Todavía no entiendo cómo puede ser que a un hombre
de 16 años se lo llame niño o chico, todavía no entiendo como una sociedad que
reclama justicia por la desaparición de mujeres de 16 o 17 años con el “Ni una
menos” y, como consecuencia salen los padres por televisión, llorando o con
frialdad a pedir justicia.
Los hijos no son más hijos; a partir de los 13 años o menos, me conjuro al
escribir esto porque he visto por mi profesión a mujeres de 13 años
embarazadas, ocultando a los padres la panza de 8 meses.
Que les pasa a los padres que no hablan, ni siquiera
miran a sus hijos; no ponen reglas, ni ley, ni justicia, ni verdades.
La familia se ha desintegrado, cada uno por su lado,
gracias a una descultura de un proceso que duró 2 generaciones.
Han logrado destruir 14 años de cerebros, quizás,
privilegiados; por cuestiones políticas. Tanto, que ni los hombres y mujeres de
esa edad comprenden que pasó.
La destrucción cerebral fue gradual, primero por la
ideologización o colonización de ideas absurdas de liberación. ¿Liberación de
qué?...
Para lograr la colonización han primero puesto a la
venta barata alcohol en las calles, etapa que dura aproximadamente 2 años para
que el joven hombre comience con las drogas como la marihuana; que según los
colonizadores es más sana que la nicotina; luego, la cocaína a bajo costo (la
primera te la regalan, la segunda te la venden) que, al agotarse los medios
económicos, los hombres se suben al paco.
Destruyendo así a la familia que alguna vez estuvo
organizada. La mala política destruye todo lo que tiene a su paso.
¿Cómo puede ser que, habiendo existido un robo
sistematizado y organizado de la República, los jóvenes de 15 o16 años, no se
den cuenta que han sido conquistados por la corrupción?
¡Hay hombres de 30 años luchando para que vuelva la
época del sistemático robo al país!
¡Mujeres llorando para que vuelva sus hijas a casa!
Inútil es la política mal formada por derechos sin
obligaciones, con jueces garantistas que, gracias a sus ideas, son cómplices de
asesinatos a mujeres, policías y hombres de trabajo.
Inútil es la política realizada por abogados mal
formados por Universidades recién creadas para ideologías que ya son tan
antiguas como la injusticia y les inculcan: “Sos abogado, metete en política”.
Inútil es la política sin moral formada por abogados
que se creen iuspositivistas y no sirven para auto criticarse; sólo se miran el
ombligo, incapaces de levantar la mirada hacia el otro.
Éste tipo de política lo que hace es formar
psicópatas, zombies que sirve para
vampirizar, a una sociedad que pretende
ser correcta y votar lo menos malo.
No… Tus hijos, no son tus hijos; son hijos de un
estado profundamente corrupto y la corrupción es contagiosa, cuantos más
jóvenes sean, mejor.
JOSÉ LUIS SENLLE