Luego de la derrota parlamentaria del gobierno, parece que nada ha cambiado: los K contra todos los demás; los agropecuarios contra los k; diputados contra senadores; el poder ejecutivo contra el poder legislativo, y hasta Cristina contra Cobos.
Después de la incoherencia entre las dos cámaras, quedó una sensación de ingobernabilidad y de doble comando.
Quedaron los rumores de corrupción: promesas de cargos, cheques y sobornos: desde Delia, pasando por el senador Saadi hasta el senador Pichetto.
La absurda orden del presidente del Partido Justicialista, “vayan a escrachar a Cobos”, es lamentable desde todos los puntos de vista. “Cobos Traidor”, pone en claro la estupidez del ex presidente, que debería irse a dormir a su casa.
Esta guerra, dejó como saldo: un poder ejecutivo desbastado y dividido, un poder legislativo que no termina de dirimir entre el bien y el mal; un sector agropecuario fuerte y con apoyo popular; un partido justicialista partido en dos y un Kirchnerismo herido, casi comatoso.
Estimados amigos: Hay que reconstituir el poder político usando como esencia nuestra base cultural buscando el consenso, usando la humildad, para lograr una argentina mejor, lucida y coherente.
Dr. José Luis Senlle