxima elección? Hay cierta noción de quiénes no van a votarlo, pero intriga que harán aquellos que caminan por el barro. El temor a la continuidad crece al advertir como aumentan los bolsones de pobreza que requieren del clientelismo para la subsistencia. Pero es injusto negarle dignidad a los que viven esa realidad.

Recordemos lo sucedido en Misiones cuando Carlos Rovira, y todo el elenco del gobierno nacional, repartieron desde electrodomésticos hasta créditos con total impunidad. La gente los recibió porque la carencia tiene razones que la satisfacción desconoce. Luego la taba se dio vuelta. ¿Espontáneo "darse cuenta"? No. Hubo quienes hicieron trabajo de hormiga, explicando por qué las dádivas son justamente las que los condenan a la pobreza perpetua. En definitiva, aplicaron la antigua fórmula "educar al soberano", ¿o no es acaso esa la tarea básica de un proselitismo de veras?

Ahora bien, ¿están los actuales aspirantes al Sillón de Rivadavia haciendo ese trabajo o están peleándose por el cargo? La percepción de que esto último sucede, acarrea la duda de la permanencia de los Kirchner en la Presidencia. "¿Si los demás no ofrecen respuestas, no es mejor quedarse con lo que hay?". Léase "más vale malo conocido que bueno por conocer", refrán popular que corre riesgo de prosperar. La duda se instala y es malsana.

Por otra parte, hay también quienes prefieren desentenderse del tema, y seguir cobijados bajo un Estado benefactor que en realidad los va asfixiando. ¿Cuántas veces se escucha decir: "son todos iguales"? Esa premisa es funcional a los Kirchner que aprovechan la apatía, el descrédito y el conformismo para ganar la calle. No requieren propuestas siquiera porque tampoco hay con quién confrontarlas en la otra vereda.

¿Cuál es el proyecto de país de Ricardo Alfonsín? ¿Cuál el de Julio Cobos? ¿Y el de Reutemann? No tenemos ni idea. La elección, en consecuencia, se torna un acto casi reflejo que lleva a ensobrar la boleta del que parezca menos malo. Claro que la opción de salir de lo perverso y abyecto es siempre un estímulo, y en él radica la esperanza de la renovación en algún sentido. Es triste reconocer que ya sabemos como vivir con una administración inepta, pero no logramos adaptarnos a la maledicencia y la amenaza perpetua.

Siempre sostuve que es muy fácil hacer evaluaciones políticas desde un escritorio, a metros de una heladera llena o como suele suceder la mayoría de las veces, en comidas donde el cubierto cuesta igual o más que lo que reciben algunos compatriotas en carácter de la mentada "asignación universal por hijo"...

En esos hábitat se riega con buen tinto el desánimo que produce no sentirse identificado con ninguno de los actores políticos. Sin embargo, es también allí donde es factible hallar más semejanzas que diferencias con los candidatos que se barajan como si una elección fuese un mero juego de cartas.

Los sectores humildes están preocupados por asuntos más terrenales: ¿qué comen los chicos esta noche?¿Y mañana? El mañana ya ni cuenta. Encima, los acontecimientos se suceden con un ritmo tan vertiginoso que el hastío termina ganando.

Si en 24 ó 48 horas aquellos que eran aliados aparecen como adversarios, si quienes se unieron prometiendo consensos, no son capaces de aportar una idea para frenar alguno de los problemas que acechan, es lógico que la decepción conduzca únicamente a la queja de sobremesa o a la más eximia apatía.

En este contexto, es dable admitir que el kirchnerismo ha demostrado más coherencia que el resto. Este fue, desde el vamos, verticalista, improvisado, dependiente del ánimo con que amanece el jefe, de los arreglos o desarreglos de alcoba y del cumplimiento de órdenes de sus soldados.

Asombrarse del patoterismo del Secretario de Comercio, Guillermo Moreno calzándose los guantes de boxeo, en una puesta en escena circense es ingenuo. Viene sucediendo desde que se instalaron los Kirchner en el gobierno. Corrobórelo leyendo la nota escrita tiempo atrás al respecto. http://perspectivaspoliticas.writingjewels.com/?s=Apolog%C3%ADa+de+Guillermo+Moreno . Nada ha variado.

Detenerse en este último suceso es seguirle el juego, porque terminamos distrayéndonos con un peón que no hizo más que obedecer al patrón. Centremos el foco del problema en la raíz para que no se expanda, porque nada se gana podando solamente una rama.

La angustia que provocan los desentendimientos de la "oposición" es comprensible frente a la necesidad de cambiar aspectos macabros de la cotidianeidad: la prepotencia, la inseguridad, la suba de precios... Si a todo ello no le pone fin el gobierno, es menester hallar quién pueda hacerlo. El silencio y las peleas internas no cooperan a la respuesta.

Hablan, por ejemplo, de instalar cámaras que filmen las entradas de los bancos, y ya hay un sinfín de edificios y entidades con esos dispositivos funcionando. ¿Desalentaron la deliencuencia? A juzgar por lo que se vive a diario, no ofrecen grandes resultados. Sólo parecen servir como "souvenir" para que los familiares conserven la imagen de los últimos instantes de vida del pariente que perdieron. Parece humor negro más que solución al tema.

¿De qué sirve que se identifique luego al asesino? Lo importante es impedir que el crimen se realice en lugar de convertirlo después en un "reality show" mostrándolo por televisión, y ofreciendo recompensas para hallar a los prófugos que, paradójicamente o no, siempre son reincidentes.

Pero en ese aspecto el freno lo pone aquello definido como "políticamente correcto", y no lo es, al parecer, pedir documento o antecedentes de alguien que ha hecho del merodeo su "profesión", por ejemplo. Hay que respetarle los derechos...

En definitiva, los argentinos estamos expuestos, sin anestesia, a vernos como somos en quienes se supone nos representan o pretenden hacerlo en corto tiempo: individualistas, egocéntricos, narcisistas, con un exceso de relativismo ético, y dispuestos a ocuparnos como si fuéramos dioses de aquello para lo que no estamos capacitados o directamente desconocemos.

¿Cuánto falta para que la "justicia por mano propia" se instale como "solución" a la violencia? La paciencia ciudadana es inmensa pero tiene techo. Si logramos admitir esto, sería más sencillo darnos cuenta y entender por qué, en la obra que se representa en el escenario político, más que como espectadores estamos como huérfanos.

Si todos quieren ser primera figura y no hay quién acepte ser elenco, el aplauso no premia ni manifiesta mayor o menor predilección. En esa uniformidad pierde sentido hasta plantear una elección. Podemos decir que se trata de ir en busca de algo menos peor. O todo da lo mismo, incluso estar muertos o estar vivos...

sábado, 14 de agosto de 2010

A propósito de la Guardia de 24 horas

Hoy día circula una notificación informativa en el departamento de urgencia, firmado por las autoridades de la Subsecretaría de Atención Integrada de Salud. Esta nota recuerda el Decreto 5919/83 Reglamentación de las Guardias Hospitalarias. Recalca la duración de la tarea de guardia de 8 a 8 horas con pase y relevo médico a médico. Advierte que quien incumpla esta norma incurrirá en grave falta, cabiendo la sanción de cesantía automática al cargo.

La primera sensación que genera este recordatorio es cargar las culpas contra los profesionales de la salud y pensar en la responsabilidad que implica trabajar en esta área.

La deducción que surge de inmediato ante la exigencia de esta norma bajo semejante sanción ante el incumplimiento es pensar que todo el sistema debe estar funcionando a la perfección, ya que recién cuando uno tiene todo solucionado empieza a ejercer el control y auditoria del sistema.

En este punto es necesario hacer un análisis de situación.

Remontándonos al origen de los centros de salud en la ciudad de Buenos Aires, encontramos una replica del sistema de Asistencia Pública de Paris en los albores del siglo veinte. El nombre continúa siendo el mismo en la capital francesa. La asistencia pública fue lo que dio origen en 1960 a las guardias hospitalarias de 24 horas y al sistema hoy llamado SAME, previa creación del CIPEC que estuvo vigente de 1963 a 1991. En nuestra ciudad si bien cambiaron la denominación y estructura organizativa no se actualizó el concepto de urgencias-emergencias que fue mutando con el tiempo y con el cambio de situación sociocultural.

La patología de urgencia que era predominantemente quirúrgica en su momento, hoy viró drásticamente a la patología clínica y en un porcentaje menor al trauma. Esto debido al avance de terapias farmacológicas, sistema de atención primaria, campañas de promoción y prevención de la salud y otros factores.

La emergencia la entiendo como una sola etapa desde su inicio hasta su conclusión cualquiera sea su éxito. No es una fragmentación por episodios (pre-hospitalario - traslado - estabilización - diagnóstico - complejidad según patología - derivación). Esta visión de la misma reduce la sobrevida de los pacientes, complica los cuadros existentes, genera más patología en la etapa de convalecencia y reinserción. Contrariamente una visión de la emergencia única produciría todos los efectos contrarios a los enumerados con el consiguiente beneficio para el paciente y el sistema.

El aumento creciente de demanda de la población que se atiende en nuestros centros públicos a enumerar es: ciudadanía sin cobertura, población con seguridad social que confía más en los profesionales de los hospitales de la ciudad, la gran cantidad de pacientes que concurren desde el primer y segundo cordón del conurbano bonaerense (más del 50% del continente de pacientes), gente que llega desde provincias vecinas y lejanas, extranjeros residentes en el país, contingentes de pacientes internacionales que aterrizan literalmente en la sala de espera de guardia para recibir la atención que nunca recibieron en su tierra y por último, la afluencia pacientes de distinta complejidad por medio de sistemas de emergencia pre-hospitalaria privados y de seguridad social que recalan en las guardias debido a la falta de camas en el sub-sector no público.

Por otro lado el concepto 'El hospital está de guardia' se invirtió y cambió por: 'La Guardia está de hospital'. Siendo esta afirmación tan verídica que es el departamento de urgencias quien sostiene la atención hospitalaria. Las causas son la escasa resolución de los consultorios externos en sus distintas especialidades, la corta extensión horaria de los mismos y la falta de servicios complementarios que acompañen. Hay que agregar la falta de conocimiento por parte de la población de los servicios prestados por los más de 40 Centros de Salud o CESACs alternativos.

Otro capítulo a revisar es el de los recursos humanos. La mayoría de los planteles de urgencia está cubierto por médicos que están excedidos de los diez años de servicio con la opción para pasar a planta. Esta solución que nunca llega, tampoco es lo suficientemente tentadora, debido que un pase a planta significaría una merma importante en el monto del recibo por la quita de servicios especiales como si los años transcurridos y el burn out no hubieran hecho mella hasta ese momento, se borraran automáticamente y se renovaran las vidas como en un juego de playstation sólo con el cambio de ámbito laboral.

El recambio generacional se ve entorpecido por los magros salarios que reciben los médicos, por la cantidad exagerada de trabajo a realizar y por el poco estímulo que presenta la guardia como medio de vida y como progreso profesional. Además los tiempos administrativos de los nombramientos continúan siendo largos y lentos. Esto provoca que el nuevo aspirante percibia su paga mediante artilugios que siempre lo sitúan en situación de desventaja y dependencia.

El sistema de gestión administrativo de las guardias también está desfasado de la realidad. La norma que pone tope de cinco guardias mensuales extra por médico, lejos de ordenar y clarificar el sistema entorpece de tal modo que de cumplirse estrictamente, la mayoría de los planteles diarios de guardia quedarían desvastados. El nuevo sistema de facturación de la mano de una exagerada retención de ganancias impide saber exactamente qué se cobra y de que forma. Como resultado el poder percibir un estipendio adecuado por las guardias realizadas es una odisea, lo que deteriora aún más el recurso humano y en un círculo vicioso genera su falta de relevo.

La capacitación es otro item a abordar. La ley 2127/06 de gestión de emergencias pre-hospitalaria sancionada por la legislatura (ley aún sin reglamentación) estipula la obligación de tener específicamente ciertas especialidades para ejercer tareas de emergentología.

La infraestructura de algunos consultorios lejos están de ser los ideales para desarrollar tareas de alta complejidad intelectual, técnica y emocional. La inseguridad permanente para el personal que se expone ante situaciones de agresión y violencia, raciones de comida que rayan la insalubridad y magras de calorías necesarias para trabajar durante las 24 horas; y áreas inadecuados para poder permanecer entre los distintas tareas que se suman minuto a minuto atendiendo pacientes en la guardia externa o los auxilios del SAME simultáneamente ponen evidentemente en crisis la reglamentación de las guardias.

El año pasado el sistema se vio largamente sobrecargado por la pandemia de la gripe A, y si bien la gestión estratégica brindada por el grupo de expertos sirvió para pilotear la crisis, el principal esfuerzo estuvo puesto en el esfuerzo desmedido de los planteles de guardia para poder sostener, sin ningún tipo de soporte operativo adicional, las hordas de pacientes que acudían a los consultorios.

A propósito de la regionalización - exitosa propuesta que tuvo esta gestión de gobierno - que está a cargo de quienes firmaron la nota que da origen a este artículo, y que ayuda a la organización de los recursos y flujo de pacientes en la ciudad, debe dar el paso de la fase empírica a la pragmática. Este desacople entre lo conceptual y lo práctico hace que muchas veces los esfuerzos por derivar y diagnosticar pacientes requiera y dependa de la capacidad, velocidad y sagacidad individual de los médicos de la guardia y de la presión que se ejerza sobre la coordinación del sistema.

Para ir cerrando me invade ahora una culpa grande por haber cargado sobre los profesionales de la salud el supuesto incumplimiento de las 24 horas ininterrumpidas de guardia.

Brego entonces por que todos los médicos cumplan con sus 24 horas de guardia en salas equipadas para manejar la alta complejidad y con todos los recursos a mano, con equipos de profesionales de la salud completos trabajando en forma multidisciplinaria, con capacitación y entrenamiento continuo, con sistemas de derivación rápidos y efectivos, con controles que evalúen el trauma psicológico de cada uno de los integrantes de los equipos de salud y con el consecuente cuidado de los mismos sumado a una remuneración digna que no obligue a tener varios trabajos más. Que todos aquellos que suban a una ambulancia tengan el conocimiento adecuado, las herramientas necesarias y la práctica suficiente para no salir lesionados en el intento.

Entonces tal vez podamos blanquear la realidad y decir que ya no es necesario tener que realizar 24 horas de guardia. Que podemos reorganizar el sistema con los mismos recursos humanos. Que esta carga horaria está dejada de lado por los países de quién importamos conocimiento y tecnología. Que con los planteles actuales y un mejor sistema de redes funcionando podemos tranquilamente realizar 12 horas de guardia semanal, sin mayores aumentos presupuestarios ni caída en los ingresos y trabajar con mejores resultados y con un impacto positivo sobre la salud de la población y de los recursos humanos de salud.

Martín Galmarini
www.jsenlle.blogspot.com