lunes, 27 de agosto de 2012

EL VERBO, LAS TINIEBLAS Y EL TRABAJO.


EL VERBO

El todo es vibración, luz, calor, sonido, electricidad, magnetismo, todo se resuelve en ondas de mayor o menor magnitud y amplitud; lo mismo sucede con el dominio más sutil del pensamiento, de la voluntad, de la imaginación y de la vida.

Una objetividad, independiente del cerebro y su función es la luz intelectual, cuya conquista se persigue nutriéndose con alimentos orgánicos e inorgánicos. Los orgánicos son los que se ingieren por vía gustativa y los inorgánicos se ingieren por los otros sentidos.

Nuestro órgano pensante es como una lámpara incandescente que se ilumina con más o menor intensidad, según la corriente que pase por él. Como en todas partes, la función es creadora del órgano.

La evolución cerebral es progresiva y se inicia bajo el nombre de Logos que significa Palabra, Razón, Verbo, y se refiere a la luz intelectual increada anterior a todas las cosas.

El evangelio de San Juan comienza:

“Al principio era el verbo y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios, luz y vida; la luz lució en tinieblas; pero las tinieblas no la comprendieron”.

Diviniza la inteligencia que ilumina y aclara el caos de las tinieblas. La vida iluminada tiene como sentido la construcción, y ésta que no puede ejecutarse ciegamente.

¿De dónde sacan los iluminados el fuego ardiente para iluminarnos?

De la observación perseverante, utilizando métodos de estudio, una larga experiencia y profundas meditaciones; la superioridad lumínica se basa sobre el afinamiento de las facultades pensantes. Lo que es precioso no muere y subsiste, como en estado latente, hasta el día en que se ofrecen posibilidades de manifestarse.

LAS TINIEBLAS

Cuando alguien cree poseer el Verbo se transforma en dios, ese dios es la palabra y la razón; ese alguien iluminado por los aplausos, vanidades y soberbia, transforma a Dios en lo contrario.

Cuando la luz no se encuentra dentro, se pretende encontrarla afuera, la persona se convierte en tinieblas creyendo ser Dios y de ahí sobreviene el error. Cabalgar en el error es comenzar a cometer una serie de errores, los cuales, pasado el tiempo, se tornarán imparables. La salida al desbarranque errático es introyectarse para buscar luz en su interior.

Argentina y me animo a decir, latino américa toda, se encuentra en éste momento en un manto de tinieblas porque sus dirigentes no han sabido introyectarse para buscar su luz interior y han comprendido que la simbiosis con el que se encuentra en tinieblas es menos trabajoso, más cómodo y rápido en el manejo de todos los que se encuentran a su mando; todo éste cúmulo de seres humanos es llamado masa por los sociólogos.

No hace falta ser iluminado para dirigir una masa, pero si una parte de la masa se ilumina, deja de serlo, de modo tal que no obedecerá al dios.

EL TRABAJO

El trabajo consiste en no iluminar a la masa, el trabajo consiste en iluminar el camino, parte de la masa vislumbrará el sendero; y es esa pequeña parte de masa iluminada, quien cambiará la historia de los que quieren no ser masificados.

El trabajo es seguir caminando como cristo hacia el calvario con la cruz a cuestas, las historias se repiten, enseñando, cultivando, iluminando.

El trabajo es duro, denigrante, pesado y aparentemente sin esperanza; el trabajo consiste en juntarse, dialogar, pautar, estudiar, observar y pacificar.

A fin de diagramar, entre todo un país, con luces interiores y con menos tinieblas.

José Luis Senlle

www.jsenlle.blogspot.com

No hay comentarios: