El partido de Mauricio Macri es el favorito en los comicios del domingo
ALEJANDRO REBOSSIO - Buenos Aires - 24/06/2009
Argentina vota el próximo domingo una renovación de su Congreso y uno de los principales campos de batalla será Buenos Aires, el segundo distrito en cantidad de votantes, con 2,5 millones. Y uno de los que libre esa pelea será alguien que no figurará en las papeletas, pero que necesita de una victoria de su partido para aspirar a la presidencia argentina en 2011: Mauricio Macri, el gobernador de la ciudad de Buenos Aires, ex presidente del Boca Juniors y de familia de empresarios. Todas las encuestas anuncian que vencerá su Propuesta Republicana (PRO), el partido conservador aliado al peronismo antikirchnerista que lleva como primera candidata a diputada a Gabriela Michetti, que renunció a su cargo de vicealcaldesa para mudarse al Congreso.
Al que no le va bien en Buenos Aires es al Partido Justicialista (PJ, peronista), que conduce el ex presidente argentino Néstor Kirchner (2003-2007). La capital siempre ha sido reacia al peronismo. Su candidato, el independiente Carlos Heller, figura cuarto en los sondeos. Va detrás del Acuerdo Cívico y Social (ACYS), la alianza del radicalismo y la Coalición Cívica, y del Proyecto Sur, de izquierda moderada. El ACYS lleva como tercera candidata a diputada a Elisa Carrió, que escoltó a Cristina Fernández en las elecciones de 2007 y que siempre mantiene aspiraciones de llegar a la Casa Rosada. Una derrota el domingo puede dejarla fuera de la carrera frente a otros presidenciables del ACYS: el vicepresidente de Argentina, el ex radical Julio Cobos, y el gobernador de la provincia de Santa Fe, el socialista Hermes Binner. La candidata de Macri, Michetti, va en silla de ruedas y despliega una imagen y un discurso de política nueva y buscadora de consensos, algo que numerosos porteños ansían después de la crisis argentina de 2001 y 2002 y de los Gobiernos de los Kirchner. Las encuestas le dan entre el 31% y el 34% de las intenciones de voto, más de 10 puntos por encima de su siguiente competidor.
Michetti vaticinó en la campaña que Macri será presidente de Argentina en 2011. Ayer, en una inauguración de un túnel que demoró más de dos años en construirse, EL PAÍS preguntó a Macri si una victoria de su candidata fortalecería sus aspiraciones presidenciales. "Estamos trabajando para un proyecto nacional", respondió.
El Código Electoral argentino prohíbe que siete días antes de las elecciones los funcionarios participen en "los actos de inauguración de obras públicas", pero ni a Macri ni a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, les importa. El alcalde aprovechó el acto para explicar sus medidas para aligerar el tráfico, criticó a Kirchner y pidió "apoyo" el domingo a favor de un "cambio en la relación con la gente".
Dado su pasado como dirigente del fútbol y como ejecutivo del grupo empresarial de su padre, y su presente como político liberal, EL PAÍS preguntó a Macri en qué se parece y en qué se diferencia del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi. "A mí me faltan las chicas de 18 años", comentó.
Economía y matrimonio gay
La noche anterior, Macri había bailado y cantado una canción de Queen en el programa de televisión Gran cuñado, por el que han desfilado los candidatos de los dos peronismos. El alcalde porteño fue uno de los pocos que abrió en esta campaña un debate sobre el papel del Estado en la economía: propuso volver a privatizar Aerolíneas Argentinas y el sistema de pensiones, después de las reestatalizaciones de la compañía de Marsans y de las gestoras de BBVA y otras competidoras impulsadas por Fernández el año pasado.
Kirchner, candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires (que rodea a la capital), respondió que Macri quería retornar al modelo neoliberal que había implantado el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999). En el ACYS, Prat-Gay, ex economista de JP Morgan y ex presidente del Banco Central argentino, sostuvo que ahora ya no vale la pena reprivatizar Aerolíneas sino gestionarla mejor para que no siga generando pérdidas millonarias.
Otro tema polémico fue el matrimonio gay. La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans encuestó a los candidatos y sólo la macrista Michetti y Prat-Gay se manifestaron en contra de un proyecto que lo legalice. Más tarde, un portavoz del ACYS rectificó su opinión.
Carrió y otros dirigentes del ACYS han advertido de que, después de las elecciones, el peronismo se reunificará detrás de un candidato presidencial para 2011, ya sea el kirchnerista Daniel Scioli, el disidente Carlos Reutemann o Macri.
De hecho, Scioli llamó a una reconciliación del PJ, después de seis años de divisiones. "Hay más chances [posibilidades] de que me haga de River [Plate, el club argentino rival de Boca] a que me siente con Kirchner después del 28", respondió Macri. Su aliado, el peronista disidente Francisco de Narváez, principal rival de Kirchner en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, agregó que hay un pacto entre el ex presidente y Carrió para evitar su victoria.
Las piedras en el camino de Macri
Mauricio Macri admite que no ha podido cumplir con sus promesas de mejorar la seguridad ciudadana ni extender el metro, pero aclara que ha sido por culpa del Gobierno de Cristina Fernández, que le bloqueó los recursos de la Policía Federal y del transporte público. No obstante, el alcalde logró agilizar el tránsito de los autobuses, fortaleció los controles de alcoholemia, creó la licencia de conducir por puntos y está armando una fuerza de seguridad porteña, que no estará bajo control parlamentario y admitirá policías sin instrucción secundaria.
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