Cuando en las campañas presidenciales se promete
algo que es imposible cumplir, pasa lo que
pasa en Argentina hoy.
Se juntaron un montón de personas de distintos
partidos y formaron algo que se llama “Cambiemos” que todavía no
sabemos lo que es.
Radicales, peronistas arrepentidos, frente para la
victoria, intransigentes, comunistas, trotskistas, etc.
Éste rejunte de gente, lo único que hace es bajarse los pantalones en
la mesa de negociaciones y apoyar el pene con una regla por debajo para saber
quien mide más; no es fantasía, es una realidad que desde el 1900 la venimos
viendo.
Rejuntar gente en la calle y mentir el número que va a la manifestación, es exactamente lo
mismo.
La República está destruida por lo que se robaron. Prometer
ahora “pobreza 0” es una falacia utópica universal. Todo el mundo quiere ser
rico y vivir sin problemas.
El gobierno kirchnerista pudo estafarnos con un PBI
pero ese PBI estaba y sigue estando financiado por un cartel de la droga
Mexicana, el cartel de Sinaloa.
En el acampe de la Av. 9 de Julio, he visto remeras
y gorras que dicen “Sinaloa”.
Los kirchneristas han llegado a realizar negocios
con ese cartel, con el hezbollah, Irán, Venezuela, Cuba, la coca de Bolivia, con el Ecuador de
Correa y hasta con Colombia.
¿Dónde están los carteles Colombianos?... En
Rosario.
¿Dónde están los carteles de Sinaloa?... en Buenos
Aires.
¿De qué viven y vivieron todos éstos años los
peruanos, bolivianos, ecuatorianos y paraguayos que acampan a la sombra del
obelisco?
Ahora que se les cortó el chorro, salen a la calle a
protestar y lloran por las promesas estúpidas que hizo el presidente para poder
sacar a los malandras del gobierno, acusándolo, de hacer negocios con
empresarios americanos y europeos.
Los argentinos queremos y pretendemos ser serios, no
queremos ser extorsionados por los maestros ni por extranjeros que no quieren
trabajar, y mientras no tengamos la
educación de decirles a los parásitos que vayan a pedir a sus países, las
inversiones no van a llegar.
La frontera porosa, abierta desde hace más de 20
años, es de un solo lado; desde latino América
para argentina, nunca al revés. Cuando un argentino pretende ir a trabajar a
otro país, el vecino le pide peaje.
¿Por qué pasa esto?... Porque los ilusos creemos en
el Mercosur, fundado en 1994, en la presidencia de Menem y creemos que el Mercosur
es una región sin fronteras.
Argentina para los que trabajan, eso decían, hasta
que el Mercosur llegó a las puertas de la Av. Gral. Paz y Buenos Aires se ha
transformado en un ghetto, gracias a un
gobierno que cierra las fronteras en el microcentro; conformado por las Avenidas Belgrano, Córdoba,
9 de julio y Alem; Puerto Madero es otro país.
En el ghetto está prohibido pasar con autos y
permitido: motos, bicicletas, zapatos, taxis y algunas líneas de colectivos;
eso si, el subte se ha transformado en un tren de cargas, pero no se nota
porque va bajo tierra.
En el ghetto hay un gran negocio; los
estacionamientos a 100 pesos la hora, las bicisendas, que achican la calle,
para que no pasen autos.
¿Alguien sabe cuánto sale cada cono de hierro que
pusieron cada 3 metros en las calles centrales de la ciudad y sus respectivos
macetones?
En le ghetto, los especialistas te piden documentos
para entrar…
Argentina se ha transformado en un país de pobres
contra ricos y de ricos con impunidad judicial.
JOSÉ LUIS SENLLE
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