
Cuando partimos de la base que todo está perdido, o ganado; solemos quedarnos en el lugar, ya sea de perdedores o de ganadores, razonamiento y actitud por lo general equivocada, porque la construcción se realiza día a día, paso a paso.
Si partimos de una mentira, se cometerán una serie de mentiras que luego cuando queremos revertir la situación es imposible porque la mentira ya formó un precipicio entre los crédulos y la realidad. Es por eso que la frase de nuestro amigo Aristóteles, replicada por Perón “la única verdad es la realidad”, en nuestra época es falaz.
Nada más concluyente que la realidad que estamos viviendo, sin pensar en el futuro, es imposible proyectar y por ende no existe modelo que valga.
Cuando se parte de una mentira, es imposible que todo el mundo la crea, entonces vamos a tener a los especuladores que aprovechan la mentira para mentir.
La mentira es un vicio que crea forzosamente más mentiras para sostener la mentira original; cuando la mentira crece, se transforma en modelo no escrito.
Cuando la mentira es generalizada, acompañada por la verdad de los crédulos y acrecentada por los diarios, la mentira es transformada en verdad; los diarios ya forman parte de la mentira y el modelo no escrito aparece en los periódicos como verdad.
Los que escriben mentiras en los diarios se han creído la mentira y por ende forma parte de su verdad, la verdad mentirosa; los mismos que se enrollan en la mentira quedan enrollados en verdades increíbles.
Esas verdades increíbles, forman parte de mentiras creíbles. Los pueblos pragmáticos como el nuestro, aprovechan esas mentiras creíbles para jugar a favor de su propio interés sin pensar en el futuro inmediato, asegurándose su crecimiento y el de los suyos, sin pensar en el conjunto.
El gobierno hizo bien las cosas, mintiendo y haciendo mentir, sin escribir nada; estafando la buena fe del pueblo.
Llegado éste punto, la oposición, con mentiras donde no caben verdades, no puede hacer nada para sus verdades, ni demostrar que son mentiras y como es lógico cuando las mentiras son más grandes que las verdades, se cree en las mentiras.
No es nuestro tiempo todavía, porque nuestros tiempos no han venido, vendrán, más adelante, cuando la mentira caiga con su propio peso, habrá otra oposición, más limpia, que crea en un futuro de verdades.
JOSÉ LUIS SENLLE
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