domingo, 31 de octubre de 2010

VENGANZA O LOS PARALELISMOS DE LA HISTORIA

Lorenzo de Medicis, fue un estadista nacido en 1 de enero de 1449, sus contemporáneos lo conocieron como Lorenzo El Magnífico, su vida coincidió con la cúspide del renacimiento medieval, la edad de oro de Florencia. Su abuelo, Cósimo de Medicis, fundó el primer imperio bancario de la historia y gasto parte de su fortuna en acciones de gobierno, el padre de Lorenzo, también desempeño un papel importante en la política de la ciudad por aquellos años.
Lorenzo fue considerado el más inteligente de cinco hermanos y cuyo tutor, fue el diplomático Gentile Becchi.
Con veinte años y a la muerte de su padre, se hizo cargo del estado florentino, apoyado por el reino de Nápoles.
Un domingo de abril, de 1478, concurrió a misa con su hermano Juliano de Medicis, el cual, fue asesinado por un puñal en la espada, por un miembro de la familia rival, Los Pazzi; Lorenzo, escapó de la iglesia, con el dolor de la muerte de su hermano.
Este hecho, conocido en la historia como la conspiración de los Pazzi, desató una escalada de violencia por parte de la familia Medicis hacia toda la ciudad de Florencia y ésa actitud llevó a la historia a considerar a Lorenzo como un déspota.
La historia sigue cuando un joven monje llamado Girolamo Savonarola carga públicamente contra la descendencia y maldad de la ciudad y cuando Lorenzo muere en 1492, Savonarola lleva a la ciudad hacia la furia de la purificación fundamentalista quemando todo lo perteneciente a los Medicis en la plaza pública, hecho conocido en la historia como la Hoguera de las Vanidades.
Ahora bien, el por qué de ésta historia: se puede comparar la muerte de Néstor Kirchner, con el humillante asesinato de Juliano de Medicis; según la historia, sobreviene una escalada de violencia que pondrá en vilo a la república.
El ejército de mercenarios, descripto por Maquiavelo, quedó descabezado por la muerte de éste personaje que pretendió ser como Cósimo o Lorenzo el magnífico, con violencia y afán de venganza.
La pacificación de la nación depende de la templanza de una Sra. que posee un ejército sin conducción y con mucho odio al frente, que no sabe cuál es su enemigo, porque su lider no dejó claro contra que o quienes luchaban.
Se abren nuevos caminos, la oposición es pacifista y no va a luchar contra ningún ejército sin conducción.
Lo que molesta es la incertidumbre, de nunca haber tenido un plan, un proyecto y una conducción pacifica.
Se verá en los próximos días, como parte de la corte asume el duelo. La templanza, inteligencia y alquimia de una Sra. herida por la muerte, transformen algo amorfo en algo constructivo para la nación.
José Luis Senlle
www.jsenlle.blogspot.com

viernes, 29 de octubre de 2010

QUIEN MATO A NESTOR KIRCHNER?

27 de Octubre de 2010, 10 hs., todos los medios estallan con la información, que ya no era primicia.
MURIO NESTOR KIRCHNER!!!!!
La muerte fue calificada como infarto agudo, seguido de un paro cardio respiratorio.
Pero en realidad Kirchner murió asesinado. El primer culpable fue el mismo, con su irresponsable y omnipotente actitud luego de su cardioplastia.
Hubo cómplices, inductores a este suicidio anunciado.
Moyano, Bonafini, Anibal Fernández y parte de su entorno obsecuente, que acusaban a quienes le sugerían que se tome unas prudentes vacaciones y que disminuya su ritmo de actividad, de "enemigos que lo querían sacar del medio".
Y lo invitaban a más y más reuniones en que sus actitudes violentas y provocadoras generaban crisis tras crisis.
En su oportunista odio, tratando de destruir a sus enemigos, cometió errores por imprudencia o por mal asesoramiento . Las acusaciones sobre la compra de Papel Prensa, le generaron furias que no podía soportar, pero nadie le advirtió como fueron los hechos. Papaleo, era la garantía de las acusaciones, ni la prudencia ni la experiencia, ni el recordar quién era este teniente de López Rega, le sirvieron para tomarse un minuto y reflexionar.
Era Don Quijote lanzado contra los molinos de viento, y no quería oír a los Sancho Panza que lo acompañaban (si es que tenía alguno con el coraje de informarlo).
Se da la paradoja, que eran los “enemigos políticos”, quienes le aconsejaban bien, los médicos no ignorábamos la gravedad de su estado, sus ojeras y palidez de las últimas apariciones públicas no reflejaban salud, pero sus “amigos”, sus “aliados”lo alentaban a más y más.
No, no fue el destino que se lo llevó prematuramente, fue un asesinato más, que quedará impune en esta Argentina violenta.
Espero que la presidenta, en el tiempo que le queda de gobierno, entienda quienes son los que buscan el poder con el solo objetivo de llenarse los bolsillos, y quienes tienen aún vocación para recuperar una argentina en paz social y democracia plena.
Hoy Néstor Kirchner es historia………..
Alberto Schvarzer

miércoles, 27 de octubre de 2010

LA MUERTE DEL LIDER.

La muerte repentina de un líder siempre es un evento traumático en cualquier grupo humano. El grupo está habituado a un estilo de mando, a una manera de obedecer. Esto se da tanto en los que siguen al líder como en sus detractores. Por una característica de lo humano, los individuos se adaptan a los líderes, si estos ejercen su mandato largo tiempo. Cuáles son los efectos inmediatos de esta muerte? Primero el estupor, desde luego, el golpe de la conciencia de la muerte que no termina de ser asimilado e implica un parate mental que genera una parálisis de la conducta. El individuo no sabe qué hacer. Después la incredulidad, una irracional esperanza de que la noticia no sea cierta, que haya un error. En realidad, esto es una defensa y un ganar tiempo para que la mente se pueda ubicar en la situación. Este periodo es variable en cada individuo. A esta etapa le sigue la aceptación y, finalmente, la resignación ante la pérdida del conductor. El darse cuenta que se ha perdido al conductor genera incertidumbre y con ella el temor por un orden nuevo, no previsto, impensado. Inevitablemente la flecha del pensamiento cambia de sentido, del fallecido gira hacia el individuo vivo: qué pasará conmigo ante esta nueva circunstancia? Qué pasará con lo que he ganado o conseguido con el antiguo líder? Este egoísmo está siempre presente una vez que se despejó algo de la conciencia.

La radiación del las etapas que he planteado es más intensa entre los seguidores inmediatos del líder y va aminorando a media que se aleja del centro de poder. Ocurre una expectación generalizada sobre lo que pasará de ahora en más. Es vital que el líder suplente emita un mensaje tranquilizador, así como los líderes opositores deben manifestarse en pro de la continuidad del sistema tal como estaba. En estos momentos la mente de la gente no está para discusiones o propuestas contrapuestas. De ser así se puede desembocar en una crisis grave e irreversible. Después de la muerte es el tiempo de la serenidad. Del mensaje de calma. Los contrincantes deben envainar las espadas y reflexionar. Necesitan, imperiosamente, que los ánimos se calmen. Que aquellos que viven con dolor la muerte del jefe no trastoquen ese dolor en ira. Que aquellos que lo odiaron se llamen a sosiego y no despierten con su alivio o su alegría la ira de los dolientes.

Esta muerte, sin embargo, tiene muchas particularidades. No murió un líder común, sino uno muy especial, casi un rey por su manera absolutista de gobernar. Un ser vehemente que no aceptaba críticas ni otros líderes dentro de su grupo, alguien que no delegaba, que ejercía un control hasta en las acciones mínimas, que manejaba el miedo, hasta el terror, entre sus allegados. Los hombres que lo secundaban en su mayoría lo conocían de años y tenían impregnado en su mente este estilo absolutista, refractario a la contradicción y los que en su momento la ejercieron fueron quedando en el camino, de tal forma que los que persistieron constituían el sedimento de ese largo proceso de mando y tenían grabado a fuego la impronta K.

El líder, a su vez, tenía tal convicción de mando que ceñía con naturalidad su corona, afianzada por su experiencia con la doble gobernación, con su periodo presidencial, y su regencia en el periodo actual de gobierno. Pocos se oponían a sus deseos, y los que lo hacían se encontraban con un contrincante tenaz y hostigador que doblegaba sus voluntades rebeldes.

Ha muerto. Y los que quedaron están acostumbrados a obedecer, no a generar iniciativas de mando, no se le estaba permitido en vida del líder.

Es ineludible la batalla por el poder entre los segundos del ex líder, cada uno se verá bendecido como continuador del jefe. Estas turbulencias internas del poder serán más peligrosas para la gobernabilidad que lo que puedan hacer desde afuera los opositores.

La presidente, perdido el referente natural, deberá recurrir más a su instinto para encontrar su estilo propio que a intentar repetir el estilo del líder fallecido. Es, ciertamente, el tiempo de dar un giro nuevo y convocante para apoyarse en las fuerzas significativas del arco político a fin de llegar a buen puerto hasta las próximas elecciones. No será fácil pilotear la infinidad de intereses contrapuestos y las ambiciones desmedidas, coordinarlos hacia una dirección. Pero ella está ahora ahí, en el puesto de mando.

Mientras tanto, los argentinos masticaremos incertidumbres, angustias y sobresaltos, y, aunque fogueados de crisis, también estamos acostumbrados a mantener alta la esperanza a pesar de los más extraños avatares.



Hugo Marietan, octubre 2010

domingo, 24 de octubre de 2010

EL MUERTO QUE SUPIMOS CONSEGUIR… Por Gabriela Pousa

“La violencia es el último refugio del incompetente” Isaac Asimov

¿Cómo analizar un país donde en plena Avenida 9 de Julio se aglomeran camiones a la espera de que la sociedad colabore llevando algún alimento no perecedero para ayudar a la población formoseña -jaqueada por un temporal-, y simultáneamente en la cancha donde se disputa Boca vs Independiente se desata una lluvia de panes como si el hambre fuese una utopía más…?

Es menester comprender que estos pequeños detalles hacen a las grandes diferencias entre un país civilizado y uno sumido en la barbarie. La muerte del militante del Partido Obrero queda deslucida frente a la ignominia que implican estos hechos vividos día tras día. Homicidios, violaciones y hasta trampas legisladas marcan el ritmo de la política vernácula.

Pretender que la Presidente de la Nación se hiciese presente en el lugar donde las inclemencias climáticas hicieron mella es de una ingenuidad supina aunque Formosa pertenezca a la Argentina del mismo modo como El Calafate forma parte de esta geografía.

Para la Jefe de Estado fue suficiente con la fotografía donde la muestran con los pies embarrados, prometiendo soluciones (incumplidas) para quienes sufrieron el alud en Tartagal tiempo atrás. Volver a vivir tamaña epopeya puede que sea progresista pero no es, sin duda, una actitud kichnerista.

Además, ¿cuántos votos pueden cosecharse en esa provincia, y cuántas de las víctimas creerían a esta altura en las promesas que le haría Cristina? Esto explica mejor que cualquier teoría el por qué surgió, repentina, esa suerte de “envidia” hacia el mandatario chileno Sebastián Piñeira, parado inmóvil junto a la mina.

Hay gestos que son necesarios no sólo en política. Sin embargo, de este lado de la cordillera falta tanto humanidad como estrategia, lógica, y si se quiere también hasta demagogia efectiva. Apenas hay espacio para el Twitter donde se evidencia el desdén y la vulgaridad. El “progresismo” presidencial no puede cambiar la comodidad de la residencia presidencial y el hecho de apretar 140 caracteres para esbozar alguna barbaridad, con la molestia de observar que los pobres, míseros y abatidos son una realidad.

En décimas de segundo, el escenario nacional pasa de la amenaza latente al hecho fáctico de la muerte por una premisa que es redundante repetir acá: la violencia es faz intrínseca de la concepción política kirchnerista. Tanto va el cántaro a la fuente…

Véase que ante lo sucedido tras la contienda gremial, no hubo siquiera sorpresa en la ciudadanía. Apenas un “deja vu” y esa fatídica sentencia que nadie quiere escuchar pero resuena con más fuerza: antes o después, era previsible que la sangre corriera.

Las palabras se encarnan en las crónicas del día. No hay premonición ni sexto sentido, apenas la lógica de los acontecimientos y su devenir natural frente a la inacción y a la confusión oportunista de los conceptos. No se trata de represión sino de prevención, vocablo que la dirigencia ha borrado del diccionario de su lengua. La Argentina es zona liberada.

La teoría de la empatía, por otra parte, no es un invento nacional ni mucho menos actual. Y la figura de la pirámide data de tiempos ancestrales. Desde arriba, en la cima, se gesta lo que ha de acontecer en las bases. No hay forma de modificar la naturaleza con vaguedades.

Si de analizar los sucesos que, una vez más, pusieron de manifiesto la corrupción que anida en el seno de los gremios se trata, se verá que donde se ponga el dedo hay una fuente de pus que muestra la podredumbre que anida dentro. La política y el negociado son los socios naturales de los sindicatos. La representación del trabajador, como expusimos una semana atrás cuando todo giraba en torno a la algarabía del poder sindical, es un eufemismo que se pierde en sin sentidos.

La metáfora de la “tercerización” se asemeja a la que utilizan muchos políticos hoy en día. Sin ir más lejos es similar a la ‘limpieza de los campos de concentración’ que utilizara comparativamente Amado Boudou o al ‘secuestro de los goles’ al que alguna vez aludió Fernández de Kirchner. Se trata sí de terceros (o cuartos), en medio de turbios negociados donde sólo cabe -como en la película de Al Capone-, la familia y sus aliados. Ni Hugo Moyano, ni José Pedraza, ni aquellos que abrazaron al líder cegetista tan efusivamente el jueves pasado están al margen del caso.

Qué un “perejil”, como se suele decir en la jerga callejera, esté hoy entre rejas no aporta un ápice a echar luz sobre el tema. Hay sicarios y padrinazgos en el centro de la escena. Hay internas ideológicas o ideologizadas que oscurecen el panorama. Los Kirchner que se suponen los titiriteros de este teatro de tragedias impensadas, en rigor, no manejan nada.

Han dejado hacer y se han vanagloriado de las divisiones creadas. Ahora no se puede dar marcha atrás, hay millones en juego e intereses incalculables. Con sólo caer uno, el efecto dominó será imparable. Por esa razón se tejen hoy en Balcarce 50, tramas de encubrimientos y entregas simuladas.

La realidad, sin embargo, es más palpable que la ficción montada: ante la evidencia cruel de la ‘parca’, y la amenaza de desnudar una cadena pesada de ambiciones, traiciones y mafias, la apuesta oficial no puede ser otra más que redoblar la apuesta hacia la violencia indiscriminada.

La única esperanza la da el hecho de saber que después de toda tempestad llega la calma, pero antes quizás, como decía Delacroix: “hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo”.

domingo, 17 de octubre de 2010

UN CORO: ¿Escuela de Humildad?

Por Hugo Castro
Alguna vez, después de un encuentro coral , alguien tomó la palabra para despedir a las agrupaciones participantes. Y después de agradecer la actuación brindada, les recordó a coreutas y directores que jamás dejen de ser “una escuela de Humildad”.
Esa frase me pegó de tal manera, que descubrí “otra definición de coro”.
Y me puse a reflexionar.
Tal vez podríamos pensar que no apunta a lo artístico, pero si entendemos como arte cualquier actividad o producto realizado por el hombre, con una finalidad estética, de comunicación, con el objetivo de expresar ideas y emociones, me pareció excelente y acertada esta nueva concepción.
Porque la humildad es la actitud básica que posibilita y potencia el crecimiento de todo hombre. Y es el coro integrado por personas de buena voluntad, uno de los centros donde podemos descubrir y poner en práctica esta virtud. Una de las más nobles del espíritu humano.
Las más bella melodía coral interpretada desde lo más íntimo del ser, sin humildad, representa lo mismo que un bello candil que no alumbra. Yupanqui decía: …”Yo voy andando y cantando, que es mi modo de alumbrar”. Y no de Deslumbrar. Que si bien la palabra se define como provocar gran admiración en los demás, si no brota desde el convencimiento de que el canto es “ idea y emoción”, ENTONCES SERÁ UNA EXPRESIÓN VACÍA, HUECA Y para nada sincera.
Siempre sostuve que los coros deben ser integrados por valientes. Coreutas valientes. Directores valientes. Porque la humildad exige valentía, confianza en nosotros mismos, respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Alguien dijo: “La humildad es signo de fortaleza. Ser humilde no significa ser débil y ser soberbio no significa ser fuerte”.
Pero vayamos un poco a la cuestión etimológica, que nos puede aportar una idea más “clarificadora”:
Humildad proviene de humus, tierra fértil, y está emparentada con humor, humanidad. La humildad nos humaniza. Nos permite mirar, además, todo con humor. Podemos concebir la vida como fértil y la persona floreciendo y dando frutos.
Cuántas veces en esta bendita actividad tenemos la sensación de percibir a ciertos “directores” o “agrupaciones” encontrándose en un pedestal. Que miran desde arriba. Que se ubican en otro nivel. Tal vez esto ocurra porque en sus grupos aún no han descubierto la palabra Humildad, sintiendo que ella humaniza y nos hace sentir más afables y familiares.
Jamás debemos olvidar que en un coro todos sabemos algo y todos ignoramos algo. Sin humildad, “el director o el coreuta” difícilmente escuchará al otro, considerándolo demasiado alejado de su “nivel de competencia”.
Por ello es importante que en un coro vibre la palabra “aceptarse”. Término clave que nos ayudará en nuestro crecimiento personal, también.
Esta tarea será siempre inacabada. Cada ensayo, actuación o reunión nos hará ejercitar en ella, descubriendo nuevas realidades que debemos aceptar.
No olvidemos que la humildad no es un concepto, es una conducta, un modo de ser, un modo de vida. Y cada integrante (director y coreuta) debe ir limando muchas de sus impurezas e imperfecciones, pero no sólo desde lo técnico musical, sino desde lo más profundo de su corazón.
Y es que en un coro :
El director debe ser tolerante y el coreuta también.
El coreuta debe ser paciente. El director también.
El director debe ser condescendiente. El coreuta también.
El coreuta debe ser prudente. El director también.
El director debe tener la paciencia. El coreuta también.
El director aporta lo suyo. El coreuta también.
En un clima de ensayo debe predominar la mansedumbre, sin permitir, jamás, perder la esperanza.
Por ello, creo que es beneficioso concebir al coro como una escuela de humildad. Porque quien aprende realmente a ser humilde:
Logra vivir una vida más feliz. Y esa felicidad también se expresa cantando. Si no, ¿para qué se integra un coro, si no es para ser feliz y contagiar esa felicidad a quienes lo rodean?
Experimenta y descubre la armonía musical, pudiendo transferir esa armonía a sí mismo y a los demás.
3- Descubre el ritmo de la serenidad y la tranquilidad
4- Admite la intensidad de sus equivocaciones y puede corregirlas
5- Perdona más rápido
6- Se entrega a ser dirigido, confiando plenamente .
7- Dirige o canta dando seguridad al otro, entendiéndolo como persona que siente y tiene deseos de crecer no sólo como cantante o director.
En esta frecuencia apreciamos lo que tenemos, vivimos y sentimos que un CORO es un gran Regalo para compartir con TODOS y entre TODOS.
Es una simple reflexión.

Unidos en el canto
Hugo Castro

La escucha, fin y necesidad de un Coro (Solamente de un Coro?) CITA CORAL

Hablar y Escuchar son las dos acciones claves de la Comunicación Humana. Tradicionalmente se consideró al Hablar como la fase activa, se trabajó sobre la elaboración de mensajes claros y eficaces, y se relegó al Escuchar a un papel pasivo. Así, quien estaba lo suficientemente atento, escuchaba apropiadamente.
La Ontología del Lenguaje nos propone una nueva mirada, que da una posición de gran importancia a la Escucha, siendo la que habilita y da validez al Hablar.
Esta visión ontológica considera al Escuchar como la conjunción de OIR (netamente biológico) + INTERPRETAR (acción lingüística). La clave de la Escucha, entonces, radica en la interpretación que hace el oyente del mensaje que recibe, y como a partir de ella modifica sus posibilidades de acción.
Rafael Echeverría, en su libro “Ontología del Lenguaje” establece que el mensaje emitido no es el mismo que se recibe, esto es que lo que se dice no es lo mismo que lo que se escucha.
Como observadores únicos que somos, todos tenemos escuchas diferentes, motivadas por nuestra biología (nuestras posibilidades de escuchar varían con la edad, son distintas que las de los animales, etc); el contexto en el que escuchamos (los lugares, de nacimiento y residencia, las épocas, los roles que desempeñamos), la historia personal, nuestras emociones, las distinciones que manejamos, y las interpretaciones que hacemos.
Cada vez que escuchamos, escuchamos: las acciones, (la de decir, la comprendida en ese decir -perdonar, explicar-, y la provocada); las inquietudes (las interpretaciones que hacemos de las intenciones de los otros) las posibilidades (lo que es posible y lo que no) y el alma ( los sentimientos, las emociones profundas, la esencia de los demás).
En una Escucha comprometida, se manifiestan emociones como empatía, gratitud, aceptación, legitimación, comprensión, respeto, etc que son las mismas que buscamos a partir de la necesidad de ser escuchados.
Escuchar efectivamente nos beneficia, permitiéndonos, mejorar nuestra comunicación, aumentar los conocimientos, optimizar relaciones, conocer diferentes posturas, acallar conversaciones internas, trabajar mejor con otros, ganar amigos, reducir tensiones y prever, contener y solucionar conflictos.
Algunas de las actitudes que favorecen una Escucha Comprometida son:
Presentarse (decir “te escucho”, mostrar que ahí estoy, dispuesto); Ser optimista (aunque crea que ya sé lo que me van a decir, darles la posibilidad de que me asombren); Concentrarse en el contenido del mensaje y no en el estilo del que lo emite (¿escucho de igual forma a mi hijo cuando está recién bañado que cuando está tirado en un sillón, comiendo galletitas y mirando la tele?); No adelantar conclusiones ( en la medida en que pienso que sé lo que va a decir el otro lo interrumpo, para decir lo que va a pasar y no lo escucho); No juzgar (¿Cómo puedo escuchar si estoy juzgando que la otra persona habla rápido, se tiñó de un color horrible, etc.etc); No enviar mensajes propios (Si sólo estoy esperando que el otro pare un segundo para decirle lo que quiero, no lo escucho. Mientras escucho, sólo debo hacer eso.); Tratar de entender y no de acordar ( Puedo comprender al otro sin compartir sus opiniones o juicios) y Darse y dar tiempo.
Basando su labor en la escucha de los demás, queriendo “ser escuchados comprometida y eficazmente” un coro es el ámbito propicio para desarrollar un modo de escucharse, unos a otros, precisa, adecuada y nutriciamente. Con el objeto de complementarse mejor, a fin de lograr resultados más rápida y fácilmente, para disfrutar las diversidades. Como forma de lograr un todo que sea mucho más que las partes. Para que al ser escuchados, celebren el haberse escuchado.
¡Hasta la próxima!
Andrea

Andrea Turchi es Consultora Organizacional. Escribe La Columna y el blog A partir de una frase.

sábado, 9 de octubre de 2010

Importante mostrar la verdadera genealogía del Gral. José de San Martín

Les hago llegar un artículo del Director del Centro de Genealogía de Mendoza Mg. Luis Campoy, quien movido por las publicaciones acerca de la genealogía del Gral. San Martín tema este. donde ya existen documentos históricos fehacientes de que todo ello es una fábula, lo que ha sido comprobado por un distinguido historiador de la Universidad Nacional de Cuyo, el Dr. Enrique Díaz Araujo, ya jubilado, quien efectuó las publicaciones correspondientes, pero lamentablemente a través de una editorial de Mendoza que no contaba con una organización adecuada para difundir sus libros en toda la Argentina.

Nuestro director les solicita encarecidamente que lo hagan circular y/o publicar entre los medios afines a nuestros intereses, con el fin de terminar de una vez y para siempre con una prédica falsa y con un superfluo afán de menospreciar el respeto hacia los restos del Gral. San Martín buscando comparar su ADN con el de los progenitores de ficción.
En Los Andes de la provincia de Mendoza del 17 de agosto ppdo., día en que se recuerda los 160 años de la muerte del general José Francisco de San Martín, fecha en que resultaría de buen tono poner de manifiesto los valores que don José encarnó, como mostraron otros articulistas en la misma página del diario, el docente de la Universidad de Buenos Aires Hugo Chumbita volvió a insistir en la habladuría de fines del siglo XX de que nuestro prócer sería hijo adulterino del brigadier español Diego de Alvear y Ponce de León y de la indígena Rosa Guarú, y que fue tomado en adopción por don Juan de San Martín y doña Gregoria Matorras; el mencionado docente también informó que realiza gestiones ante la justicia para obtener elementos de ADN en los restos del Libertador para probar “científicamente” lo que afirma. La fábula se basó en un escrito producto de la imaginación de una nieta del nombrado brigadier, Da. Joaquina Alvear de Arrotea, que tituló “Cronología de mis antepasados”, versión que apareció en publicaciones de nuestro país por parte de los señores Hugo Chumbita y José Ignacio García Hamilton.

A través de los siguientes fundamentos, aportados por el historiador Dr. Enrique Díaz Araujo en los trabajos que se citan en este escrito, se prueba que tal afirmación es completamente falsa:

1. Diego de Alvear (padre de Carlos) fue enviado por España para delimitar en el terreno la frontera con Portugal del Virreinato del Río de la Plata en la región norte de los actuales Argentina y Uruguay. Se sabe que San Martín nació el 25 de febrero de 1778 [1] y que Diego de Alvear, viniendo desde la metrópoli, recién el 25 de febrero de 1783 pasó por Río de Janeiro para dirigirse al punto fronterizo del Chuy, del actual Uruguay, es decir cuando San Martín contaba ya con cinco años de edad; que en 1784 se integró en Montevideo a la Comisión demarcadora de límites, cuando nuestro héroe tenía seis, y que hasta 1792 no estuvo en el pueblo de Yapeyú en sus funciones como demarcador, es decir cuando San Martín era un adolescente de catorce años. Estos datos [2] referidos al viaje de don Diego de Alvear y Ponce de León han sido tomados del libro que publicó en Madrid en 1891 Sabina de Alvear y Ward, hija de don Diego, bajo el título de Historia de Diego de Alvear y Ponce de León, basado en el Diario [3] que escribió su padre. Un ejemplar de este libro de Sabina de Alvear y Ward está en Washington, la capital de Estados Unidos, donde lo revisó el historiador argentino Cristián García Godoy, que documentó en una comunicación que envió a la Junta de Estudios Históricos de Mendoza. Datos similares ofreció D. Pedro de Angelis publicados en 1910, que mencionamos también en nota [3]. Y existe un tercer libro, pero mucho más divulgado y con los mismos datos, de Gregorio F. Rodríguez titulado Historia de Alvear, y publicado en Buenos Aires en 1913 por la editorial de G. Mendesky e Hijo.

2. Favoreció el falso rumor del que nos ocupamos el hecho de que no se encontró el acta de nacimiento de José Francisco de San Martín, como tampoco de su hermano Justo Rufino (otro al que malévolamente también se podría haber calificado de bastardo), los dos menores, pero sí de sus tres hermanos mayores, encontradas en Uruguay y publicadas por el historiador uruguayo Luis Enrique Azarola Gil [4]. Lo que sucedió es que don Juan de San Martín, padre de José Francisco y de sus hermanos, fue administrador de una estancia denominada “Calera de las Vacas” en Uruguay, donde nacieron sus tres hijos mayores, y luego fue nombrado teniente gobernador del Departamento de las Misiones Occidentales, cuya capital era Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú, donde nacieron Justo Rufino en 1776 y José Francisco en 1778, los dos hermanos menores. La familia San Martín siguió viviendo en el Departamento de Yapeyú hasta fines de 1783, año en que se embarcó hacia España.

3. Años más tarde de que la familia San Martín se domiciliara en España, el 12 de febrero de 1817 fue incendiado y devastado Yapeyú por el ejército portugués del gobernador de Río Grande, marqués de Alegrete, al mando del brigadier Francisco de los Santos Chagas; éste informó al marqués que había devastado la zona en un radio de 50 leguas. El incendio de la iglesia redujo a cenizas toda la documentación existente, incluidas las actas de nacimiento allí guardadas, entre ellas las de Justo Rufino y de José Francisco . Además, para colmo, dice Enrique Díaz Araujo, “el 16 de junio de 1955 otros salvajes quemaron la Curia Metropolitana con sede en Buenos Aires, y con ella el archivo eclesiástico donde se resguardaba el asiento correntino antedicho" [5]. Existe sin embargo el testamento de la madre de D. José, en el cual cita a sus cinco hijos legítimos: “Dejo, instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos a los significados don Manuel Tadeo, don Juan Fermín, doña María Elena, don Justo Rufino y don José Francisco de San Martín y Matorras, mis cinco hijos legítimos y del enunciado don Juan de San Martín, mi difunto marido, para que así se verifique, lo hallen, lleven, gocen y hereden con la bendición de Dios a quien me encomienden" [6].

4. En su artículo “Algo más sobre San Martín" [7] Díaz Araujo menciona la publicación en Rosario de un expediente iniciado por Agustín de Arrotea el 22 de octubre de 1877 por insanía de su cónyuge Joaquina de Alvear de Arrotea, en el que figura el dictamen de los médicos forenses acerca de que dicha señora padecía de paranoia fabuladora, que la llevaba a suponerse emparentada con el Papa Pío IX y con el presidente de Francia Adolfo Thier. Tal insanía fue declarada el mismo año en que la demente escribía su “Cronología de mis antepasados”, donde fabulaba que su abuelo, don Diego de Alvear, hubiera tenido un hijo bastardo con una india correntina, para entregarlo luego en adopción ilegal al matrimonio San Martín.

Es de esperar que la publicación y el conocimiento de este informe hagan propicios el desistir de la difusión de graves afirmaciones que carecen de fundamento y de abandonar la intención de profanar los restos del Padre de la Patria.



Notas

1 El dato fehaciente de que José de San Martín nació en 1778 proviene de la documentación del Ministerio de Educación de la Nación denominada “Documentos para la historia del Libertador General San Martín”. Buenos Aires. 1953: Tomo 1º, p. 417.

2 Enrique Díaz Araujo. 2001. Don José y los chatarreros. Mendoza: Ediciones DIKE, p. 49.

3 El referido diario, titulado Relación geográfica e histórica de la Provincia de Misiones del Brigadier D. Diego de Alvear, fue publicado por Pedro de Angelis en la Colección de obras y documentos relativos a la historia antigua y moderna de la Provincia del Río de la Plata. Buenos Aires: Lajouane, 1910, tomo III, pp. 479-550.

4 Luis Enrique Azarola Gil. 1936. Los San Martín en la Banda Oriental. Buenos Aires: La Facultad, pp.5-6.

5 Enrique Díaz Araujo, Op. Cit.: 50.

6 Comisión Nacional del Centenario “Documentos del Archivo de San Martín”. Buenos Aires, 1910, tomo I, p.26.

7 Enrique Díaz Araujo. 2007. “Algo más sobre San Martín”, en Enrique Díaz Araujo y Omar Alonso Camacho. De golpe en golpe y otros ensayos. Mendoza: Artes Gráficas Unión.



Luis Campoy

Director del Centro de Genealogía de Mendoza
Lic.JoséJorgeCastroEspínola
MendozaArgentina
jjce54@gmail.com