domingo, 24 de julio de 2011

RESCATAR LA DEMOCRACIA


Las ideologías son ideas basadas en un sistema de enunciados básicos y juicios de valor, provenientes de un movimiento o política social.
Las ideologías suelen constar de un programa y una representación del sistema.
El programa es lo que está escrito, basado en una visión de la realidad, en un preconcepto, en un juicio previo.
Imaginemos que el programa no está escrito, entonces es una idea en el aire, realizada por la persona que pensó como cambiar o revolucionar una situación.
Esa idea no escrita, lanzada al aire, por intermedio de un líder carismático; solo es una idea sin bases ni fundamentos y menos discutida por otros.
Si ese líder carismático, llega al gobierno, con una idea no escrita, que no se pueden discutir sus fundamentos; ya no es un gobierno democrático, es fascismo.
El fascismo es un proyecto, no escrito, que pretende instaurar un corporativismo totalitario, con una economía dirigida y su base intelectual es la sumisión de la razón por parte de un líder carismático a la sociedad, todo esto disfrazado de socialismo de estado.
Ahora bien, me surge una pregunta: ¿Por qué los habitantes de una República como lo debería ser Argentina, nos dejamos convencer por un líder carismático, fuera de época, por un sistema de gobierno que quedó demostrado que nunca sirvió?
Parece que en nuestro país prevalece el pensamiento nostálgico de una época que no fue.
Parece que no sirvieron de nada las experiencias pasadas como los golpes militares, los años 70, las luchas armadas, la guerra sucia y el pensamiento globalizador de los 90.
La democracia existe, discutiendo ideas, sobre papel, con sectores que no corresponden a los mismos partidos; la verdadera democracia existirá cuando haya verdadera independencia de poderes y el congreso funcione libremente.
La verdadera democracia es discusión, disenso y consenso, cuando se vota a un partido y no cuando se vota a un líder carismático; las ideas son partidarias y no individualistas.
Habrá democracia cuando los partidos mayoritarios discutan políticas a realizar y no cuando lancen nombres y hombres con caras bonitas y sonrisas blancas.
Propongo una democracia basada en la escritura y deliberación de ideas escritas, siguiendo un plan de gobierno hablado con anterioridad a las elecciones.
Propongo una democracia basada en la educación, para que el compatriota piense, enseñándole a razonar y a discutir con propiedad.
La verdadera democracia la hacemos con compromiso, siendo fiel a los principios de la constitución y no con viejas ideas ya caducas preglobalizadoras.

José Luis Senlle
www.jsenlle.blogspot.com

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