martes, 8 de diciembre de 2015

EL PROBLEMA DEL LIMBICO

En su libro “Los dragones del Edén” Carl Sagan estudia perfectamente el sistema de pensamiento humano y la diferencia que hay entre el pensamiento masculino y femenino.
Este libro ganó el premio Pullitzer en 1978 y todavía sigue estando vigente, se trata sobre la evolución de la inteligencia humana.

El sistema de pensamiento humano es distinto entre el hombre y la mujer; mientras uno piensa con la corteza, el otro piensa con el sistema límbico que es el cerebro emocional que consta hipocampo, cíngula, hipotálamo y sobretodo la amígdala.
Acá dejo algo simplificado para que puedan ver el sistema emocional.
https://www.youtube.com/watch?v=P7px4xvlxF4

Con esto no hablo de superioridad o inferioridad, simplemente somos distintos y utilizamos pensamientos distintos. Y gracias a Dios porque sin el cerebro emocional de la mujer, todavía seguiríamos viviendo en las cavernas.

El pensamiento del hombre es más conductual, con algo de emocionalidad, es por eso que los grandes guerreros o políticos utilizan la corteza cerebral y dejan el sistema límbico o emocional para amar específicamente lo que hace.
El hombre o la mujer gritan o agreden porque prevalece el sistema límbico por arriba de lo racional o cortical.

Cuando una mujer abandona su sistema límbico emocional, lo que trata de hacer es parecerse al hombre y no puede llegar a él porque el hombre busca a la mujer, aunque no la entienda, porque no entiende el sistema emocional femenino.

Una pareja se lleva bien unos 20 años y esto sucede porque la mujer trata de parecerse al  hombre y, el hombre no tiene fuerza emocional para entender a su mujer; entonces aparecen las diferencias de crecimiento o de madurez emocional.
El hombre siempre se va a preguntar que quieren las mujeres o, pensará que todas están locas, llegado a ese punto el hombre se va y abandona a la mujer.
Cuando una mujer es abandonada por su hombre, tampoco entiende ya que su sistema límbico no permite racionalizar sentimientos; llega el desengaño, la frustración y la lucha para que vuelva y en esa lucha, la mujer es capaz de victimizarse e incluso matar.

Cuando una mujer se victimiza es porque le es imposible saltar del sistema emocional al cortical o racional.
Un hombre y una mujer son complementarios y cuando llegan a competir por el poder, aunque sea de la casa, simplemente no se entienden y se separan.
Comúnmente el hombre se va de la casa con lo que tiene puesto, sin dejar desvalida a la mujer de cosas materiales y realiza su vida, luego de 3 o 4 años de duelo, según la capacidad del hombre para saltar de lo emocional a lo racional.
Comprendan, el hombre nunca estará solo, siempre conseguirá algo para entretenerse como una computadora, un libro o una carrera universitaria, aumentaría sus horas de trabajo, incluso otra mujer.
La frustración del hombre sigue pasando por momentos próximos, de aquí y ahora y proyecta, sin emoción aunque con pasión el futuro, la mujer, es habitual que haga muchas cosas similares al hombres, nacidas desde ese lugar orgánico, incomprensible para él. Así como es el alumbramiento o el cuidado del recién nacido.

José Luis Senlle.