La ciudad, sitiada por los corsos, pretende ser un espacio seguro para las relaciones interhumanas; de madrugada ya, me llama poderosamente la atención los grupos de gente reunida o caminando por las calles, pero con una particularidad llamativa; las chicas, reunidas en grupos de tres a seis, con minifaldas muy cortas y mostrando los atributos femeninos como diciendo… Hey… acá estoy.
Los muchachos, en cambio, reunidos en grupos de seis o más, desarreglados con jeans que se caen de la cintura, mostrando la ropa interior, una remera rota o sucia, despeinados en el mejor de los casos, como mostrando rebeldías ocultas de la vida privada; alrededor de esa junta nunca falta la famosa y bien ponderada botella de cerveza para compartir del pico, pasada de mano en mano, se acaba enseguida; es por eso que la horda se junta en la vereda del proveedor del kiosco de la esquina. Llegado a los diez envases vacios, lo mejor que puede pasar es un grito de “aguante Cristina”.
Estaré volviéndome viejo, pero hace veinte años, la sociedad era otra cosa; el motor de la sociedad en mi época era pura y exclusivamente sexual. No se tomaba alcohol porque salía muy caro y disminuía el rendimiento sexual si nos tocaba algo en gracia, siempre estábamos pendientes si algo pasaba con el sexo opuesto.
El bullicioso ruido de las cadenas nacionales, los tiros de armas de fuego de la PlayStation, la birra toda baboseada por los amigos y los grandes éxitos de los wachiturros van destruyendo las ya jugadas mentes de los jóvenes; el “che, loco aguante Cristina, fiera… tirá un pesito pa la birra” va carcomiendo la sociedad en su más íntimo de los proyectos.
Así como en los setentas era el Criadores con Cola y los cigarrillos de marihuana, cuarenta años después, hemos descendido en la escala zoológica con birra y paco. Las chicas seguirán estando solas, esperando que los muchachos dejen de tomar porquerías y se pongan a pensar que quieren de sus vidas.
La sociedad está sitiada por falta de incentivo, cercada por un tubo de cerveza o un ladrillo de tetra y fumando un porro para olvidar lo que no llego.
Mujeres: cuiden a sus hijas, nuestra sociedad las necesita para despertar de éste mísero letargo provocado por el alcohol y las drogas baratas.
José Luis Senlle.
4 comentarios:
Es mas Jose, antes el objetivo era tomar para pasarla bien y si uno se pasaba la idea era que no se notara.
Hoy la idea es que te emborraches bien, cuanto antes mejor, con lo que sea. Asi podes ver a cierta hora hordas de chicos y chicas en estado lamentable. Algunos durmiendo en esta lamentable orinados y tirados en la acera. No creas que no es algo accidental. Ya lo decia Rodrigo en un tema suyo " Tomo el vino sin soda, asi pega mas..." Ya la idea no es tomar y disfrutar, Solo tomar. El borracho ya no es un efecto secundario, es un objetivo. ¿Que sera de estas generaciones en 10 años? Cuando sean la clase activa del pais...
casi suena tonto decir que es el mejor escenario para gobernar.
Cuanto más parias haya, más fácil es el clientelismo.
La proliferación de "corsos" es un plan perfectamente orquestado para conectar a a los más pequeños con las drogas, o alcohol.
Tengo un empleado que vive en José León Suarez, y me lo cuenta así.
Los padres confiados mandan a sus hijos, en la confianza de que el lugar es "seguro".
Seguro...
Cuando refiero a esto, viene a mi memoria la imagen de "femme fatale" de la pobre Candela...
Su madre promovía en Ella, una adultez prematura, que la llevó a la muerte.
Este es el plan "birra para todos"...
Con muchos velorios, y movileros imbéciles de tv, bebiendo de la sangre abundante de este macabro plan.
¿Que hace 20 años no se tomaba alcohol porque era caro y porque queriamos estar "alertas" por si pegamos una minita para llevar al telo?
¿Que canal estabas mirando hace veinte años atrás?
A mí, que era una rata nacida y criada en el seno de una familia de clase media-baja de trabajadores, nunca me resultó prohibitivo el precio del alcohol.
A veces alcanzaba para el Chandón en el boliche y, cuando no, un Mumm o una sidra Real. A veces, hacíamos una vaquita con los pibes y comprábamos una "jarra loca" que no era otra cosa que un rejunte de destilados berretas de la mas diversa laya servido en una frappera de plástico con varias pajitas.
Antes era el boliche "careta" que pasaba música de Erasure o de Depeche Mode. Hoy, es la bailanta en la que se escucha reggaeton o Wachiturros o el boliche de Palermo o Las Cañitas que pasa...¡lo mismo!!!.
La birra en la esquina con los amigos existe, en mis 39 años, desde que tengo uso de razón.
Jamás conocí a un pendejo de 18-19 años que no chupara preocupado porque no se le pare si llegaba a pegar alguna minita para llevar al telo o para pasar al asiento trasero del 128.
La sexualidad siempre fue un motor. No solo hace 20 años atras, solo que en ese entonces para lograr llevarte a una mina a la cama tenias que chamuyarla, seducirla, decirle frases ingeniosas, invitarla a tomar algo, etc., etc., etc.. Hoy, si hay ganas se coge y da lo mismo quien tome la iniciativa. Da lo mismo que sea el varón o la mujer. Y que se coge, se coge: la prueba mas patente está en la cantidad de pibas adolescentes (y muchos casos, pre-adolescentes) embarazadas y/o con chicos de la mano que se pueden ver con solo caminar cinco minutos por la calle.
¿Falta de cuidado y de educación sexual?. Muy probable.
¿Que practicamente desapareció la reprobación social, ese anticonceptivo omnipresente hace años atras, al embarazo adolescente y que, de algun modo es directa o indirectamente alentado por el mismo Estado, via asignaciones y subsidios varios? Casi no tengo dudas.
¿Que los pibes no tienen sexo por estar mamados o "puestos" a pesar de las minas que se les regalan? Volvé a mirar a tu alrededor o salí de la burbuja, esto dicho con la mejor de las ondas.
¿La sociedad era otra cosa? Tenes razón.
¿Mejor?. En algunas cuestiones. No en todas. Es mi humilde opinión.
(continua)
Lo que describís en tu post, los grupos de pibas en exhibición y los flacos "en otra", pidiendo "un peso pa' la birra y gritando loas a Cristina, es algo mas bien relacionado al sector de la sociedad marginal y pauperizada.
A ellos les alcanza solo para el tetra, la Manaos cola y el fernet Vittone (aunque también es frecuente verlos con bebidas de calidad).
Las pendejas toman, fuman y se drogan a la par de los hombres. Y esto le cabe a todas las clases sociales. En las mas acomodadas tal vez puedan "caretearla" un poco mejor. En las mas desfavorecidas, el exhibicionismo no es un problema y la sexualidad tiene caracteristas mas propias de las conductas de apareamiento animal que del encuentro de dos seres racionales, por eso no les preocupa estar paqueados o chupados: saben que tienen a la minita cuando se les ocurre. Se manejan con otros códigos. Se ven cada vez mas, sencillamente porque cada vez son mas, sin olvidarnos que muchos pibes, aun teniendo la posibilidad de moverse "por arriba", prefieren asimilarse a "los de abajo" que, como dije un par de lineas arriba, cada vez son mas y dentro de no mucho tiempo, serán mayoria. Mientras tanto, los que describis, son los miembros de un sector de la sociedad que existia también hace veinte años atras y que es tan incomparable con la clase mas acomodada como lo era entonces.
Por todo esto es que me parece un tanto elitista el contenido de tu post, además de estar alejado de la realidad en algunos pasajes.
(continuación del comentario anterior)
Ponés en el lugar de "regla" aquello que, aunque cada vez menos, continua siendo una excepción.
No olvidemos aquello que cantaba Soda Stereo en los '80:
"Lo que para arriba es excéntrico, para abajo, es ridiulez".
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