jueves, 31 de mayo de 2012

LA VORÁGINE DE LA INCOMODIDAD.


"Mientras algunos sólo se ocupan de la fabricación de armas que siembran la muerte y la destrucción, los arquitectos construyen casas, fábricas, hospitales, escuelas, universidades... Son la antítesis de la destrucción, de la pobreza y de la incomodidad".

Jorge Amado

La incomodidad personal es uno de los factores que hace que el hombre progrese e imagine un futuro ideal. Cuando la incomodidad se hace costumbre los ideales del hombre se tornan imposibles, ellos ya forman parte de lo utópico.

La acostumbrada incomodidad personal trae como consecuencia la queja; la queja de los incómodos que solo queda en queja, cuando la queja no despierta a si o a los demás se sufre de pereza.

La pereza, aquella dejadez interior que hace que los incómodos vean su incomodidad cómoda regalando el futuro y progreso a los otros que aprovechan la incomodidad, para autosatisfacerse, parásitos de una sociedad tranquilamente adormecida por aquella droga llamada ignorancia.

Cuando una dictadura se nutre de quejas, la interpreta como letras escritas reflejadas en un espejo leyéndolas al revés, no van a entender las quejas de los adormecidos incómodos.

Cuando los que deberían trabajar para que la queja se escuche, se silencian; se entra en un estado de anomia, que es la falta o incapacidad de la estructura social de proveer lo necesario para lograr las metas sociales. La mayor presión conduce al desvío de las conductas sociales en los grupos socioeconómicos más bajos como ser suicidios, crímenes y alcoholismo. La anomia es el colapso de gobernabilidad por no poder controlar la situación de locura de una subcultura desorganizada que sostiene un comportamiento antisocial.

La dictadura sin cabeza es más peligrosa que la dictadura con cabeza alienada, si bien los dictadores tienen tácticas y estrategias para sostenerse en el poder, los sin cabeza se sostienen por la sociedad anestesiada que deja hacer a los no pensantes.

Mucho se escribe, mucho se grita; lo que hace falta es gritar al unísono, si bien somos un pueblo respetuoso de las instituciones, no deberíamos dejar que las instituciones se manchen de corrupción, somos responsables absolutos de la corrupción actual; al recibir un plan no merecido por un voto, lo que se hace es vender la patria a los malos.

La patria corrupta se da por perdida de empatía al que la hace todos los días, logrando por corrupción el adormecimiento de los que trabajan para poder sostener un sistema muerto, para poder sostener lo que se trabajó toda la vida y no perderlo.

La vida es inconformidad, pues desde allí nace el movimiento, fijarnos metas, cumplirlas, generar un espacio para la autocritica y volver, con los logros a la inconformidad de subir otro escalón es lo que nos hace virtuosos y morales, lo que nos vuelve vividores intensos cumpliendo con uno, en la medida que cumplimos junto a los demás.

La vorágine de la estupidez trae como consecuencia más estupidez, subiendo al círculo vicioso de la estupidez y dándole poder a los estúpidos. Cortar el circulo vicioso no es un trabajo individual es un trabajo en conjunto, que se hace todos los días y pensar que un gobierno elegido democráticamente se convierte en dictadura ya es un gobierno ilegitimo. El círculo se corta con unión de los que sentimos la injusticia, ya que los que viven parasitariamente no quieren vivir de otra manera.

Nunca creas en un descanso por el trabajo cumplido, porque, tras el, hay otros esperando su momento.

José Luis Senlle.

www.jsenlle.blogspot.com.ar