domingo, 4 de septiembre de 2016

UN CONSEJO



Las relaciones humanas se caracterizan por la incomprensión de cada una de las partes.
Mientras cada una de las partes creen tener su razón, las mismas pelean por hacer pregonar la suya; esto es normal pero para terminar la contienda, cualquiera de las dos partes debe, indefectiblemente,  ponerse en el lugar del otro y preguntarse…
¿Por qué el otro defiende tanto su postura, que haría yo si estuviera en su lugar?
La persona que se hace ésta pregunta, generalmente pierde su postura y el fin de la discusión, cediendo su lugar para poner fin a la disputa, entonces cede terreno al que le pertenece para evitar males mayores.
La persona que cede siempre se cansa y es ahí donde termina la tolerancia.
La tolerancia es una cualidad que permite soportar el peso y las angustias del otro, cuando se acaba la tolerancia se acaban las relaciones y las relaciones entran en guerra, desafíos, disgustos y palabras hirientes.
Los psicópatas son intolerantes, son incapaces de tener empatía por el otro, el complementario o víctima del psicópata es demasiado tolerante a las pretensiones de su psicópata.
Según los autores como el Dr. Hugo Marietan, los psicópatas no son enfermos, no son inteligentes, son astutos; solo estudian personalidades, interpretan lo que el complementario necesita y ellos aparecen de la nada, brindando lo que se necesita pero; el precio que hay que pagar es tan alto que incluye la vida espiritual, emocional y hasta la propia vida carnal.
Cuando un psicópata le dice al otro, que no es ni se siente, psicópata;  solo se mira al espejo porque no entiende lo que dice su espejo interior; esto resulta ser un agravio para la víctima y la victima reacciona como puede, por ende se queda anclada, no tiene por donde salir.
El complementario no tiene salida a la vista y recurre a alguien que la ayude, el psiquiatra.
 A mi parecer aunque vea la salida, es inútil, necesitas ayuda y tu ayuda es el contacto cero.
Si, contacto cero aunque tenga hijos, afectos irreemplazables para el complementario, aunque duela, sentirá que algo tuyo murió en el mismo día que dejó a tu psicópata.
¿Qué sufre un complementario?
La muerte en vida;  deja de salir, leer, escuchar música, abandona a sus allegados, a su familia, a sus amigos y debe dejar a sus hijos.
Increíble no?... Es como el cigarrillo de la mañana, el placer que si necesitas, el alcohol que sebe de vez en cuando.
Lloras, pataleas, rompes cosas y te pegas la cabeza contra la pared preguntándote como cuernos me ocurrió esto a mí.
Respuesta fácil de contestar:
Porque sos buena persona, porque das todo para mantener algo insostenible.
Los buenos somos terreno fértil para los psicópatas, monstros del placer y la lujuria, eres la luz para el sol negro que nunca te iluminó, vives en tinieblas cuando estás a merced de un personaje como éstos, es un vicio que se te metió en la cabeza, es una droga.
Con el contacto cero, sufrirás síndrome de abstinencia, lucha contra el.
Escucharás las sirenas como lo hizo Odiseo, solo tienes que atarte y seguir hacia tu destino final… la felicidad del desapego.
UN CONSEJO.
JOSÉ LUIS SENLLE

2 comentarios:

Patricia Oliva dijo...

Excelente postura. Contacto cero es la estrategia adecuada.

Patricia Oliva dijo...

Excelente postura. El contacto cero es la estrategia adecuada para autopreservarse. Saludos