ME NIEGO A PENSAR QUE SOMOS UN REBAÑO

Sostengo el papel en blanco, pensando lo que es la vida en nuestro país en estos tiempos y, no puedo imaginarme peor futuro que el que estamos viviendo, cuando en otros tiempos la cosa salía a borbotones, la creatividad salía como el arcoíris sobre un rio, hoy venimos mal.
No estoy ni me siento obligado a nada, pero el sentimiento de apatía que nos gobierna me desespera. Acá cada uno hace su negocito sin ver si perjudica o no a los otros, en realidad, hoy la cosa es te piso y no me importa, total, el pueblo se ve a sí mismo como peldaños de una escalera para subir, Dios sabe adónde, para tener más poder de no sé qué.
Lo que pasa es que acá en Argentina, desciende la cultura y por ende el respeto, porque el que gobierna es un irrespetuoso; cuando la cabeza pierde el control, los órganos se descompensan.
La Sra. Presidente hace la plancha en un puesto que degrada la imagen de un pueblo; ya cansado de ver y tapándose los ojos por vergüenza, le digo al mundo que no somos así, como lo pinto.
Hoy los energúmenos salen, critican, pisotean, molestan, cortan calles, bloquean salidas de periódicos, el “nosotro le paramo, poque nosotro somo pueblo”, están llevando a un país ya sin rumbo a la banca rota.
Los incultos nos gobiernan, mienten, roban, discriminan, asesinan, agreden; juntándose en las esquinas para no dejar trabajar y decidiendo que cosa será candidato por la ciudad de Buenos Aires, sin un plan, proyecto o idea de cómo hacerlo, obvio, nunca han leído ni los chistes de un diario.
Mientras tanto roban en la cara del pueblo y mi pueblo se comporta, cómodamente adormecido, anestesiado, mirando pasivamente lo que pasa, viendo caer su dignidad, sus bolsillos y sus trabajos. Se comportan como rebaño dormido y cuidado por lobos, buitres y serpientes; esperando las próximas elecciones, porque como única candidata es la ignorancia, la indignidad y con la cabeza gacha grita a duras penas, “aguante Cristina”.
Veo un peronismo indeciso, con un entorno desastroso, bailando la danza árabe alrededor de dos candidatos tibios, peleándose en internas abiertas porque son incapaces de dialogar para decidir quién va primero o quien acompaña y me pregunto… ¿Qué cambiará?
Veo a los radicales, mirarse, hacerse guiños, esperando quien extiende la mano primero. ¡Por Dios! No se dan cuenta que faltan seis meses para que el pueblo vote y no hay ofertas.
Propongo pensar, leer, tener la mente abierta, fijarse en el otro, empatía, vocación de servicio, no escalar, no pedir el tan preciado puestito y dejar que los estúpidos se den cuenta que la cosa, así como va, no sirve.
El que vendrá, deberá tomar conciencia que su puesto de privilegio lo elegimos nosotros, pacificarnos, hacer buenas cosas e irse lo más rápidamente a casa, sin robarle a su pueblo; tomar conciencia que será un gobierno de transición y dejar que los jóvenes pensantes y patriotas, las famosas próximas generaciones, se vayan abriendo paso cultivándose para establecerse.
José Luis Senlle.
www.jsenlle.blogspot.com