domingo, 24 de octubre de 2010

EL MUERTO QUE SUPIMOS CONSEGUIR… Por Gabriela Pousa

“La violencia es el último refugio del incompetente” Isaac Asimov

¿Cómo analizar un país donde en plena Avenida 9 de Julio se aglomeran camiones a la espera de que la sociedad colabore llevando algún alimento no perecedero para ayudar a la población formoseña -jaqueada por un temporal-, y simultáneamente en la cancha donde se disputa Boca vs Independiente se desata una lluvia de panes como si el hambre fuese una utopía más…?

Es menester comprender que estos pequeños detalles hacen a las grandes diferencias entre un país civilizado y uno sumido en la barbarie. La muerte del militante del Partido Obrero queda deslucida frente a la ignominia que implican estos hechos vividos día tras día. Homicidios, violaciones y hasta trampas legisladas marcan el ritmo de la política vernácula.

Pretender que la Presidente de la Nación se hiciese presente en el lugar donde las inclemencias climáticas hicieron mella es de una ingenuidad supina aunque Formosa pertenezca a la Argentina del mismo modo como El Calafate forma parte de esta geografía.

Para la Jefe de Estado fue suficiente con la fotografía donde la muestran con los pies embarrados, prometiendo soluciones (incumplidas) para quienes sufrieron el alud en Tartagal tiempo atrás. Volver a vivir tamaña epopeya puede que sea progresista pero no es, sin duda, una actitud kichnerista.

Además, ¿cuántos votos pueden cosecharse en esa provincia, y cuántas de las víctimas creerían a esta altura en las promesas que le haría Cristina? Esto explica mejor que cualquier teoría el por qué surgió, repentina, esa suerte de “envidia” hacia el mandatario chileno Sebastián Piñeira, parado inmóvil junto a la mina.

Hay gestos que son necesarios no sólo en política. Sin embargo, de este lado de la cordillera falta tanto humanidad como estrategia, lógica, y si se quiere también hasta demagogia efectiva. Apenas hay espacio para el Twitter donde se evidencia el desdén y la vulgaridad. El “progresismo” presidencial no puede cambiar la comodidad de la residencia presidencial y el hecho de apretar 140 caracteres para esbozar alguna barbaridad, con la molestia de observar que los pobres, míseros y abatidos son una realidad.

En décimas de segundo, el escenario nacional pasa de la amenaza latente al hecho fáctico de la muerte por una premisa que es redundante repetir acá: la violencia es faz intrínseca de la concepción política kirchnerista. Tanto va el cántaro a la fuente…

Véase que ante lo sucedido tras la contienda gremial, no hubo siquiera sorpresa en la ciudadanía. Apenas un “deja vu” y esa fatídica sentencia que nadie quiere escuchar pero resuena con más fuerza: antes o después, era previsible que la sangre corriera.

Las palabras se encarnan en las crónicas del día. No hay premonición ni sexto sentido, apenas la lógica de los acontecimientos y su devenir natural frente a la inacción y a la confusión oportunista de los conceptos. No se trata de represión sino de prevención, vocablo que la dirigencia ha borrado del diccionario de su lengua. La Argentina es zona liberada.

La teoría de la empatía, por otra parte, no es un invento nacional ni mucho menos actual. Y la figura de la pirámide data de tiempos ancestrales. Desde arriba, en la cima, se gesta lo que ha de acontecer en las bases. No hay forma de modificar la naturaleza con vaguedades.

Si de analizar los sucesos que, una vez más, pusieron de manifiesto la corrupción que anida en el seno de los gremios se trata, se verá que donde se ponga el dedo hay una fuente de pus que muestra la podredumbre que anida dentro. La política y el negociado son los socios naturales de los sindicatos. La representación del trabajador, como expusimos una semana atrás cuando todo giraba en torno a la algarabía del poder sindical, es un eufemismo que se pierde en sin sentidos.

La metáfora de la “tercerización” se asemeja a la que utilizan muchos políticos hoy en día. Sin ir más lejos es similar a la ‘limpieza de los campos de concentración’ que utilizara comparativamente Amado Boudou o al ‘secuestro de los goles’ al que alguna vez aludió Fernández de Kirchner. Se trata sí de terceros (o cuartos), en medio de turbios negociados donde sólo cabe -como en la película de Al Capone-, la familia y sus aliados. Ni Hugo Moyano, ni José Pedraza, ni aquellos que abrazaron al líder cegetista tan efusivamente el jueves pasado están al margen del caso.

Qué un “perejil”, como se suele decir en la jerga callejera, esté hoy entre rejas no aporta un ápice a echar luz sobre el tema. Hay sicarios y padrinazgos en el centro de la escena. Hay internas ideológicas o ideologizadas que oscurecen el panorama. Los Kirchner que se suponen los titiriteros de este teatro de tragedias impensadas, en rigor, no manejan nada.

Han dejado hacer y se han vanagloriado de las divisiones creadas. Ahora no se puede dar marcha atrás, hay millones en juego e intereses incalculables. Con sólo caer uno, el efecto dominó será imparable. Por esa razón se tejen hoy en Balcarce 50, tramas de encubrimientos y entregas simuladas.

La realidad, sin embargo, es más palpable que la ficción montada: ante la evidencia cruel de la ‘parca’, y la amenaza de desnudar una cadena pesada de ambiciones, traiciones y mafias, la apuesta oficial no puede ser otra más que redoblar la apuesta hacia la violencia indiscriminada.

La única esperanza la da el hecho de saber que después de toda tempestad llega la calma, pero antes quizás, como decía Delacroix: “hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo”.

domingo, 17 de octubre de 2010

UN CORO: ¿Escuela de Humildad?

Por Hugo Castro
Alguna vez, después de un encuentro coral , alguien tomó la palabra para despedir a las agrupaciones participantes. Y después de agradecer la actuación brindada, les recordó a coreutas y directores que jamás dejen de ser “una escuela de Humildad”.
Esa frase me pegó de tal manera, que descubrí “otra definición de coro”.
Y me puse a reflexionar.
Tal vez podríamos pensar que no apunta a lo artístico, pero si entendemos como arte cualquier actividad o producto realizado por el hombre, con una finalidad estética, de comunicación, con el objetivo de expresar ideas y emociones, me pareció excelente y acertada esta nueva concepción.
Porque la humildad es la actitud básica que posibilita y potencia el crecimiento de todo hombre. Y es el coro integrado por personas de buena voluntad, uno de los centros donde podemos descubrir y poner en práctica esta virtud. Una de las más nobles del espíritu humano.
Las más bella melodía coral interpretada desde lo más íntimo del ser, sin humildad, representa lo mismo que un bello candil que no alumbra. Yupanqui decía: …”Yo voy andando y cantando, que es mi modo de alumbrar”. Y no de Deslumbrar. Que si bien la palabra se define como provocar gran admiración en los demás, si no brota desde el convencimiento de que el canto es “ idea y emoción”, ENTONCES SERÁ UNA EXPRESIÓN VACÍA, HUECA Y para nada sincera.
Siempre sostuve que los coros deben ser integrados por valientes. Coreutas valientes. Directores valientes. Porque la humildad exige valentía, confianza en nosotros mismos, respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Alguien dijo: “La humildad es signo de fortaleza. Ser humilde no significa ser débil y ser soberbio no significa ser fuerte”.
Pero vayamos un poco a la cuestión etimológica, que nos puede aportar una idea más “clarificadora”:
Humildad proviene de humus, tierra fértil, y está emparentada con humor, humanidad. La humildad nos humaniza. Nos permite mirar, además, todo con humor. Podemos concebir la vida como fértil y la persona floreciendo y dando frutos.
Cuántas veces en esta bendita actividad tenemos la sensación de percibir a ciertos “directores” o “agrupaciones” encontrándose en un pedestal. Que miran desde arriba. Que se ubican en otro nivel. Tal vez esto ocurra porque en sus grupos aún no han descubierto la palabra Humildad, sintiendo que ella humaniza y nos hace sentir más afables y familiares.
Jamás debemos olvidar que en un coro todos sabemos algo y todos ignoramos algo. Sin humildad, “el director o el coreuta” difícilmente escuchará al otro, considerándolo demasiado alejado de su “nivel de competencia”.
Por ello es importante que en un coro vibre la palabra “aceptarse”. Término clave que nos ayudará en nuestro crecimiento personal, también.
Esta tarea será siempre inacabada. Cada ensayo, actuación o reunión nos hará ejercitar en ella, descubriendo nuevas realidades que debemos aceptar.
No olvidemos que la humildad no es un concepto, es una conducta, un modo de ser, un modo de vida. Y cada integrante (director y coreuta) debe ir limando muchas de sus impurezas e imperfecciones, pero no sólo desde lo técnico musical, sino desde lo más profundo de su corazón.
Y es que en un coro :
El director debe ser tolerante y el coreuta también.
El coreuta debe ser paciente. El director también.
El director debe ser condescendiente. El coreuta también.
El coreuta debe ser prudente. El director también.
El director debe tener la paciencia. El coreuta también.
El director aporta lo suyo. El coreuta también.
En un clima de ensayo debe predominar la mansedumbre, sin permitir, jamás, perder la esperanza.
Por ello, creo que es beneficioso concebir al coro como una escuela de humildad. Porque quien aprende realmente a ser humilde:
Logra vivir una vida más feliz. Y esa felicidad también se expresa cantando. Si no, ¿para qué se integra un coro, si no es para ser feliz y contagiar esa felicidad a quienes lo rodean?
Experimenta y descubre la armonía musical, pudiendo transferir esa armonía a sí mismo y a los demás.
3- Descubre el ritmo de la serenidad y la tranquilidad
4- Admite la intensidad de sus equivocaciones y puede corregirlas
5- Perdona más rápido
6- Se entrega a ser dirigido, confiando plenamente .
7- Dirige o canta dando seguridad al otro, entendiéndolo como persona que siente y tiene deseos de crecer no sólo como cantante o director.
En esta frecuencia apreciamos lo que tenemos, vivimos y sentimos que un CORO es un gran Regalo para compartir con TODOS y entre TODOS.
Es una simple reflexión.

Unidos en el canto
Hugo Castro

La escucha, fin y necesidad de un Coro (Solamente de un Coro?) CITA CORAL

Hablar y Escuchar son las dos acciones claves de la Comunicación Humana. Tradicionalmente se consideró al Hablar como la fase activa, se trabajó sobre la elaboración de mensajes claros y eficaces, y se relegó al Escuchar a un papel pasivo. Así, quien estaba lo suficientemente atento, escuchaba apropiadamente.
La Ontología del Lenguaje nos propone una nueva mirada, que da una posición de gran importancia a la Escucha, siendo la que habilita y da validez al Hablar.
Esta visión ontológica considera al Escuchar como la conjunción de OIR (netamente biológico) + INTERPRETAR (acción lingüística). La clave de la Escucha, entonces, radica en la interpretación que hace el oyente del mensaje que recibe, y como a partir de ella modifica sus posibilidades de acción.
Rafael Echeverría, en su libro “Ontología del Lenguaje” establece que el mensaje emitido no es el mismo que se recibe, esto es que lo que se dice no es lo mismo que lo que se escucha.
Como observadores únicos que somos, todos tenemos escuchas diferentes, motivadas por nuestra biología (nuestras posibilidades de escuchar varían con la edad, son distintas que las de los animales, etc); el contexto en el que escuchamos (los lugares, de nacimiento y residencia, las épocas, los roles que desempeñamos), la historia personal, nuestras emociones, las distinciones que manejamos, y las interpretaciones que hacemos.
Cada vez que escuchamos, escuchamos: las acciones, (la de decir, la comprendida en ese decir -perdonar, explicar-, y la provocada); las inquietudes (las interpretaciones que hacemos de las intenciones de los otros) las posibilidades (lo que es posible y lo que no) y el alma ( los sentimientos, las emociones profundas, la esencia de los demás).
En una Escucha comprometida, se manifiestan emociones como empatía, gratitud, aceptación, legitimación, comprensión, respeto, etc que son las mismas que buscamos a partir de la necesidad de ser escuchados.
Escuchar efectivamente nos beneficia, permitiéndonos, mejorar nuestra comunicación, aumentar los conocimientos, optimizar relaciones, conocer diferentes posturas, acallar conversaciones internas, trabajar mejor con otros, ganar amigos, reducir tensiones y prever, contener y solucionar conflictos.
Algunas de las actitudes que favorecen una Escucha Comprometida son:
Presentarse (decir “te escucho”, mostrar que ahí estoy, dispuesto); Ser optimista (aunque crea que ya sé lo que me van a decir, darles la posibilidad de que me asombren); Concentrarse en el contenido del mensaje y no en el estilo del que lo emite (¿escucho de igual forma a mi hijo cuando está recién bañado que cuando está tirado en un sillón, comiendo galletitas y mirando la tele?); No adelantar conclusiones ( en la medida en que pienso que sé lo que va a decir el otro lo interrumpo, para decir lo que va a pasar y no lo escucho); No juzgar (¿Cómo puedo escuchar si estoy juzgando que la otra persona habla rápido, se tiñó de un color horrible, etc.etc); No enviar mensajes propios (Si sólo estoy esperando que el otro pare un segundo para decirle lo que quiero, no lo escucho. Mientras escucho, sólo debo hacer eso.); Tratar de entender y no de acordar ( Puedo comprender al otro sin compartir sus opiniones o juicios) y Darse y dar tiempo.
Basando su labor en la escucha de los demás, queriendo “ser escuchados comprometida y eficazmente” un coro es el ámbito propicio para desarrollar un modo de escucharse, unos a otros, precisa, adecuada y nutriciamente. Con el objeto de complementarse mejor, a fin de lograr resultados más rápida y fácilmente, para disfrutar las diversidades. Como forma de lograr un todo que sea mucho más que las partes. Para que al ser escuchados, celebren el haberse escuchado.
¡Hasta la próxima!
Andrea

Andrea Turchi es Consultora Organizacional. Escribe La Columna y el blog A partir de una frase.

sábado, 9 de octubre de 2010

Importante mostrar la verdadera genealogía del Gral. José de San Martín

Les hago llegar un artículo del Director del Centro de Genealogía de Mendoza Mg. Luis Campoy, quien movido por las publicaciones acerca de la genealogía del Gral. San Martín tema este. donde ya existen documentos históricos fehacientes de que todo ello es una fábula, lo que ha sido comprobado por un distinguido historiador de la Universidad Nacional de Cuyo, el Dr. Enrique Díaz Araujo, ya jubilado, quien efectuó las publicaciones correspondientes, pero lamentablemente a través de una editorial de Mendoza que no contaba con una organización adecuada para difundir sus libros en toda la Argentina.

Nuestro director les solicita encarecidamente que lo hagan circular y/o publicar entre los medios afines a nuestros intereses, con el fin de terminar de una vez y para siempre con una prédica falsa y con un superfluo afán de menospreciar el respeto hacia los restos del Gral. San Martín buscando comparar su ADN con el de los progenitores de ficción.
En Los Andes de la provincia de Mendoza del 17 de agosto ppdo., día en que se recuerda los 160 años de la muerte del general José Francisco de San Martín, fecha en que resultaría de buen tono poner de manifiesto los valores que don José encarnó, como mostraron otros articulistas en la misma página del diario, el docente de la Universidad de Buenos Aires Hugo Chumbita volvió a insistir en la habladuría de fines del siglo XX de que nuestro prócer sería hijo adulterino del brigadier español Diego de Alvear y Ponce de León y de la indígena Rosa Guarú, y que fue tomado en adopción por don Juan de San Martín y doña Gregoria Matorras; el mencionado docente también informó que realiza gestiones ante la justicia para obtener elementos de ADN en los restos del Libertador para probar “científicamente” lo que afirma. La fábula se basó en un escrito producto de la imaginación de una nieta del nombrado brigadier, Da. Joaquina Alvear de Arrotea, que tituló “Cronología de mis antepasados”, versión que apareció en publicaciones de nuestro país por parte de los señores Hugo Chumbita y José Ignacio García Hamilton.

A través de los siguientes fundamentos, aportados por el historiador Dr. Enrique Díaz Araujo en los trabajos que se citan en este escrito, se prueba que tal afirmación es completamente falsa:

1. Diego de Alvear (padre de Carlos) fue enviado por España para delimitar en el terreno la frontera con Portugal del Virreinato del Río de la Plata en la región norte de los actuales Argentina y Uruguay. Se sabe que San Martín nació el 25 de febrero de 1778 [1] y que Diego de Alvear, viniendo desde la metrópoli, recién el 25 de febrero de 1783 pasó por Río de Janeiro para dirigirse al punto fronterizo del Chuy, del actual Uruguay, es decir cuando San Martín contaba ya con cinco años de edad; que en 1784 se integró en Montevideo a la Comisión demarcadora de límites, cuando nuestro héroe tenía seis, y que hasta 1792 no estuvo en el pueblo de Yapeyú en sus funciones como demarcador, es decir cuando San Martín era un adolescente de catorce años. Estos datos [2] referidos al viaje de don Diego de Alvear y Ponce de León han sido tomados del libro que publicó en Madrid en 1891 Sabina de Alvear y Ward, hija de don Diego, bajo el título de Historia de Diego de Alvear y Ponce de León, basado en el Diario [3] que escribió su padre. Un ejemplar de este libro de Sabina de Alvear y Ward está en Washington, la capital de Estados Unidos, donde lo revisó el historiador argentino Cristián García Godoy, que documentó en una comunicación que envió a la Junta de Estudios Históricos de Mendoza. Datos similares ofreció D. Pedro de Angelis publicados en 1910, que mencionamos también en nota [3]. Y existe un tercer libro, pero mucho más divulgado y con los mismos datos, de Gregorio F. Rodríguez titulado Historia de Alvear, y publicado en Buenos Aires en 1913 por la editorial de G. Mendesky e Hijo.

2. Favoreció el falso rumor del que nos ocupamos el hecho de que no se encontró el acta de nacimiento de José Francisco de San Martín, como tampoco de su hermano Justo Rufino (otro al que malévolamente también se podría haber calificado de bastardo), los dos menores, pero sí de sus tres hermanos mayores, encontradas en Uruguay y publicadas por el historiador uruguayo Luis Enrique Azarola Gil [4]. Lo que sucedió es que don Juan de San Martín, padre de José Francisco y de sus hermanos, fue administrador de una estancia denominada “Calera de las Vacas” en Uruguay, donde nacieron sus tres hijos mayores, y luego fue nombrado teniente gobernador del Departamento de las Misiones Occidentales, cuya capital era Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú, donde nacieron Justo Rufino en 1776 y José Francisco en 1778, los dos hermanos menores. La familia San Martín siguió viviendo en el Departamento de Yapeyú hasta fines de 1783, año en que se embarcó hacia España.

3. Años más tarde de que la familia San Martín se domiciliara en España, el 12 de febrero de 1817 fue incendiado y devastado Yapeyú por el ejército portugués del gobernador de Río Grande, marqués de Alegrete, al mando del brigadier Francisco de los Santos Chagas; éste informó al marqués que había devastado la zona en un radio de 50 leguas. El incendio de la iglesia redujo a cenizas toda la documentación existente, incluidas las actas de nacimiento allí guardadas, entre ellas las de Justo Rufino y de José Francisco . Además, para colmo, dice Enrique Díaz Araujo, “el 16 de junio de 1955 otros salvajes quemaron la Curia Metropolitana con sede en Buenos Aires, y con ella el archivo eclesiástico donde se resguardaba el asiento correntino antedicho" [5]. Existe sin embargo el testamento de la madre de D. José, en el cual cita a sus cinco hijos legítimos: “Dejo, instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos a los significados don Manuel Tadeo, don Juan Fermín, doña María Elena, don Justo Rufino y don José Francisco de San Martín y Matorras, mis cinco hijos legítimos y del enunciado don Juan de San Martín, mi difunto marido, para que así se verifique, lo hallen, lleven, gocen y hereden con la bendición de Dios a quien me encomienden" [6].

4. En su artículo “Algo más sobre San Martín" [7] Díaz Araujo menciona la publicación en Rosario de un expediente iniciado por Agustín de Arrotea el 22 de octubre de 1877 por insanía de su cónyuge Joaquina de Alvear de Arrotea, en el que figura el dictamen de los médicos forenses acerca de que dicha señora padecía de paranoia fabuladora, que la llevaba a suponerse emparentada con el Papa Pío IX y con el presidente de Francia Adolfo Thier. Tal insanía fue declarada el mismo año en que la demente escribía su “Cronología de mis antepasados”, donde fabulaba que su abuelo, don Diego de Alvear, hubiera tenido un hijo bastardo con una india correntina, para entregarlo luego en adopción ilegal al matrimonio San Martín.

Es de esperar que la publicación y el conocimiento de este informe hagan propicios el desistir de la difusión de graves afirmaciones que carecen de fundamento y de abandonar la intención de profanar los restos del Padre de la Patria.



Notas

1 El dato fehaciente de que José de San Martín nació en 1778 proviene de la documentación del Ministerio de Educación de la Nación denominada “Documentos para la historia del Libertador General San Martín”. Buenos Aires. 1953: Tomo 1º, p. 417.

2 Enrique Díaz Araujo. 2001. Don José y los chatarreros. Mendoza: Ediciones DIKE, p. 49.

3 El referido diario, titulado Relación geográfica e histórica de la Provincia de Misiones del Brigadier D. Diego de Alvear, fue publicado por Pedro de Angelis en la Colección de obras y documentos relativos a la historia antigua y moderna de la Provincia del Río de la Plata. Buenos Aires: Lajouane, 1910, tomo III, pp. 479-550.

4 Luis Enrique Azarola Gil. 1936. Los San Martín en la Banda Oriental. Buenos Aires: La Facultad, pp.5-6.

5 Enrique Díaz Araujo, Op. Cit.: 50.

6 Comisión Nacional del Centenario “Documentos del Archivo de San Martín”. Buenos Aires, 1910, tomo I, p.26.

7 Enrique Díaz Araujo. 2007. “Algo más sobre San Martín”, en Enrique Díaz Araujo y Omar Alonso Camacho. De golpe en golpe y otros ensayos. Mendoza: Artes Gráficas Unión.



Luis Campoy

Director del Centro de Genealogía de Mendoza
Lic.JoséJorgeCastroEspínola
MendozaArgentina
jjce54@gmail.com

domingo, 26 de septiembre de 2010

La opción entre partir o morir

La vida es un bien supremo. Todos los valores se resignan ante la posibilidad de perderla. El individuo, como pago por pertenecer a una sociedad, cedió el derecho de la defensa propia a las instituciones asignadas para protegerlo. Y este acuerdo ha funcionado aceptablemente durante el tiempo suficiente para hacerle creer que ejercer la justicia por mano propia es un delito. Pero, ¿qué pasa con este acuerdo si las instituciones de seguridad son ineficientes? El día a día evidencia que esta ineficiencia tiene un costo superlativo: el reguero de muerte de los ciudadanos.

Nadie quiere morir o ver muertos a sus familiares por los delincuentes. Si esto ocurre, la ira se apodera de los sobrevivientes y las palabras y promesas no los aplacan. Piden al menos el remiendo de un acto de justicia, que mientras su familiar va a la tumba los asesinos sean marginados en las cárceles. Si esto no ocurre, el temor por la propia muerte toma las riendas de sus decisiones. Partir o morir es una de las opciones. Dejar el país hostil y probar el acíbar del destierro. Empezar de nuevo y como extranjero. Dejar los dolores y las amenazas y avanzar arrastrando añoranzas sobre un suelo nuevo. Nada es fácil fuera de la casa que construimos y nos ha construido, pero si ése es el precio por seguir vivos, se lo paga de varias maneras.

Algunos, los menos, se adaptan y lograr rearmar su vida; otros, a fuerza de masticar dolor, terminan resignándose; otros, doblegados por la nostalgia, regresan y afrontan de nuevo el riesgo por la supervivencia.

¿Los argentinos merecemos transitar esos avatares? Sí, somos responsables. El país no está manejado por entelequias, sino por individuos como nosotros a los cuales hemos elegido. Y debemos afrontar el costo de nuestra liviandad de criterio al elegirlos, de nuestra extrema pasividad al tolerar sus errores, de ver el río de sangre cotidiano y no hacer nada. Los cobardes están condenados a estas incertidumbres.

El autor es psiquiatra, especialista en psicopatías
Hugo Marietan.

jueves, 23 de septiembre de 2010

MENSAJES ENTRE UN KIRCHNERISTA Y UN PERONISTA.

Por este relato/cuento de una historia con una mina, el fantoche de Leuco dice que lo amenazan de muerte



"Hank escribe, en la fiesta de los Negros de Mierda, que hay algo más bajo que ser Alfredo Leuco, y es trabajar para Alfredo Leuco. Me hace reír, obvio. Hasta que supe, y esto es imperdonable, que Agustina, que está en el rincón, hablando con un gil, sí, que trabaja con Leuco. Ese, un gil. Voy a juntar gente, irme a la puerta de canal 26, hacerle un escrache. Si me la enamorás a Agustina, ay, dios Voy a matar a todos. No va a quedar ninguno vivo. Este post servirá de prueba. Voy a entrar con una metralleta a ese programa. Voy a matar a todos. Agustina, por dios, sos la mina más linda del mundo, no podés, ok, te entiendo que no me des bola, por eso, porque sos la más linda del mundo, en ésa te banco, ahora bien, convengamos; con ese gil no. No y no. Necesito ayuda. Solidaridad. Ay, Agustina, querida. Si lo ven en la calle, es ese nabo que señala una pantalla gigante, y Leuco lo mira desconcertado, debe ser el hijo del gerente del canal, no sé, no importa, pero Agustinita, dejate de joder. Por dios. Voya matarlos a todos, lo juro. "



RESPUESTA.


Los Argentinos sabemos lo que no queremos, el gobierno kirchnerista, me ha enseñado que con la estupidez no vamos a ningún lado.

Crecimos, no alabamos; sabemos que no somos fanáticos, los del otro lado, tenemos cerebro; nos ponemos en el lugar del otro.

Los k, son unos pocos complementarios serviles a su gobierno; hemos retrocedido 40 años.

Estoy seguro y con esperanzas, que volveremos a empezar.

VIVA LA PATRIA.

VIVA PERON!!!


CONTRARESPUESTA.


Estoy de acuerdo. Por eso justamente en las ultimas elecciones en Cordoba, Santa Fe y Chaco y Santiago, ganamos con el 60% de los votos. Los otros vendidos a clarin y a la oligarquia nativa y cipaya de los intereses del facismo siguen en la realidad virtual

José Luis senlle
www.jsenlle.blogspot.com



sábado, 18 de septiembre de 2010

ERROR INVOLUNTARIO

Dias pasados, publiqué una nota titulada " El mal llamado Sindrome de Hubris", levantado del diario Totalnews, sin constar el autor y publico la nota con el nombre de totalnews de donde la levanté; por un error involuntario en el diario politica y desarrollo, www.politicaydesarrollo.com.ar, dicho artículo aparece como de mi autoria, que no lo es.
Pido disculpas al excelente autor de dicho artículo.
Atte.
José Luis Senlle.