domingo, 31 de agosto de 2008

EL COMPLEMENTARIO Y SU PSICOPATA

Marietan, Hugo

1a ed. Buenos Aires: Ananké, junio 2008.

492 páginas; 20x14 cm

ISBN 978-987-1510-01-6

Ya se veía venir, la llegada del libro “El complementario y su psicópata”, luego del hermoso libro “Despojo”, el admirable libro de cuentos cortos del Dr. Marietan, al mejor estilo de Edgar Alan Poe.

“El complementario y su psicópata”, excelente libro para la gente en general, y psicólogos en particular, se divide en dos partes.

La primera parte: explica a la perfección y claramente lo que es un psicópata. Queda muy claro el concepto de cosificación, la manipulación, el gusto por la adrenalina, el disfraz de víctima, la mentira, la marca profunda que dejan éstos personajes, el saldo negativo y el contacto cero.

Explica los tipos de relaciones que construye el psicópata, y como no se trata de una patología mental, sino es una manera de ser y como se engancha la gente con éste tipo de personas. Que el autor llamó SOL NEGRO.

El Dr. Marietan, da consejos a los terapeutas para coordinar éstos casos con los familiares, que también sufren.

Describe luego, que hay que hacer con el psicópata, cuáles son sus necesidades, y de la creación de códigos propios.

La segunda parte: el Dr. Marietan, contesta cartas que le llegan de todo el mundo, a través de su página web. Casos muy interesantes, que hacen al tratado, ameno, como la presentación de casos clínicos.

Lo importante del libro, es su correcta escritura, llevando al lector a interesarse por el tema, harto importante.

La presentación de casos clínicos, hacen de él, un libro de consulta para médicos, psicólogos y la población en general que sufre éste tipo de personas.

Dr. José Luis Senlle

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domingo, 10 de agosto de 2008

SALTANDO PELDAÑOS

“Tanto Miguens como De Angelis, serian bienvenidos a nuestro partido. Me encantaría que Luciano, pudiera capitalizar todo lo que aprendió durante el conflicto agrario y le haremos una invitación concreta apenas termine su mandato en la rural”, palabras del diputado provincial Jorge Macri.

El PRO, partido del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, trata de llevar para su molino, a dos de los ganadores de la guerra K contra el campo, para las elecciones legislativas del 2009, ofreciendo a Miguens el cargo de diputado nacional por Buenos Aires, y a Alfredo De Angelis, como diputado nacional por Entre Ríos.

Con éste ofrecimiento, Macri, ve una posible ganancia, de la provincia de Buenos Aires y Entre Ríos, para las presidenciales del 2011, pero lo que no ve, es que estas dos provincias no se ganan solamente con candidatos, se ganan con gestión y la pata más importante dentro de un partido, el peronismo.

La gestión en la ciudad de Buenos Aires, pasados ya nueve meses, todavía no se nota, lo único que ha sucedido, fue el aumento de impuestos y emparchar algunas calles.

Lo que el PRO, está tratando de hacer, es subir una escalera, saltando peldaños, con el riesgo de tropezar y caer.

Si los candidatos del campo, aceptan el ofrecimiento, perderán la confianza del pueblo que los apoyó; y espero se den cuenta que el pueblo Argentino, no es estúpido, que se ha logrado cierta madurez política para ver las trampas.

Dr. J. L. senlle

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jueves, 7 de agosto de 2008

LA SALUD ENFERMA

Son innumerables los problemas que tenemos los médicos para ejercer nuestra profesión aceptablemente.

En los años 90, cuándo el dólar estaba uno a uno con el peso, sufrimos la inmigración de médicos de todas partes de Latinoamérica, motivo por el cual, las guardias medicas habían bajado su precio, por la oferta de médicos, mientras que médicos argentinos quedaban sin trabajo, según el empresariado, cobrábamos muy caro, vivimos la gran fuga de capitales hacia Perú, Bolivia, Paraguay, Colombia y Venezuela.

Cuando la época de plata dulce terminó, los precios de la guardia médica quedaron bajos y sin médicos, por que los trabajadores de la salud latinoamericanos, habían emigrado nuevamente a sus países de origen y nos dejaron el tendal de mala praxis y un precio de la demanda por guardia muy bajo.

Entre los años 2001 y 2003, la salud en argentina, se vio deteriorada por falta de médicos y con bajos precios, todo esto con la pasividad de los colegios de médicos de la provincia de buenos aires, que es o debería ser, un organismo de control, tanto en lo laboral, como en lo sanitario.

Luego de ese año, comenzó la debacle de todo el sistema de salud, faltaron médicos, para requerimiento mínimo de la demanda sanitaria, y con bajos sueldos. Los médicos recién recibidos, seducidos para la demanda callejera, se suben a una ambulancia, sin tener experiencia ni formación y atienden en un domicilio desde una angina hasta un infarto, recorriendo las calles con sirena y arriesgando su vida por un módico precio, resignando su formación médica. Mientras que los empresarios de la salud privada, se llenan los bolsillos a costa del pobre trabajo sanitario de un profesional no capacitado y realizando contratos millonarios con obras sociales y sindicatos.

¿Cómo estamos hoy?, simple de explicar, y como era previsible; los empresarios, la mayoría médicos que vivieron de los colegas todos estos años y los no médicos, invirtieron en monstruos edificios, convirtiendo a la salud privada en grandes centros de confort con baja calidad medica, engañando a la gente con tecnología y cobrando por esa aparato logia como si estuviéramos en Estados Unidos, haciendo negocio con empresas de emergencias pre hospitalarias no capacitadas para una atención en domicilio o vía publica y haciendo creer a la gente, que con un electrocardiograma en domicilio cura su enfermedad y pagando con creses el capricho público.

Los más capaces han emigrado o trabajamos en hospitales públicos, sosteniendo un sistema que ya no da para más.

El SAME, a mi entender, el sistema de emergencias pre hospitalario más capacitado del mundo, trabaja como puede para satisfacer la demanda del que no puede pagar y (el que también puede), el dineral que le pide una prepaga, y el hospital público, tan deteriorado por falta de presupuesto, con los mejores profesionales y con bajos sueldos.

¿Cómo se arregla este desastre?, también es simple de explicar, pero un poco más complicado de realizar.

Lo que se deberá hacer es colocar un medico sanitarista en la función de ministro, lo digo en función a su capacidad operativa. Con presupuesto suficiente y voluntad política presidencial para su solución.

Derogar la ley de colegiación medica en la provincia de Buenos Aires, ya que no cumplen función alguna, favoreciendo la corrupción del sistema.

Los médicos deberían trabajar con matricula nacional solamente, sin la matricula provincial, que se paga anualmente, no cumpliendo función. Y la caja de previsión social y seguro medico, también es inútil y no queda claro para que sirve.

Restringir la entrada al país, de médicos de dudosa procedencia, de universidades no locales.

Aumentar el cupo de residencias médicas, para capacitación médica a todos los colegas recién recibidos, favoreciendo así, la excelencia que alguna vez tuvimos.

Aumentar el sueldo medico, acorde con la capacidad, función y experiencia.

Lo más importante en salud, es la inversión en educación médica, ya que tenemos la Universidad de Buenos Aires, que a mí entender, debería ser líder mundial en educación.

Dr. Jose L. Senlle

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domingo, 3 de agosto de 2008

Psicología del tirano

Abordé este asunto en el programa Hora clave y recibí tantos pedidos para que lo escribiera, que cedo al reclamo. No dije nada original, porque ya lo había desarrollado en uno de mis libros. En él me baso de nuevo ahora.

Sostuve que existe un "romance secreto" con los tiranos, a quienes se llama, según las épocas, caudillos, dictadores, "mano dura", personalidad carismática o jefe autoritario. Por ejemplo, los caudillos, dueños de vidas y haciendas, eran adorados por su valentía, su crueldad, su viveza, su obstinación y hasta su generosidad caprichosa. Gobernaban como un rey, pero no como cualquier rey, sino como un tirano, según el clásico modelo que nos viene de la antigua Grecia.

Ricardo Moscone, mientras realizaba una prolija investigación para componer su exhaustiva biografía sobre Sócrates, revisó las frecuentes condenas a la tiranía que realizaban los autores de aquel tiempo. Advirtió que Sófocles quizás haya intitulado su tragedia inmortal con el nombre Edipo , a secas. Dijo que tal vez haya preferido Edipo tirano . No Edipo rey , porque la palabra "rey" sólo es pronunciada una vez, hacia el final. La palabra "tirano" es repetida siete veces.

Freud se inspiró en esa tragedia para identificar el conflicto nuclear de la neurosis, debido al incesto que Edipo comete con su madre y por haber asesinado a su padre. En la Europa victoriana, cuando el psicoanálisis realizaba sus primeros avances, era decisivo poner el acento en estos puntos. Pero quedaban en la sombra otros, de gran riqueza. El complejo de Edipo, centrado en esos dos aspectos, adquirió un enorme desarrollo teórico; no así, en cambio, otro elemento básico: la tiranía, que esa obra expone de un modo magistral.

El desarrollo del argumento se adelanta a la técnica de las novelas policiales, porque desde el comienzo presenta un enigma por resolver: la causa de la peste que asolaba a Tebas. La peste no eran ratas o piojos o culebras venenosas. La peste innominada, en realidad, eran la tiranía y sus manejos. Edipo es un tirano que reúne en su personalidad y conducta todas las lacras. Desconoce la jerarquía y dignidad del prójimo debido a su narcisismo. Tiene tanto odio que enajena antiguos vínculos y hasta lazos de sangre. No ama ni le alcanza lo mucho que ya tiene. Lo asaltan accesos de furia. Grita fuerte e insulta, grosero. Su cabeza está nublada por una incesante paranoia, que no le da reposo. Es incapaz de escuchar los buenos consejos cuando se oponen a sus deseos o puntos de vista y considera enemigos detestables a quienes los formulan. No soporta ninguna derrota. No admite errores. Su superyó es destructivo, por lo cual es impotente para comprender al otro que, si no se doblega, lo acusa de enemigo. Le hierve el anhelo de venganza contra quienes considera un obstáculo para sus ambiciones, aunque antes lo hayan servido como súbditos obedientes.

La obra también revela que una tiranía puede instalarse por decisión popular. Edipo es elegido por los ciudadanos de Tebas. En este aspecto, no podemos sino redoblar nuestra admiración por Sófocles, que hace 2500 años nos advertía que los tiranos pueden acceder al poder con aplausos y felicidad comunitaria. Hitler fue elegido. Chávez fue elegido. Eso no garantiza que una vez en el trono, mantengan la ley y merezcan ser alabados como demócratas. No alcanza la elección: es determinante cómo se procede después. Si después corrompen las instituciones, persiguen a los que piensan diferente, generan confrontaciones para justificar los desquites y realizan una apropiación indebida del patrimonio ajeno, la presunta democracia pasa a ser una tiranía.

El retumbante coro de la tragedia Edipo tirano exige conservar las leyes. Porque son las leyes lo primero que profana el tirano, esa singular peste de la sociedad. Después el coro señala que la intemperancia engendra a los tiranos y que, si llegan muy arriba, se despeñan, con dolorosas consecuencias para todos.

En Grecia, el vocablo tyrannos se aplicaba a dioses y hombres. Se refería al poder absoluto y arbitrario que no respetaba la ley, cuyas normas debían flotar por encima de ellos mismos. Es un tyrannos quien adopta medidas despóticas que incluyen la fuerza: castiga, destituye, descalifica, persigue, destierra y hasta mata. El tyrannos es violento. Es rencoroso. Prefiere permanecer ensimismado, encerrado, sólo accesible a los aduladores, para sostener su mundo ilusorio, autista. Ignora la piedad y el perdón, que considera signos de peligrosa debilidad o derrota. Jamás se pone en el lugar del prójimo, al que, en general, desprecia cuando no le sirve. Considera que merece que todo le pertenezca. Por eso se dedica a confiscar los bienes ajenos. Y no lo frena el pudor al mentir, en especial cuando asegura que ayuda a los pobres y débiles. Pero los pobres siguen siendo pobres, para constituir su ejército ciego, ignorante, que lo apoya para continuar atornillado en el poder. Dice que gobierna para todos, pero es mentira, porque margina sin clemencia a quienes no bajan la cabeza ante él ni doblan la rodilla. Le fallan las percepciones debido a la omnipotencia de su mente inmadura. Su soberbia requiere una reiterada convalidación por parte de los aduladores, que deben servirle halagos como si fuesen el pan de cada día. Es un negador tenaz de la realidad, a la que le impide que llegue a su retina. Por eso, Edipo termina arrancándose los ojos: ojos que se negaron a ver.

Es notable que, cuando ya había perdido su cetro y, pese a semejante debacle quería seguir mandando, su sucesor, el tirano Creonte, le reprochó: "No quieras mandar en todo, Edipo, cuando incluso aquello en que triunfaste no te ha dado provecho en la vida".

Según Plutarco, uno de los famosos sabios de Grecia, llamado Bías de Priene, cuando fue interrogado sobre los animales salvajes, contestó de esta forma: "De los animales salvajes, el más feroz es el tirano, y de los animales domésticos, el más peligroso es el adulador". Podemos agregar que ambos se complementan y nutren bebiéndose la misma sangre.

En la Argentina hemos disfrutado puestas escénicas inolvidables de la tragedia de Sófocles. El psicoanálisis ha cepillado hasta la raíz, ida y vuelta, el complejo de Edipo. No obstante, el tirano que los griegos clásicos nos aconsejaban mantener lejos, como un mal endémico, sigue vigente en el querer secreto de la sociedad. Por eso los elegimos, por eso no les ponemos límites o incluso negamos que tengan rasgos ominosos. No denunciamos con fuerza sus defectos, sus vicios y abusos, sino que tendemos a racionalizarlos, a menudo por miedo o intereses egoístas. Franjas importantes -por motivos espurios, a veces; por obnubilación emotiva, otras- tienden a seguir confiando en que cumplirán sus promesas de brindarnos un país mejor y superarán el retroceso que padecemos en casi todos los órdenes. Dicen que son ellos quienes combatirán el dragón que nos chupa la riqueza, nos hace trampas, nos devasta. Sus promesas son altisonantes y aseguran reivindicaciones, ecuanimidad, progreso; aseguran ser lo mejor de la historia. Pero el progreso se reduce a engordar sus propios bolsillos y los del círculo de amigos incondicionales (que tienen la etiqueta de ese animal doméstico y dañino llamado adulador).

Los tiranos, una vez encaramados, sobre el paño verde de la ruleta nacional, barren como un crupier todas las fichas al alcance de su rastrillo. Se ocupan, desde el alba de su gestión, en destruir los controles y los frenos que puedan bloquear sus propósitos. Algunos son más prudentes y disimulados; otros se envalentonan hasta la náusea. No consideran que la corrupción sea inmoral si lleva agua a su molino.

La corrupción, en sus manos, es una herramienta adicional para mantener puesta una soga en el cuello de los cómplices: así no hablan ni se sublevan. El tirano puede ser todo lo maligno que se quiera, pero no es tonto.

Sus efectos deletéreos no se limitan a la gestión, sino a la degenerada ejemplaridad que inyectan en sus familiares, seguidores y el resto de los habitantes. Eduardo Fidanza me recordó un pasaje del libro Masa y poder , de Elías Canetti, donde titila este caso impresionante: "Cuando en la corte de Uganda reía el rey, reían todos; cuando estornudaba, estornudaban todos; cuando tenía un enfriamiento, todos aseguraban tenerlo; si se cortaba el pelo, todos se hacían cortar el pelo". Pero esa ejemplaridad producía consecuencias graves, porque implicaba coacción: "Que él estornude significa: ¡estornudad! Que se caiga del caballo: ¡caed!" Todo apuntaba a reforzar su dominio. Sus gestos y expresiones debían ser celebrados con aplausos y también se debía alentar su repetición. "Pocos logran sustraerse de la obligación que emana de mil manos aplaudiendo", enfatiza Canetti.

El premio Nobel va más lejos aún, cuando indica que el ámbito donde sucede lo que ha descrito se llama corte. Por eso "hacer la corte" y "adular" son sinónimos. La corte está infectada de subordinación y servilismo. "Cortesano" es una persona obsequiosa con su superior, un vasallo. ¡Cómo abundan!

Y aquí cierro el artículo. Cualquier semejanza con nuestra realidad nacional no es pura coincidencia, sino que queda a criterio del lector.

Por Marcos Aguinis
Para LA NACION

sábado, 2 de agosto de 2008

EL MONJE NEGRO

Los legisladores K, de la legislatura porteña, se reunieron ésta semana, con el renunciante jefe de gabinete, Alberto Fernández, ésta reunión, se llevó a cabo en un lujoso restaurante de puerto Madero.

El monje negro,(ejecutor de órdenes precisas del poder central, sin pensar ni preguntar), les dijo a los legisladores, que su jefe continuaba siendo Néstor Kirchner, pese a haber renunciado en contra de la voluntad del presidente del intervenido partido justicialista y de la presidente de la república.

El hombre, acordó con sus jefe K que una vez que se enfríe ésta situación, se sentaran a dialogar sobre el futuro del PJ capital. Además de ser el referente K en la ciudad, tiene el cargo de secretario general del consejo nacional justicialista.

El partido justicialista porteño, lo apoya simplemente por los cargos que ostenta.

El monje, quiere rearmar el PJ porteño, luego de 5 años a la deriva estando él como presidente y beneficiando la elección del candidato Pro para la jefatura de gobierno.

Estimo que el PJ porteño, actualmente desmembrado por una conducción no existente, ya que será muy difícil convencer a todos los justicialistas de decisiones futuras, sin legitimar el poder actual mediante elecciones internas.

Dr. J.L. SENLLE

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