sábado, 23 de junio de 2012

POR LA CONDENA


El sentido de la democracia es parlamentar, dialogar y respetar. Cuando en una democracia falta una de las tres, deja de ser democracia para pasar a ser otra cosa.

La democracia es directa cuando las decisiones son adoptadas directamente por los miembros o parte de los miembros de una nación, por ejemplo los hechos ocurridos en la semana del cabildo abierto de 1810.

En la democracia indirecta o representativa, las decisiones son tomadas por los representantes reconocidos por la sociedad mediante el voto a las Cámaras de Senadores y Diputados, pues el pueblo no gobierna sino por medio de sus representantes.

En la democracia participativa los ciudadanos, con capacidad de asociarse, se organizan de tal modo que pueden ejercer influencia directa sobre las decisiones públicas mediante mecanismos plebiscitarios.

Estas tres formas no son excluyentes unas de las otras y se integran mediante mecanismos complementarios y decisiones políticas.

En Argentina se adopto un sistema Democrático Representativo, Republicano y Federal, ya se hablaba de esto en la Constitución de 1826 y cuando algunas provincias adoptaron un régimen unitario; sobrevino la guerra. Cuando falta algún componente del sistema adoptado, ya sea representativo, ya sea republicano o federal deja de ser sistema democrático adoptado.

Hay cierta confusión entre los conceptos de unitarios y federales, por escrito se adopta un sistema federal pero en la práctica, se utiliza el unitario.

En un verdadero sistema democrático los representantes del pueblo no actúan solos, escuchan a sus representados, a los votantes que lo pusieron en algunas los escaños, si ese representante no escucha a los de abajo, desviando su oído a los de arriba, llámese Poder Ejecutivo, deja de ser democracia para pasar a ser una dictadura. Es por eso, que cuando el representado, que es el pueblo, no se siente oído por su representante, pasa a gritar en la calle, formando ya una democracia directa.

Cuando el poder ejecutivo desoye las manifestaciones populares y las reprime, consolida la dictadura. Cuando un pueblo paga impuestos excesivos y no ve lo que se hace con ellos, o ve que se destinan a otros fines que no acepta, el pueblo sale a la calle en forma de protesta y reclama democracia.

Es el derecho del habitante de bien ser auditor de su gobierno y si el gobierno carece de explicaciones, el auditor debe escarmentarlo, corrigiéndolo y no esperar a las próximas elecciones, manifestemos por la condena a la antidemocracia, para que el país no caiga.

Tenemos un País, tenemos un Gobierno, pero, ¿tenemos Democracia como nuestra Constitución lo define?

José Luis Senlle

www.jsenlle.blogspot.com.ar

miércoles, 20 de junio de 2012

FRANKENSTEIN.


Para manejar el poder, lo primero que hay que hacer es distribuirlo. Cuando un gobierno democrático pretende manejarlo todo deja de ser democrático para pasar a ser una dictadura.

Ocho años de dictadura dando dádivas a los pobres, en lugar de solucionar el problema, entregando poder económico a jóvenes inexpertos en estrategias y tomando a los transportes y movilización como líder y entregarle todo el poder, es un error fatal.

Imaginemos que estamos en una guerra contra un país y la defensa depende de las armas que el enemigo nos vendió.

Para crear un monstruo, lo primero que el gobernante debe tener en mente es como eliminarlo, porque sino el monstruo se come al gobernante; ésta estrategia es tan antigua como “Frankenstein” libro escrito en 1818 por Mary Shelley.

Ahora bien, cuando un gobierno es débil, tratará de no demostrar su debilidad, abriendo varios frentes tácticos y estratégicos, que si uno le sale bien y teniendo un buen aparato de propaganda, se podría vender ése logro como ganancia; otro error fatal, demostrado en la segunda guerra mundial por la dupla Hitler-Goebbels.

Cuando alguien abre varios frentes estresantes y no puede cerrar ninguno, se cae en depresión sin darse cuenta que se suicida.

Las primeras fugas en los frentes son los aspectos económicos, cuando hay corrupción y pretende mentirse con estadísticas falsas es el primer paso hacia el precipicio.

El silencio de los que saben también es un acto suicida por parte de la dictadura; si la dictadura no se abre, cae y pasa a gobernar “Frankenstein” ideando otra dictadura.

A la dictadura sindical no le queda otra cosa que luchar contra la dictadura gubernamental y parlamentaria, ya que los corruptos han infiltrado todo el “estáblishment”. Y está bien lo que pasa; hay una guerra entre el monstruo y su creador y el pueblo ya no es un mero espectador de la maraña.

El pueblo está encerrado en una lucha de titanes, por un lado Perseo y por el otro Medusa, sabemos quién gana pero… ¿alguien sabe como fue el gobierno de Perseo?

José Luis Senlle.

sábado, 16 de junio de 2012

EL HOMBRE. Parte dos.


Podemos decir que se conocen dos tipos de vidas bien definidas en el ser humano: Una llamada vida activa y la otra es la vida intensa.

No es lo mismo vivir activa que intensamente. Vivir una vida activa es estar pendiente del trabajo, del estudio, de las cosas materiales, no teniendo el tiempo suficiente para dedicarse a otros menesteres como el cuidado de sí mismo.

La vida cotidiana hace que aumentemos nuestro trabajo para poder mantener lo material que teóricamente nos hace felices, no es nada más ni nada menos que una pobre ilusión de lo que lleva la vida. Esta vida, la vida activa, es una vida hacia afuera del hombre, es una lucha del hombre por tener y poseer donde impera la envidia y la competitividad.

La vida intensa es la vida del auto conocimiento, el conocerse a sí mismo; nosce te ipsum como lo decía Sócrates; entonces, ¿Para qué el hombre necesita o pretende conocerse a sí mismo?

El hombre debe conocerse a sí mismo para perfeccionarse, para no quedarse con dudas o para quedarse con la menor cantidad de dudas posibles y acercarse a la verdad, a Dios a la esa deidad que no tiene nombre.

Y si bien es cierto que el todo está en el todo y todo está en todas las cosas; nos referimos al todo dentro de sí, que Dios se encuentra en nosotros. El todo es mental; todo es doble y dual, así como el hombre posee el cuerpo y el alma.

El camino del auto conocimiento es duro, difícil, trabajoso, sinuoso y para ello debe contarse con voluntad, despojo y tiempo. Este camino no se termina nunca y es una elección de vida, vida de sacrificios y trabajos.

La regla que mide el tiempo para el trabajo, ese tiempo utilizado para fines nobles como es el conocimiento de sí mismo, los antiguos sabios lo llamaban “Ocio”.

Cuando se carece de “regla” como reloj y ley, se carece de ocio para negarlo y la negación del ocio se llama “Negocio” entrando fácilmente en la vida activa, sin reglas claras para el “si” ni para los otros sufriendo una enfermedad como es el “stress” como consecuencia del activismo de la vida “PRO” que es la vida hacia afuera.

El carecer de “regla tiempo” como consecuencia del Neg-ocio sostenido a lo largo del tiempo enferma y mata por stress, depresión y la falta de vida “INtroyectiva” hacia adentro.

A tal punto de la discusión se llega a la conclusión que el hombre para ser hombre debe tener en claro que posee dentro suyo algo que se llama “Alma”.

El alma, del latín “anima” se usaba para designar el principio por el cual los seres animados estaban dotados de movimiento; espíritu es el aliento del ánima.

Platón consideraba al alma como la dimensión más importante del ser humano. Hablaba de ella como si estuviese encarcelada en un cuerpo, idea prestada del orfismo. Timeo decía que estaba compuesta de lo idéntico y lo diverso que era “sustancia” que el Demiurgo usó para crear el alma cósmica y los demás astros, creía en dos almas: la pasional que residía en el tórax y la apetitiva que estaba en el abdomen.

Aristóteles la define como psique y forma una unidad sustancial entre materia y forma que son inseparables en los seres vivos, se desprende de su definición la visión dual del hombre, cuerpo y alma. Mientras el cuerpo es la materia corruptible y tangible, el alma es incorrupta e intangible.

Tomás de Aquino plantea una definición aristotélica, antropológica y a su vez, Platónica.

Dejando de lado el pensamiento occidental posterior a éstas definiciones y volviendo al alma como psique o mente es imposible no mencionar a los siete principios Herméticos de la verdad.

Los principios de Mentalismo, Correspondencia, Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y efecto y Generación.

“La mente así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación es una práctica, un método de arte mental”.

En los actuales momentos en el mundo hay un afán por el saber. Los centros de educación se multiplican. La gente se está dando cuenta que el conocimiento abre nuevas perspectivas, tanto laborales como intelectuales y sociales. Pero es importante anotar que los títulos no bastan para lograr el desarrollo humano. Todos sabemos que la indelicadeza con el tesoro público y la corrupción administrativa no son obras de simples analfabetos. Es más, el “doctor” sin los valores éticos y morales es una amenaza para la sociedad, para la estabilidad de las instituciones republicanas y para la permanencia del género humano sobre la faz de la Tierra. De ahí que las entidades educativas deben empeñarse en formar hombres que no sólo dominen la ciencia, sino que sean modelos de virtudes. En ese sentido, se propone una educación laica, que garantice una verdadera libertad de conciencia, para que la humanidad marche hacia una moral sin dogmas y pueda superar “la minoría de edad”, según la expresión kantiana, iluminada por la intelligenttia surgida del portentoso avance de las ciencias.

Mediante lo expuesto, nos queda claro que el hombre es cuerpo y alma, poniendo el esmero y con medida que el alma es la expresión divina puesto en el seno del ser.

Que el hombre debe ser medido y con metas de crecimiento claras para poder abrirse paso a las sombras de la mediocridad, conocerse a si mismo corresponde conocer el medio y el camino para salir de la oscuridad de la caverna, aquel mito del que habla Platón.

Que carecer del tiempo es permanecer en la ignorancia y vivir profanamente es ser perezoso para sí y con los demás.

Que el hombre virtuoso, trasciende alquímicamente, todo lo que toca, que necesita de los otros para llegar a las metas en común, que admitiendo su intrascendencia física adquiere menos prejuicios y más cualidades, que a cada etapa de crecimiento, se enfrentara con desafíos mayores. El hombre pacientemente modelado, éticamente íntegro cuya visión amorosa se despliega al infinito, entrega generosamente lo que es y sabe al otro, a la sociedad, en definitiva al éter, pues sabe que ya en lo cósmico, todo se replica y multiplica, para su propio bien y el de toda la humanidad.

José Luis Senlle

sábado, 9 de junio de 2012

EL HOMBRE. Parte uno.


"Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par".

"Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría".

¿Qué es el hombre?

Los seres humanos formamos una especie común y las diferencias físicas que tenemos en los rasgos fisonómicos, color de piel, altura y otras peculiaridades, se deben a las influencias del medio ambiente en el que cada raza tuvo que adaptarse. El hombre se asocia a la naturaleza aprovechando lo que ésta le ofrece. El mundo es un solo país con distintas adaptaciones al medio en que vive.

No interviene el azar cuando se combinan genomas de diferentes individuos en la especie.

Tomamos al hombre como un todo y dentro de ese todo se encuentra la dualidad cuerpo y alma. El nacimiento, desarrollo del espíritu y la evolución cualitativa de la inteligencia humana con sentido humanístico son dos herramientas poderosas que pueden contener y reducir tanto como se quiera el instinto de agresión innato que posee el hombre.

El desarrollo de la inteligencia mostró a los seres humanos la conveniencia de sumar esfuerzos para aumentar el “poder de caza” y la mayor capacidad de recolección de alimentos. El paso del individuo solitario a la integración en hordas fue un verdadero adelanto social, más avanzado aún fue el acuerdo entre hordas que permitió al hombre ser un animal solitario para dar paso al Homo Habilis, Erectus, y finalmente Homo Sapiens.

El hombre fue adquiriendo ventajas competitivas en relación con las demás especies animales, convirtiéndose en la especie dominante.

La evolución cerebral hace que el hombre moderno sea un verdadero injerto entre de un animal, prisionero de sus instintos y una inteligencia que le permite tener conciencia de sus actos y el darse cuenta de su propia existencia. Ello le permite distinguir entre el bien y el mal y dotarlo de una voluntad para adoptar una conducta moral; también lo conduce a sobrellevar verdaderos conflictos con el ciego mandato de los instintos.

La creciente y compleja vida grupal va dando origen a la cultura que se ha elevado en calidad cuando los hombres llegan a crear la sociedad de la ley, cuyo fin es el logro del bien común.

Los hombres no podrían nunca construir una sociedad como la de las abejas o como la de las hormigas porque se lo impediría su inteligencia, que lo hace consciente de su propia existencia creando dos fuerzas antagónicas. Por un lado, sus propios intereses como individuo que lo llevan a rechazar a unirse a sus congéneres. Por otro lado, su capacidad de raciocinio le ha ido mostrando no solo la conveniencia de unirse a los demás por cuestiones materiales, sino también por fuerzas afectivas basadas en la creciente solidaridad que se le ha ido desarrollando en millones de años, su inteligencia le hace comprender que cada avance en lo social y hacia la solidaridad, que cada ventaja competitiva adquirida le daba mayores poderes y alcances; han prevalecido los logros obtenidos gracias a esas ventajas competitivas.

Los obstáculos que se oponen al progreso humanitario del hombre son las pasiones que hacen sufrir a los individuos, quienes anhelan poseer las cosas que desean. Las pasiones se agudizan cuando ven cerca lo deseado y en posesión de otros hombres, así es como se desatan las agresiones, las envidias y los odios que no pueden ser atenuados por las esperanzas de obtenerlas en mayores cantidades si colaboran con los otros hombres, en lugar de envidiarlos u odiarlos y, llegado el caso, agredirlos para despojarlos.

Las pasiones lo impulsan a tratar de ser el más poderoso, el más admirado, el mejor. Eso le da fuerzas para luchar por el poder que dará un sentido trascendental a su vida, porque el hombre a diferencia del animal, tiene conciencia de sí mismo y por lo tanto se mide con los demás. Cree que con el poder total, su vida logrará su sentido pleno y verdadero.

La verdadera historia del hombre es la de la evolución de la inteligencia humana, que si bien puede actuar independientemente de su voluntad, no es ajena a ella. A partir del homo Sapiens Sapiens los seres humanos comienzan a tener pensamientos trascendentes y el proceso culminaría cuando la función cerebral comienza a independizarse de las manos y se convierte en órgano receptor y procesador de información.

El hombre es la sumatoria de animal más conciencia de sí mismo y esa conciencia se transmite de generación en generación, no dejando de ser animal, una animal pensante. Lo espiritual constituye una forma particular y superior de vida que tuvo su origen cuando apareció el pensamiento conceptual, y esto fue posible con el cambio cualitativo de la inteligencia en el hombre, lo cual le permitió no solo saber y aprender cosas sino también darse cuenta que sabía y aprendía. Los hombres cuando comienzan a obrar socialmente constituyen un conjunto supraindividual que resume la esencia del espíritu humano, se produce una obra compuesta por muchos cerebros que actúan en forma conjunta e interdependiente con factores de desarrollo del conocimiento y de la cultura.

La forma de transmisión es más rápida que la genética pues la comunicación entre los hombres y entre las diferentes culturas es instantánea.

Sabiendo que el hombre es un animal inteligente y el instinto es común a todos los animales, se infiere que al hablar del hombre se habla de su inteligencia, de su alma y de su vida.


José Luis Senlle.

PRIMERA PARTE.

sábado, 2 de junio de 2012

LA CONQUISTA DEL PARAÍSO "CONTROLADO".

Oscura ciudad, ya sin luces para el alumbramiento de nuevas ideas. Los nacionales que hace seis meses creyeron que era mejor malo conocido que bueno por conocer, les toca salir con latas de aluminio para seguir creyendo que el pensamiento único avala la superioridad del conocimiento.

Las cucharas de madera golpean contra el aluminio de los jarros, abollándolos, desarmándolos según el golpe grita.

Los canales de televisión, sobre todo los que dicen estar en franca guerra mediática con los que mandan, hacen oídos sordos a los golpes en la cabeza de los mediocres, poniéndose en las filas de los que dicen “Esta todo controlado”. Cambian de tema, como si no les importara lo que dice la cacerola.

Las fotos fueron la mejor prueba, fotos tomadas por el ciudadano común, harto de no ser oído; desde celulares que son las recorren el mundo. Claro… las fotos no tienen el golpeteo ensordecedor que emana la distancia entre la madera y el metal; me queda muy claro que estamos solos; que somos los que sostenemos el corrupto sistema camporista, alienígena y barato, el mismo sistema que acalla todo lo que recibe a escondidas, un fabuloso subsidio.

Acá los grandes patriotas es la gente común.

Acá los que trabajan por un país mejor y son ignorados por esa gente que gana mucha plata, los que mandan, que son pocos y con pensamiento estrecho.

El verdadero poder va desde abajo hacia arriba, acá el que está arriba cree lo contrario, pretende manejar diálogos, escrituras y pensamientos con las filas paramilitares de un ejército sin armas de fuego, creen que el dinero del pueblo son armas contra el pueblo.

El pensamiento único es de pocos, diez mamotretos que se creen que con poca plata manejan a los muchos.

La falta de auto confianza que tiene el pueblo es producto de dar la responsabilidad a los irresponsables, la responsabilidad del pueblo es intransferible, inalienable e incorruptible.

Veo es que comenzó uno solo a gritar, luego fuimos dos ahora somos mil o más; nos falta tiempo, no dinero, tiempo para seguir transmitiendo confianza en nosotros, parar la pelota en el medio de la cancha y pensar que estamos pagando más del cuarenta por ciento de nuestros sueldos en sostener lo insostenible.

Diez años de desgobierno no se arreglan con el aluminio de las cacerolas. Se arreglan con tiempo y tranquilidad. Construyendo otro imaginario de país que no pase por la dádiva, no ayudando a los corruptos, siendo solidarios entre nosotros recuperaremos los laureles que supimos conseguir.

José Luis Senlle

www.jsenlle.blogspot.com.ar