sábado, 27 de junio de 2015

AL ARGENTINO LE GUSTA MENTIRSE




En cuestiones generales al compatriota, compañero de territorio, al argentino le encanta auto engañarse.
Mientras el Sr. Lousteau no pretende  cosas en grande, como por ejemplo,  se tira al balotaje en vez de pelear la  jefatura de gobierno, sólo  por el simple hecho de molestar al Sr. Rodríguez Larreta; el cual eligió a Santilli, por ser el recaudador de impuestos de los espacios públicos. 
Si no se entiende,  lo digo de otra forma; Santilli recauda impuestos de los manteros, puestos ilegales,  aumentando el apriete y clausurando negocios.
Con respecto a Scioli, que dice ser amigo íntimo de Zannini, sin poder reconocer que se lo pusieron para el control de un modelo que nunca anduvo, que se hace el ultrakirchnerista para lograr posiciones que nunca ganó; mientras su esposa, Karina Rabolini, una modelo que siempre fue decadente, ahora es la duquesa de ARBA, manejando todos  los fondos del banco Provincia. Mienten los dos cada vez que inauguran una salita de primeros auxilios, no habiendo presupuesto, ni médicos para la atención de enfermos; quienes, a su vez,  a veces no lo están.
Cristina Fernández viuda de Kirchner siempre mintió, aprendió la mentira de su amo y Sr. Muerto, nadie sabe cómo, aunque se sospecha,  pero no se dice que falleció asesinado y para esconder el magnicidio, callaron a los cercanos y velaron un cajón en el congreso.
A su vez, indirectamente, por falta de coraje, dejan a Randazzo en las vías de un tren, sabiendo que el hombre de Chivilcoy se juega la vida por la información que tiene. Éste sólo  tiene  que autoexcluirse del jueguito político y  desaparecer de la escena  escondiéndose en un ministerio.
Pobre Argentina: gastó tantas divisas en carteles, propagandas, panfletos y recursos humanos…Eso es plata, dinero que podría ir al norte para mitigar el hambre… Pero claro, tapar lo verdadero es mejor para poder manejar la mente de quinientos militantes pagos, para que no se pregunten nada.
Macri sabe que pierde con el aparato que Scioli apoyó para poder heredar, mucho hizo para heredar, tanto que se deja bajar los pantalones, siendo presidente del congreso,  por la esposa de Néstor. La obsecuencia se ve, se nota, se palpa y se paga.
Mientras Zannini continuará siendo el monje negro, pondrán al verborrágico  Aníbal, inteligente y escapado de la justicia en un baúl, como gobernador de la provincia de Buenos Aires. Todos contratados por una asociación ilícita formada por Eduardo Duhalde.
Fabricaron algo muy lindo para lavar dinero del narcotráfico que se llama PASO, invento que no hace nada más ni nada menos que desarmar los partidos políticos con internas abiertas, sabiendo de antemano que los partidos políticos deben solucionar sus problemas dentro de los mismos.
O sea, se pasaron el famoso libro organizativo de partidos políticos de Giovanni Sartori por los sobacos.
La corrupción estructural que éstos ladrones armaron en doce años, les enseña a los de abajo, llámense,  a los de abajo desde  directores de empresa y ministros,  a armar una corrupción sistemática. Si la misma funciona, que funcione así; nadie va a cambiar lo que estamos haciendo los de abajo, si los de arriba lo hacen.
Toda ésta corrupción sistemática y estructural se basa en la pura mentira, en omitir lo que se ve y oye.
Lo lamentable es que el pueblo no se da cuenta o, hace que no se da cuenta, para que no lo molesten, “dale que va… dale noma” decía Discépolo. La cultura se cambia con educación pero a quien le importa Sarmiento, lo muerto se olvida fácilmente y lo olvidado no existe.
Los argentinos vivimos en la inexistencia de la inexistencia; hemos rezagado y regalado libertad por libertinaje, acá todo el mundo tiene derechos que superan al del otro, no hay límites, nos comemos el derecho de los otros a base de mentiras, engaños y omisiones que nos sumergen en un sistema globalizado de comunismo tan perverso,  que se inventan otras cosas como la violencia de genero sin estimar la violencia en general.
Para que  cambiar si funciona así.  Mediocres  duermen en camas calientes mientras el loco duerme en la calle. Los locos están fuera del sistema y el que protesta se va. El hombre fuera del sistema no es loco, a muchos  les encantarían  ser incluido pero, no quieren ser cómplices de la mediocridad y la corrupción.
Hablaría más, pero, la cuestión es que en nuestro país, decir verdades mata corruptos y así está declarada la guerra con sordina, entre ausentes y soberbios.


JOSE LUIS SENLLE
www.jsenlle.blogspot.com.ar