Cuando comencé a analizar y realizar la política de
estado (pues no hace falta ser candidato para hacer política de estado para
ello), me di cuenta que había que estudiar los acontecimientos lejanos y
cercanos de la historia para poder comprender de donde veníamos, que hacemos y hacia
dónde vamos.
No tardé mucho tiempo en darme cuenta que la
historia y los acontecimientos son cíclicos, como si los hubiese dictado el
mismo Hermes Trismegisto.
Estudiando historia de la humanidad, me di cuenta
que todo es un bucle que comienza y termina en un mismo lugar.
Con éste gobierno comprendí que es lo que dijo el
General Perón, en la plaza de mayo, donde los montoneros se retiraron y se volvieron
en contra del líder. Es en el hoy que sufrimos las consecuencias.
El divorcio de los argentinos se da por diferencias
de generación, por la falta de educación y por rebeldía de los menores que
quieren ser mayores en saber y en experiencia.
Los menores no saben que es el comunismo, ni el fascismo,
ni el socialismo, ni el peronismo, ni el radicalismo, ni el conservadurismo, ni
el liberalismo; y pretenden llevarse al mundo por delante, gracias a una “líder” de masas que tampoco
entiende que la época ya pasó.
La política es el arte de artes, la ciencia de
ciencias, es enjabonarse la mente para
conseguir lo que el pueblo necesita y nunca lo que uno quiere. La política es
el arte de ser empático pero, profundamente, desde dentro; el que no lo
entiende así, que deje de hacer lo que hace y se ponga a estudiar para
comprender a sus semejantes.
Cada uno hace política en su profesión, en su
trabajo, en sus estados de ánimo, en lo que escribe en las redes sociales, el
silencio y la apatía no son buenas para que un país salga adelante y avance hacia
el futuro.
Tardar catorce años en rearmar un partido político y
dejar que el contrario cometa errores no es política, es el desquicio para los
contrarios.
En política, como en la vida, se ama al otro o no se
es. El entrar a hacer política para llenarse los bolsillos es no vivir en paz,
no poder dormir en paz, no descansar, es vivir en peligro que la sociedad lo
demande; es un acto de corrupción que desestima la historia.
América Latina se independizó bajo el lema de
libertad, igualdad y fraternidad. Hasta que volvieron los imberbes e hicieron
todo lo contrario, convenciendo a los ignorantes que estaba bien hecho.
La sociedad debe meterse en política, es su
obligación, pensando en el conjunto; sino, no sirve para nada.
José Luis Senlle.
www.jsenlle.blogspot.com.ar
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