Cuando la política
es dominada por ignorantes, ya sea, en política, diplomacia, como
así en cultura y educación; deja de ser política para pasa a ser
una mezcla coloidal oscura y cuajada tipo leche cortada.
Ofenden los
mandatarios cuando no tienen ministros que superen en cultura y
educación a sus gobernados.
La política no se
hace, la política se hace y nunca basada en prueba y error, la
política es una ciencia y me atrevería a decir que es una ciencia
exacta.
Cuando se maneja a
suerte y verdad, la ciencia se tira por la ventana y comienza a ser
un juego que no corresponde a una ciencia.
Los que hacen
política, verdaderamente no la hacen porque dependen de la “suerte”
que estadisticamente no existe en las ciencias.
Todo tiene un por
qué, una forma, un cuando, un cómo, un para qué, un con quien, una
finalidad y un tiempo.
La política tiene
un método y una finalidad, como ya dije es una ciencia metodológica
donde hay libros escritos sobre la metodología de una ciencia.
La ciencia política
es una aplicación formal y escrita que no admite improvisaciones.
Cuando un gobierno
asume, debe tener la inteligencia de rodearse de los mejores, incluso
mejores que el gobernante mismo, de ésta manera los ministros pueden
asesorar al gobernante.
Cuando el gobernante
pretende ser el mejor dentro de los suyos, lo que hace es comandar un
sequito de ignorantes para no mejora absolutamente nada, se apodera
de los súbditos y dirije con un solo cerebro, no admite discusiones
y se transforma en un simple fanático.
El fanático no
conoce ni ve el debe y el haber, no conoce el transporte ni ejemplos
y de echo no conoce la ciencia.
Cuando un político
no se prepara para gobernar, lo único que hace es tirar la ciencia
por la ventana y regirse con movimientos instintuales.
Un verdadero
político no necesita de halagadores que le acaricien las espaldas,
esos personajes son lo peor dentro de la política porque no son
fieles a ningún plan estratégico; son los ministros que pasan de un
gobierno a otro con el mismo rango sin ninguna convicción.
Hoy, la política
está vilipendiada por meros chupadores de medias que por hombres
probos que entienden lo que deben hacer.
Formar equipos y
trabajarlos no es un equipo de amigos, logran formar simples
sociedades de fomento y se juntan a jugar al truco, al ajedrez o a la
casia robada.
Pongo ejemplos: Los
ministros de cultura, deberían tener titulo de licenciados o
doctores y si se les hace una pregunta sobre su tema, deberían
responderla basándose en literatura escrita.
Los auditores éticos
y morales de un gobierno deberían ser personas sin la más mínima
duda de su curriculun vitae.
Los ministros de
economía lo primero que deben aprender es la economía chica de su
casa, si un ministro de economía no aprende lo chico, menos puede
aprender lo grande y juntarse con maestros de economía en cualquier
parte del mundo.
Todos los
embajadores que nombra un verdadero presidente, deberían tener sus
estudios básicos en las carreras diplomáticas acordes al statu quo
mundial.
Como presidente, me
daría vergüenza mandar a un ministro de economía como embajador en
Estados Unidos o un intendente o un senador a Panamá.
El presidente de un
país serio, cuando asume, ya debería tener planes que solucionen
los problemas en 3 meses los malos resultados de la gestión
anterior, para poder seguir avanzando en lo que verdaderamente es
importante. Si se tarda más, los gobernados se darán cuenta que el
gobernador no sirve de mucho.
Ahora bien, tener
ideas claras de como manejar el poder, no es tarea sencilla, lo que
se requiere es una base de auto conocimiento, el conocerse a si mismo
y, ésto no lo da ningún psicólogo, ningún psiquiatra ni ningún
manejador de imágenes.
El hombre que ha
llegado a la presidencia, ya sea, por suerte o por fortuna, deja de
ser creíble desde el principio y si no termina de solucionar los
problemas importantes dentro del tiempo estipulado, corre riesgo de
terminar catastróficamente su gobierno.
Comprender que los
ministros son como la parrilla costal de la cavidad torácica y de
ellos depende la respiración del gobierno, el mismo se manejará con
estertores, una costilla rota impide respirar normalmente.
José Luis Senlle
www.jsenlle.blogspot.com.ar
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