viernes, 3 de febrero de 2017

EL CASO DEL ANESTESIÓLOGO



Wolfman

He visto que ciertas profesiones transforman al hombre bueno en malo o directamente nacen malos y se convierten en  mas malos mediante una profesión que les da poder, ya sea un médico o un juez.

Ésta digna profesión, tiene de malo estar cerca de las drogas con la facilidad de llevárselas a su casa y consumir, sabiendo de antemano que es lo que produce en el cuerpo y cuáles son sus efectos a corto, mediano y largo plazo; es por eso que los profesionales de la salud quieren transformarse en malos porque no saben qué hacer con su miserable vida, de hecho, no saben que tienen vida interior, saben de sus obligaciones en la vida exterior y es por eso que buscan el efecto farmacológico de las drogas que le dan a los pacientes.

Cuando un hombre con capacidades de ser bueno se convierte en malo por el uso de estupefacientes, deja de ser hombre para convertirse en animal y como todo animal, carece de razonamiento para discernir, por ende, se defiende de cualquier cosa.

Cuando un hombre-animal de cierta edad, se encuentra solo en su hábitat, sin nada que hacer, busca experiencias nuevas que implicarían responsabilidades ante sí y ante los demás pero; el hombre está solo y, busca con instinto animal, compañía; ya sea perro, gato o persona.

El problema está en la persona que acompaña a un animal vestido de hombre, con apariencia de hombre, con cara de hombre pero, no es hombre por el efecto de drogas o alcohol.
Ésta apariencia de hombre, no le da al malo la potestad de ser persona entonces, decimos que el aparente hombre, está enfermo.

El o la acompañante, no está obligado/a a saber con quién está; si con el Dr. Jekill o Mr. Hyde. Es por eso que digo que la persona que acompaña a un hombre-animal debe ser consciente de donde se mete.

Es evidente que ciertos acompañantes no saben, ni tienen por qué saber, el efecto que produce el hombre-animal sobre sus víctimas.

La educación y la famosa liberación femenina hacen que piensen que por el solo hecho de poseer un título universitario, el hombre es capaz pero resulta que es un wolfman.
El consejo de los padres es fundamental para que esto no pase.

El hombre-animal es un enfermo a rehabilitar y si se da cuenta, en momentos de lucidez que se encuentra enfermo, él solo lo pide.

Nunca te acerques a un depredador, éste animal posee el poder por su sabiduría adquirida, matrícula para matar, dinero para seducir, armas para usar y para qué sirven. Es lo que llamo psicópata químico.

José Luis Senlle

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