domingo, 16 de octubre de 2011
LA REPÚBLICA DE "CÓMODO"
Veo en dos fotos colgadas de un retrato de la pared, las caras felices de mis hijos mirándome a los ojos como haciéndome preguntas sobre un libro de metal.
Ellos son los custodios de reacciones y pensamientos que, mirando hacia un futuro, no encuentro que darles; pasado mis cuarenta y cinco años de mi vida, los últimos cuarenta pensando sobre el aquí y ahora, me encuentro con un futuro incierto.
Ellos soportan las enseñanzas de antiguos valores que hoy, no sirven de mucho, pero convencido que en un tiempo volverán, verán que lo que digo no es en vano, que las enseñanzas de antaño, continúan vigentes en libros, que hoy están en la biblioteca, llenos de polvo de olvido, pero abiertos por mí en alguna página que alguna vez, fueron veraces.
Les comunico a mis hijos, que son hijos de la patria, que la misma está destruida por pensamientos del pasado; que por mirar constantemente el espejo retrovisor, nos chocamos con el presente y no vemos el futuro, que está ahí, escasos veinte años.
Sin darse cuenta, nuestros hijos caminan descalzos y dolientes sobre la arena hirviente de un desierto, viviendo un espejismo de un oasis que no existe. Los que armaron éste escenario absurdo, pretenden manejar las mentes imponiendo prejuicios, dogmas y religiones.
No existen los derechos humanos, cuando los humanos sufren hambre y unos pocos sufren sed de justicia.
El gobierno deja de ser justicialista por unos pocos para convertirse en Rosista, pregonando federalismo y actuando como unitario; hemos vuelto a ésa época, hemos retrocedido doscientos años solamente para tener un caudillo, no hemos crecido, ni siquiera a los golpes.
Una sociedad inmadura deja que sus hijos vivan a la vera de un lago que ni siquiera es artificial como el de un espejismo que cuando desaparezcan las visiones y los dogmatismos se encontrarán con sed y hambre.
Les digo a los hijos de la patria que esto, lo que vivimos actualmente, no es lo que querían un país grande, no es lo que quería Rosas y menos lo que pretendía San Martin, Belgrano, Moreno, Irigoyen, mucho menos Perón.
Hoy, vivimos en la República de Cómodo, hijo de Marco Aurelio; mareado por el falso amor de su pueblo falsamente populista convertido en despótico y tirano, dándole de comer a su pueblo el circo de los gladiadores. Alejado de las concepciones filosóficas de su padre, transforma a Roma en lo peor de su historia.
Hijos de mi patria: Esto no es justicia, menos el justicialismo que pregonaban algunos en viejas épocas, el mundo ha cambiado y seguirá cambiando, obviamente para bien, globalizado; no hay vueltas atrás y el populismo reinante en nuestra pretendida República es tan antigua como la de “Cómodo”.
Los verdaderos derechos humanos están en el estomago de la gente, para nutrir los cerebros de nuestros hermanos y tomar conciencia es difícil teniendo déficit de proteínas, eso lo saben; todo es política y la misma no es Cómoda.
José Luis Senlle
www.jsenlle.blogspot.com
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2 comentarios:
Me quedo con una frase de su comentario "... no hemos crecido ni siquiera a los golpes..." ahí está el centro de la problemática, nunca vamos a ningún lado, siempre mirando para atrás y criticando lo malo, habrá alguien que cuando mire hacia atrás, muy atrás, pueda ver lo bueno que teníamos y lo bueno que podríamos empezar a hacer, sino comenzamos ahora cuando? Como ud dijo la República de Cómodo, él vivía en una irrealidad, como no obtenía lo que quería, lo conseguía de otra forma, como hacen ahora.Soy una persona de principios heredados, más los cultivados me pone en una posición difícil para congeniar con la sociedad de ahora, que carece la mayoría, por eso en mi biblioteca no existen libros empolvados. Excelente su escritura, sin fisuras, tiene una una visión absoluta de la realidad y sabe plasmarla muy bien.
Gracias, Alejandra.
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