La igualdad no tiene absolutamente nada que ver con
la equidad, si bien las palabras pueden confundirse por el mal uso de una de
ellas, en éste caso igualdad; mítica
palabra utilizada sin discriminación por un gobierno que no dio a entender
nada, me fui al diccionario para explicarla mejor.
La igualdad significa “Condición o circunstancia de tener una misma
naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma, o de compartir alguna cualidad o
característica.
"igualdad
de oportunidades; igualdad salarial; los demócratas reclamaron la igualdad
política para todos los ciudadanos; los regatistas pasaron los controles
reglamentarios de medición y peso de los materiales, con objeto de garantizar
la igualdad de los mismos".
Ésta definición
está mal expresada en los diccionarios ya que es muy confusa.
La
igualdad es que dos cosas o personas sean iguales o idénticas en su parecer o
en su trabajo.
Nunca dos
personas son iguales por más que tengan los mismos genes e idiosincrasias.
La palabra
igualdad ya no debería utilizarse a menos que tengan sus ADN iguales y la característica
fundamental del ADN es la desigualdad; excepto en los clones.
Todos los
hombres son iguales ante la ley (ésta definición debo tomarla con pinzas ya que
la ley no es igual para todos); por ejemplo todos tenemos derechos iguales para
comer pero no todos comemos, he aquí una desigualdad.
La igualdad
que se proclama es la que se obtiene por la cultura y por la aplicación de los
principios de justicia (puedo también refutar ésta definición porque no todos
tenemos la misma cultura y por ende la aplicación de los mismo principios de
justicia).
Es el
reconocimiento de la capacidad de todos los hombres para el disfrute de los
mismos derechos y también de una responsabilidad equivalente y de idénticas obligaciones.
(Ésta definición permite reconocer la capacidad de todos los hombres, cuando no
todos los hombres tengan la misma capacidad, de hecho, la capacidad confiere
obligaciones pero; ¿alguien está dispuesto a igualar nuestras obligaciones con
nuestra capacidad?
La
igualdad no es la nivelación de los desiguales, desaparecida la igualdad,
aparecen los privilegios. (En Argentina, ésta ultima oración, se entiende al
revés. Para el vulgo la igualdad es la nivelación, obviamente para abajo, de
los desiguales).
Me pregunto:
¿Dónde está la justicia de los iguales o de los desiguales?
La igualdad
es darle una porción de torta partida en forma exacta a cada uno de los iguales
y desiguales.
¿Los
desiguales, están dispuestos a igualarse hacia arriba? ¿Por ejemplo con el
mérito?
En Argentina
se pretende en forma absurda la igualdad con justicia (en éste caso injusticia)
porque la justicia tiene el mérito de
ser recibida.
La igualdad
se da con más igualdad en los países de corte comunista o Marxista, ya que los
desiguales no existen porque son todos iguales mandados por un supremo.
¿Qué es
la equidad entonces?
Cualidad
que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o
condiciones.
"Es
un país de desigualdades, donde no hay equidad en la distribución de riqueza y
cultura".
Lo fundamental
de ésta definición es la palabra “Mérito”; se llega a ser equitativo por mérito
y nunca por igualdad.
En
nuestro país se confunde igualdad con equidad por falta de méritos
intelectuales; no debe ser lo mismo un burro que un gran profesor, como decía Discépolo
(1934).
Los conceptos
equivocados que tenemos con respecto a la equidad, proviene de los años 30 y la
gran depresión americana, los brotes del anarquismo argentino, los detritos de
la semana trágica de 1919; ahora bien, ¿Qué es el mérito?
El mérito
es merecer y merecerse el fruto de la acción de nuestro trabajo (ganarás el pan
con el sudor de tu frente) Génesis 3:19. La frase bíblica, proviene luego de un
castigo divino, cuando el hombre quiso ser sabio sin merecerlo, la ley es justa
en el libro de la ley mundial (comparo la biblia como una constitución
mundial).
Es bueno
tener mérito y no hacerse el mérito (otro error Argentino), hacerse el mérito
equivale a pisotear cabezas para llegar a la cima como causa de maquinaciones y
adulaciones al que posee el mérito de estar en lo alto.
Propongo ser
equitativos, obviamente por mérito, nunca igualitarios por desmérito.
José Luis
Senlle. MD.-
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