En las arenas movedizas de la política, se deben tomar decisiones rápidas, contundentes y con convicciones.
Las técnicas y tácticas de negociaciones deben cuidarse con manos de terciopelo para no herir susceptibilidades; esas tácticas deciden una estrategia de política definida hacia un futuro ya sea cercano o lejano.
Cuando un político, avezado en negociaciones, dilata lo que le conviene, dudo que sea buen político.
Cuando dos grandes, hacen negociaciones, no deben subestimarse. Los dos se colocan a la par, si esto no sucede, se dilatan tiempos.
Si dos que negocian hacia un mismo fin, dilatan las decisiones; me surge una pregunta:
¿Qué tiempo tiene la gente para evaluar otros modelos?
Para poder ponerle fin a éste llamado “modelo” de hambre, subsidios, de dependencia y de miedo, se necesitan hombres firmes e ideas claras, sino lamentablemente seguiremos dándole al pueblo la característica a nómica de pedir en vez de exigir y de suplicar en vez de elegir.
CASELLI PRESIDENTE.
EDUARDO DEBE DECIDIR.
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sábado, 12 de marzo de 2011
viernes, 25 de febrero de 2011
DON JOSÉ DE SAN MARTIN. En su 233° aniversario de su natalicio.
José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778, en Yapeyú, una ex misión jesuítica situada a orillas del río Uruguay en la Gobernación de las Misiones Guaraníes del Virreina ...to del Río de la Plata, en la actual Provincia de Corrientes, Argentina.
Su padre, Juan de San Martín, hijo de Andrés de San Martín e Isidora Gómez, había nacido en la villa de Cervatos de la Cueza, en la Provincia de Palencia (antiguo reino de León, España), y era Teniente gobernador del departamento. Sirvió como militar a la Corona española y fue el primer teniente gobernador de la Gobernación de las Misiones Guaraníes con sede en Yapeyú, creada para administrar las treinta misiones jesuíticas guaraníes, luego de que la orden fuera expulsada de América por el rey Carlos III en 1767.
Su madre, Gregoria Matorras del Ser, hija de Domingo Matorras y María del Ser. Gregoria Matorras, también había nacido en la Provincia de Palencia, España, concretamente en Paredes de Nava. Era prima hermana de Jerónimo Matorras, Gobernador y Capitán General del Tucumán.
A los siete años viajó a España, donde cursó sus estudios para ingresar posteriormente en el ejército. Combatió en el norte de África y luego contra la dominación napoleónica de España, participando en las batallas de Bailén y La Albuera.
Con 34 años, en 1812, habiendo alcanzado el grado de Teniente Coronel, y tras una escala en Londres, partió a Buenos Aires, en donde se le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo (que hoy lleva su nombre), el cual logró el triunfo en el Combate de San Lorenzo.
Más tarde se le encomendó la jefatura del Ejército del Norte, en reemplazo del General Manuel Belgrano. Entonces puso en práctica su plan de emancipación sudamericana, comprendiendo que el triunfo patriota sólo se consolidaría al eliminar los núcleos realistas en el continente.
Nombrado gobernador de Cuyo, con sede en la ciudad de Mendoza, y tras organizar al Ejército de los Andes, cruzó con el ejército la Cordillera de los Andes y lideró la liberación de Chile.
Derrotó a los españoles en la batalla de Chacabuco, y ocupó la capital chilena, Santiago. En 1818, gracias a su decisiva victoria en Maipú, se estableció un gobierno nacional en Chile, rechazando la Presidencia en favor de su Teniente, el chileno General Bernardo O´Higgins.
Luego, con el apoyo de Pueyrredon y O’Higgins, San Martín organizó una expedición para liberar a Perú del dominio español.
El 20 de agosto de1820 partió Valparaíso hacia el Perú. La expedición estaba constituida por alrededor de 4.500 hombres, pertenecientes al Ejército Libertador de los Andes y al Ejército de Chile, de los cuales 1.600 eran marinos. Se embarcaron en ocho navíos de guerra y dieciséis transportes. No se puede especificar a ciencia cierta cuantos soldados argentinos y cuantos chilenos conformaban la expedición y que número prevaleció pero la mayor parte de los oficiales eran argentinos y los jefes navales de orígenes varios, siendo de destacar los británicos entre quienes se encontraba Cochrane, franceses como Hipólito Bouchard y argentinos como Manuel Blanco Encalada.
El 8 de septiembre de 1820, el ejército al mando de San Martín desembarcó en la playa de Paracas, cerca del puerto de Pisco haciendo retroceder al ejército realista, que se repliega a la zona de Sierra.
Mas tarde derrota al ejército español, ocupa Lima, y reúne al Cabildo Abierto el 15 de julio de 1821.
El día 28 San Martín declara la independencia y es nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar. Ese mismo año fundó la Biblioteca Nacional del Perú a la cual donó su colección personal de libros y creó la Orden del Sol, actualmente llamada Orden El Sol del Perú. Gobierna el Perú desde el 3 de agosto de 1821 hasta el 20 de septiembre de 1822.
Durante su protectorado recibe una carta del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, para la campaña en Ecuador en el que reclama al batallón Numancia, unidad formada en Venezuela en 1813 y enviada al Perú en 1816 por Pablo Morillo, compuesta de venezolanos y neogranadinos que deseaban volver a Colombia.
San Martín se niega a perder la excelente unidad y en su lugar envía la división de Andrés de Santa Cruz, en su mayoría compuesta por tropas inexpertas, que participan en las batallas de Riobamba y Pichincha.
Entre los días 26 y 27 de julio de 1822 se realiza la Entrevista de Guayaquil, donde se reúne con Bolívar, teniendo como tema central la liberación del Perú, principal baluarte realista en Sudamérica. En esa entrevista decide ceder a Bolívar la iniciativa y conducción de la campaña libertadora.
Poco después se retira de todos los cargos y regresa a su país.
En 1824 San Martín se fue a Europa, donde se quedó hasta su muerte en Boulogne Sur Mer, Francia, un 17 de agosto de 1850.
Junto con Bolívar es considerado el libertador más importante de Sudamérica de la colonización española. En la Argentina se lo reconoce como uno de los “Padres de la Patria” y se lo considera el principal héroe y prócer nacional.
En el Perú, se lo reconoce como libertador de aquel país, con los títulos de «Fundador de la Libertad del Perú», «Fundador de la República» y «Generalísimo de las Armas».
En Chile su ejército le reconoce el grado de capitán general.
domingo, 20 de febrero de 2011
La inequidad del sistema redistributivo argentino POLÍTICA CENTRAL DE UN GOBIERNO “NACIONAL Y POPULAR” por Nidia G. Osimani
Suele cuestionarse la regresividad de nuestro sistema tributario argumentando que al sustentarse en los impuestos al consumo —tales como el Impuesto al Valor Agregado— siempre terminan pagando más en concepto de cargas fiscales los que menos tienen. Y esto es real. Mientras actividades tan lucrativas como la pesca, la minería, la petrolera, el sector financiero, por ejemplo, gozan de demasiados privilegios, nadie se salva, ni aún un desocupado o homeless de pagar el IVA por lo que sea que compre, por más básico y de primerísima necesidad que sea el producto o servicio.
Asimismo, si a esta característica esencial del régimen tributario nacional se le aplica un modelo de inequidad superlativa falsificando indicadores oficiales, vulnerando el sistema legislativo, apelando a discursos falaces para tapar la falta de políticas en materia económica, monetaria y fiscal, trampeando en la exposición de las cuentas públicas, y tantos otros mecanismos tendientes a simular los efectos de una administración que de transparente no tiene nada, resulta indudable que lo que se está haciendo es ahondar muchísimo más su regresividad en detrimento de la clase social que sí produce realmente para el país.
Mientras la clase media en general no elude ni evade sus obligaciones fiscales —como sí suelen hacerlo corporaciones que jamás resultan tan perseguidas por incumplimiento— y en muchos casos hasta terminan “arreglando” sus deudas mediante canjes de publicidad oficial, por ejemplo, como el acuerdo sellado hace poco tiempo con la Administración Federal de Ingresos Públicos, hay una “clase especial” de ciudadanos que de manera más directa, viven a expensas de esta clase media productiva.
Esta “clase especial” que en general no estudia ni trabaja, porque este Estado intervencionistamente dictatorial no se ocupa de inculcarle estos valores, se hacina en villas de la Ciudad de Buenos Aires o en el conurbano bonaerense, tiene varios hijos por los que cobra rigurosamente la Asignación Universal, más los Planes Trabajar por los cuales obviamente no trabaja, distribuidos entre diferentes miembros del grupo familiar: padre, madre, abuelos maternos y abuelos paternos, haciendo un mínimo de 6 planes en total que se suman a lo anterior, resultando la sanguijuela de la clase media, porque la de poder adquisitivo alto tiene sus otros recursos.
Pero toda la responsabilidad recae necesariamente en la falta de escrúpulos de la clase gobernante que— tal como tantas veces hemos expresado y ahora confirman los nunca tan famosos cables de Wikileaks— en su afán de perpetuarse en el poder, acordó con sindicatos y organizaciones piqueteras subsidios oficiales a cambio de apoyo político. Subsidios que necesariamente deben salir de las arcas fiscales o de las reservas del BCRA, impuesto inflacionario mediante.
Además, hay que agregar que esta “clase especial” ya no es ni siquiera local, porque en ese caso uno lo entendería y hasta colaboraría de buena voluntad. ¿Cómo no entender que cada vez hay más compatriotas que mueren por desnutrición, quedan sin trabajo o que las ciudades se han plagado de personas durmiendo en sus calles?
Es que el escenario cambia cuando uno advierte que esa “clase especial” se compone de una gran mayoría de extranjeros, personas provenientes de países limítrofes que atraídos por calculadas políticas populistas, no producen nada, sino que gozan de todos los beneficios antes descriptos y hasta los de tipo previsional, sin haber contado jamás con los requisitos que sí se nos exigen a los nativos.
Estas personas extranjeras suelen remitir, además, parte de sus ingresos de manera informal a sus países de origen, a la vez que disponen alegremente de servicios públicos que eroga predominantemente la clase media. Una clase media que no elude porque no cuenta con los recursos como para pagar el asesoramiento de “ingenieros fiscales”, y mayoritariamente no evade porque las administraciones tributarias a ella sí la observan.
Pero acá no termina la cosa, sino que como el tema habitacional está bastante complicado, a esta “clase especial” se le ocurre apoderarse de tierras o propiedades privadas diversas, bajo la mirada complaciente de las autoridades de turno, que los trajeron para usarlos como votantes obligados o fuerza de choque y luego no supieron dónde meterlos, que cada día exigen mas.
Entonces la clase media es la que desembolsa los fondos en concepto de impuestos que luego se traducen en abultadísimos subsidios que les dan a esta “clase especial” que no trabaja ni estudia, vive de Planes Trabajar o Asignación Universal por Hijo y toma terrenos. Para que dejen de ocuparlos, claro. Hasta el nuevo ataque a vaya uno a saber a qué otro blanco.
Pero como la actividad de “okupa” es estresante, el Ministerio de Desarrollo Social se encarga de proveerles comida y alimento que también se financia con las erogaciones en concepto de impuestos que paga la clase media.
Como no podría ser de otro modo, no siendo estos terrenos o propiedades privadas de su propiedad (valga la redundancia), estas personas de esta “clase especial” sienten que no tienen ninguna obligación de pagar ningún servicio, sino que interpretan que tienen un derecho inalienable a recibirlos de manera gratuita. O se los paga el Estado Nacional, Provincial o Municipal o acuden al recurso de tomarlos por su cuenta, por ejemplo, enganchándose de las instalaciones o bocas de suministro de otras propiedades privadas linderas.
Pero también esta “clase especial” necesita víveres, claro está, para lo cual le han inculcado que tiene el derecho inalienable de recibir bolsones de comida.
Pero si la “clase especial” no recibe los bolsones de comida, supone de manera natural que tiene derecho a saquear los establecimientos comerciales de la zona o de donde sea, y ya que está, se puede llevar electrodomésticos, celulares costosísimos, ropa y calzado de marca, en fin, todo lo necesario para mejorar sustancialmente su calidad de vida. De todos modos, tanto jugar a ser bravos toda vez que el gobierno los llama para actuar como fuerza de presión o de choque, ya aprendieron a poner caras de malo, encapucharse con las remeras, pañuelos o cuanto trapo ande suelto por ahí, blandir palos o fierros e insultar a los gritos para meter miedo a cualquiera, total, “patoteando” en bloque y a cara tapada, ¿quién se les va a animar? Mucho menos si además pertenecen a organizaciones sociales reconocidas oficialmente cuyos líderes los proveen de las armas de manera conveniente y los organizan para cada ataque puntualmente dirigido a la humanidad, bienes o derechos de la clase media.
Esta “clase especial”, de bases también importadas de países limítrofes, cuyos líderes hacen un culto de la violencia y se creen con derecho a todo a partir de que su extrema brutalidad e ignorancia sea explotada por los políticos corruptos de siempre, conforman el universo que la clase media argentina mantiene con su trabajo y pagando sus impuestos.
Pero aquí no termina la inequidad redistributiva como política central del gobierno nacional y popular, sino que las cárceles donde son destinados cuando se pasan de la raya en el delito controlado por el Estado intervencionistamente dictactorial, también se financian con los impuestos que paga mayoritariamente la clase media argentina. Pero como además hoy abundan los jueces garantistas, los miembros de esa “clase especial” recuperan rápidamente su libertad para volver a delinquir, dando la “sensación de inseguridad” que ya se ha cobrado tantas vidas y destruido tantas familias de la clase media y de clases más altas.
Y como no trabajan ni estudian porque tienen los subsidios, para pasar el tiempo suelen adquirir vicios, que la clase media también financia porque los recursos con los que los adquieren forman parte de los mismos subsidios que el Estado les paga tomándolos de los impuestos.
Gracias a (valga nuevamente la redundancia) la corrupta política de la corrupta clase política, esta “clase especial” hace piquetes, corta calles, roba y mata a la misma clase media que con su trabajo e impuestos los mantiene, por decisión de autoridades gubernamentales cuyos referentes se han enriquecido de la manera más irregular y menos comprobable que pueda existir y gozan de total impunidad en tanto jueces con demasiado que ocultar sigan cumpliendo las órdenes de sus extorsionadores.
Finalmente, esta política de inequidad e injusticia a la que el oficialismo gusta definir como la “profundización del modelo”, hace mucho más regresivo el régimen tributario, y por carácter transitivo, torna más retrógrada a la sociedad en su conjunto, embrutece más a las nuevas generaciones inculcándoles el culto a la violencia, a que solo tienen derechos y ninguna obligación, a que no hay nada ni nadie que deba ser respetado, permutando ruines ideologías por altruistas ideales, a perder su identidad como nación y a hundirse cada día más en el mismo lodo de mediocridad en el que siempre han vivido sus ideólogos, personajes que hoy nos quieren vender como próceres, visionarios e incomprendidamente adelantados a su tiempo.
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jueves, 17 de febrero de 2011
LA CLASE POLÍTICA QUE EL PAIS SE MERECE Por Félix Luna, escrito en 1986 Extraído del libro “Fracturas y Continuidades en la Historia Argentina”
Una de las realizaciones más trabajosas y difíciles de un país es la formación de un grupo dirigent ...e. Lo es, porque no existen escuelas ni universidades donde puedan formarse aquellos que van a representar a la comunidad o que van a conducir a sus sectores representativos. Lo es, además, porque la formación de una clase política exige una continuidad en el marco institucional dentro del que van a actuar, y en países como el nuestro eso no se dio muy frecuentemente. Claro que a veces ocurren excepciones: los historiadores no nos hemos podido explicar todavía como apareció en 1810 un grupo de criollos tan lúcido y apto para el manejo de la cosa pública como el que integraban Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Paso, Juan José Castelli, Mariano Sarratea, Gervasio Posadas, Juan Martín de Pueyrredon y otros.
¿De dónde salieron? ¿Cómo fue posible que en la medianía y chatura de la colonia estas personalidades adquirieran toda la perspicacia y sensatez necesarias para llevar a buen puerto la aventura de la emancipación?
El tema me fascina y aunque importe una breve disgresión vale la pena dedicarle un párrafo. Pues es cierto que en el interior de lo que hoy es la Argentina, el ejercicio del poder en los cabildos estaba, desde mucho tiempo atrás, en manos de los descendientes de las viejas cepas de los conquistadores, cuya preeminencia social y económica los habilitaba para desempeñar los cargos capitulares; esta circunstancia explica la rápida trama política que se urdió en las provincias interiores en torno al reconocimiento de la Primera Junta y los acontecimientos ulteriores. Pero esto sucedió en escasa medida en Buenos Aires; más aún, casi ninguno de los protagonistas del movimiento emancipador tuvo actuación pública antes de 1810, y sin embargo formaron un grupo que, con prescindencia de juicios históricos, demostró calidad de dirigentes.
La aparición de una clase política patriota es, reitero, una excepción. De allí en adelante, la Argentina tuvo que hacer el duro aprendizaje de formar dirigentes machacando sobre la experiencia, confrontándola con la realidad, midiendo sueños sobre la medida de las posibilidades de su realización.
Esto sucedió –vamos a otro ejemplo-, alrededor de 1880, cuando la generación del roquismo se planteó con toda claridad sus objetivos y los cumplió en muy razonable medida. Pero esos hombres venían del ejercicio político que arrancaba desde Caseros y se formaron en la familiaridad de los grandes problemas del país; la sutura de la separación entre Buenos Aires y la Confederación, la necesidad de conquistar el desierto, la conveniencia de incorporar inmigraciones a la fuerza productiva argentina y, por sobre todo, la urgencia por construir un Estado nacional. Todos ellos, además, estaban formados dentro de la misma ideología liberal, usaban el mismo lenguaje, venían de orígenes sociales comunes. Pueden criticarse sus fines, pueden enjuiciarse los medios usados; lo que no se puede negar es que los hombres del 80 constituyeron un conjunto dirigente eficaz y moderno.
Algo parecido puede decirse de la generación política que actuó en las décadas de 1920 y 1930. Estos venían de la ley Sáenz Peña, eran su consecuencia directa. Treinta años de vida institucional ininterrumpida les permitieron adquirir un admirable profesionalismo de políticos y administradores. No importa que militaran en el radicalismo, el conservadorismo o el socialismo; aunque sus enfrentamientos fueran bravíos, su discurso, en líneas generales, era idéntico: Mantenimiento de la democracia, mejoramiento de las funciones del Estado, preservación dentro del sistema en el cual la argentina había prosperado. Los socialistas podían insistir en la sanción de leyes obreristas, los radicales podían enfrentar a la causa contra el régimen, los conservadores podían criticar acerbadamente a Yrigoyen, pero todos coincidían en lo fundamental. Y esto es lo que marca la posibilidad de formación de una clase política, es decir, un grupo dirigente que comparte identidades de esencia aunque discrepe en muchos temas.
Es notable señalar esto: en la década de 1930 actuaban tres personalidades políticas muy diferentes y antagónicas, cada una de las cuales era representativa de fuerzas bien localizadas a la derecha, la izquierda y el centro del espectro político. Me refiero a Agustín P. Justo, a Marcelo T. de Alvear y a Lisandro de la Torre, exponentes ejemplares (y vuelvo a repetir que no hago juicios políticos y mucho menos morales) de un ámbito donde no se triunfaba si no se exhibía una larga trayectoria de capacidad en el manipuleo de la cosa política o en el ejercicio de la administración pública.
Todo esto parece haber terminado. Hay un hiato entre las dirigencias históricas de los partidos actuales y las jóvenes generaciones que vienen empujando para encontrar un lugar bajo el sol. De todos modos, ni los dirigentes tradicionales ni los nuevos pueden exhibir los títulos que hasta hace treinta o cuarenta años parecían necesitarse para asumir un rol de conducción. No es culpa de los políticos. Son las interrupciones de la continuidad constitucional las que han traído las inexperiencias, fallas que denunciábamos al comienzo de esta nota.
GRACIAS !!!
ING. JOSÉ COLLO.
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¿De dónde salieron? ¿Cómo fue posible que en la medianía y chatura de la colonia estas personalidades adquirieran toda la perspicacia y sensatez necesarias para llevar a buen puerto la aventura de la emancipación?
El tema me fascina y aunque importe una breve disgresión vale la pena dedicarle un párrafo. Pues es cierto que en el interior de lo que hoy es la Argentina, el ejercicio del poder en los cabildos estaba, desde mucho tiempo atrás, en manos de los descendientes de las viejas cepas de los conquistadores, cuya preeminencia social y económica los habilitaba para desempeñar los cargos capitulares; esta circunstancia explica la rápida trama política que se urdió en las provincias interiores en torno al reconocimiento de la Primera Junta y los acontecimientos ulteriores. Pero esto sucedió en escasa medida en Buenos Aires; más aún, casi ninguno de los protagonistas del movimiento emancipador tuvo actuación pública antes de 1810, y sin embargo formaron un grupo que, con prescindencia de juicios históricos, demostró calidad de dirigentes.
La aparición de una clase política patriota es, reitero, una excepción. De allí en adelante, la Argentina tuvo que hacer el duro aprendizaje de formar dirigentes machacando sobre la experiencia, confrontándola con la realidad, midiendo sueños sobre la medida de las posibilidades de su realización.
Esto sucedió –vamos a otro ejemplo-, alrededor de 1880, cuando la generación del roquismo se planteó con toda claridad sus objetivos y los cumplió en muy razonable medida. Pero esos hombres venían del ejercicio político que arrancaba desde Caseros y se formaron en la familiaridad de los grandes problemas del país; la sutura de la separación entre Buenos Aires y la Confederación, la necesidad de conquistar el desierto, la conveniencia de incorporar inmigraciones a la fuerza productiva argentina y, por sobre todo, la urgencia por construir un Estado nacional. Todos ellos, además, estaban formados dentro de la misma ideología liberal, usaban el mismo lenguaje, venían de orígenes sociales comunes. Pueden criticarse sus fines, pueden enjuiciarse los medios usados; lo que no se puede negar es que los hombres del 80 constituyeron un conjunto dirigente eficaz y moderno.
Algo parecido puede decirse de la generación política que actuó en las décadas de 1920 y 1930. Estos venían de la ley Sáenz Peña, eran su consecuencia directa. Treinta años de vida institucional ininterrumpida les permitieron adquirir un admirable profesionalismo de políticos y administradores. No importa que militaran en el radicalismo, el conservadorismo o el socialismo; aunque sus enfrentamientos fueran bravíos, su discurso, en líneas generales, era idéntico: Mantenimiento de la democracia, mejoramiento de las funciones del Estado, preservación dentro del sistema en el cual la argentina había prosperado. Los socialistas podían insistir en la sanción de leyes obreristas, los radicales podían enfrentar a la causa contra el régimen, los conservadores podían criticar acerbadamente a Yrigoyen, pero todos coincidían en lo fundamental. Y esto es lo que marca la posibilidad de formación de una clase política, es decir, un grupo dirigente que comparte identidades de esencia aunque discrepe en muchos temas.
Es notable señalar esto: en la década de 1930 actuaban tres personalidades políticas muy diferentes y antagónicas, cada una de las cuales era representativa de fuerzas bien localizadas a la derecha, la izquierda y el centro del espectro político. Me refiero a Agustín P. Justo, a Marcelo T. de Alvear y a Lisandro de la Torre, exponentes ejemplares (y vuelvo a repetir que no hago juicios políticos y mucho menos morales) de un ámbito donde no se triunfaba si no se exhibía una larga trayectoria de capacidad en el manipuleo de la cosa política o en el ejercicio de la administración pública.
Todo esto parece haber terminado. Hay un hiato entre las dirigencias históricas de los partidos actuales y las jóvenes generaciones que vienen empujando para encontrar un lugar bajo el sol. De todos modos, ni los dirigentes tradicionales ni los nuevos pueden exhibir los títulos que hasta hace treinta o cuarenta años parecían necesitarse para asumir un rol de conducción. No es culpa de los políticos. Son las interrupciones de la continuidad constitucional las que han traído las inexperiencias, fallas que denunciábamos al comienzo de esta nota.
GRACIAS !!!
ING. JOSÉ COLLO.
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sábado, 12 de febrero de 2011
LA PRIMERA PRIORIDAD
Mi intención no es escribir desde la bronca, ni desde la envidia, ni tampoco de la soberbia.
Pero veo, leo y me quedo observando un poco la realidad de mi país; como si fuera de otro planeta, como si fuera una película de terror pasada en cámara lenta.
Cansado de fumar, le paso por arriba a los cuarenta y siete diarios que leo habitualmente y todos dicen lo mismo, una y otra vez; me voy a los diarios internacionales y nada, no existe una palabra que diga cómo estamos en el mundo, bueno, se nota que no existimos.
Me conecto a Facebook y le pregunto a algunos de los contactos que están en el exterior, si hay noticias de Argentina y me dicen que no hay, acá se habla de Egipto, que cambian de un dictador a otro; de Venezuela, que se divierten con las bravuconadas de un dictador sudaca; o de cualquier otra cosa… pero de Argentina, nada.
¡Quien te conoce! Me gritan… Y bueno. La culpa es mía, por amar a mi patria.
Volviendo a mi patria, ayer se me ocurrió colocar una foto del General Don José de San Martin; el que no lo sepa, que vuelva a la primaria. Uno de mis contactos me contesto: “si es General, no me interesa.” Otro le contesta: “¿Me estás cargando, no sabes quién es?
Mientras se revolvían mis tripas y con ganas de vomitar, ya mareado por las nauseas, me recosté a dormir. Cuando volví, me encontré con un dialogo digno de jardín de infantes, tratando de dilucidar quién era ese buen señor, que tanta fama yo le había hecho.
Así las cosas, continuo con mis diarios y una noticia que me llamó la atención, un juez federal, que el día anterior detuvo para indagatoria a un sindicalista, el único que hasta hoy no tiene causas penales, un hombre de 70 años, amigo y compañero de un ex presidente, lo indaga durante siete horas para preguntarle cómo se llevaba con Eduardo Duhalde. Abajo, en el mismo diario y en la misma página Hugo Moyano, el sindicalista más corrupto de la historia de nuestro país, mostrando una linda mansión de dos millones de dólares. ¡A la pucha! Algunos sí que tienen suerte… y no les pasa nada.
Nunca he visto a mi país sumergido en tamaña corrupción, presidentes, sindicalistas, asesores mediocres, estudios de abogados, diarios, revistas, Canales de televisión, noticieros de radio, todos…
Increíblemente me dicen: “Por favor, no me etiquetes, porque me pueden echar del trabajo”. Y pienso que la autocensura, es la peor de las censuras.
Veo a los argentinos con miedo. Ojo, hay que votar a Cristina, porque si no pierdo el plancito no trabajar. (Aclaro: que es un subsidio para los que no quieren trabajar, así como lo leyó, para los que no quieren trabajar). Se desvirtuó hasta el subsidio por desempleo.
Si supieran mis coterráneos que Cristina está haciendo cada macana con los plancitos que pagamos los que trabajamos. Si supieran que todo lo que se hace es en detrimento de nuestros hijos, no se hablaría tanta pavada.
Ahora bien… quiero arrancar para adelante y veo que es difícil convencer; pero algo es algo, por lo menos yo estoy con ganas de crecer. Tenemos tantas cosas lindas.
Lo primero que haría es reformular toda, pero toda la cuestión educacional, académica y curricular de todos los maestros, docentes, padres y alumnos. Comenzaría por Don José de San Martin, quien fue éste gran señor. Volver a las raíces, que le pasó a Belgrano, como murió Moreno, como se fundó nuestra patria.
Parece ser que la Argentina, no quiere juntarse con los grandes. Ese es mi sueño, juntarme con los grandes y ellos nos guiaran al futuro.
José Luis Senlle
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martes, 8 de febrero de 2011
A LA JUVENTUD ARGENTINA Y A TODOS LOS DIGNOS HIJOS DE LA PATRIA. (Esteban Echeverría 1837)
1.-Los tiranos han sembrado la cizaña y erigido su trono de iniquidad sobre los escombros de la anarquía.
2.-No hay para nosotros ley, ni derechos, ni patria, ni libertad.
3.-Errantes y proscriptos andamos como la prole de Israel en busca de la tierra prometida.
4.-He aquí la herencia que nos ha cabido en suerte: oscuridad, humillación, servidumbre; tal es el patrimonio que nos ha legado la revolución, y el fruto de la sangre y de los sacrificios de nuestros heroicos padres.
5.-Raza de maldición, parecemos destinados por una ley injusta a sufrir el castigo de los crímenes y errores de la generación que nos dio el ser.
6.-Nuestro suplicio es el suplicio de Tántalo: deseamos y no podemos satisfacer, ambicionamos y no podemos realizar: nuestro amor a la libertad es una quimera, nuestros votos por la patria ineficaces.
7.-Estamos en la edad y nos sentimos con fuerza bastante para vestir la toga viril, y la estupidez triunfante nos lo veda: queremos hablar para quejarnos y se nos pone mordaza.
8.-Infantes, al estruendo del cañón vimos en sueño una patria, y despertando adultos, encontramos en lugar suyo un desierto sembrado de cadáveres y ruinas y llameando sobre ellas un pendón ensangrentado y fratricida.
9.-Allí bajo su sombra está sentado el despotismo, mudo y en perpetua adoración de sí mismo, y en rededor suyo chilla y clamorea la ciega muchedumbre como en torno al ídolo de Baal los israelitas ilusos.
10.-"He aquí mi patria, exclama; he aquí el Dios tutelar de los argentinos; llegaos y adoradle; prosternaos humildes al pie de su excelso trono y os colmará de bendiciones; adoradle o seréis malditos; la venganza y la ignominia caerán sobre vosotros."
11.-Así hablan a sus hermanos: "creed o seréis exterminados". El egoísmo encarnado es su Dios y le han formado altar de sus corazones inmundos.
12.-Miserables de vosotros que más estúpidos que las bestias os prosternáis ante el ídolo monstruoso.
13.-Miserables de aquellos que vacilan cuando la tiranía se ceba en las entrañas de la patria.
14.-Miserables de los que, riendo de sus clamores, van a ofrecerlos en holocausto a la inicua ambición de los tiranos.
15.-Para ellos es la ignominia, para ellos la esclavitud, para ellos el oprobio y el inexorable anatema de las generaciones.
16.-Y qué, ¿iremos nosotros? ¿Irán los hijos de los héroes de Mayo y Julio? ¿Irá la generación de los gigantes a unirse al coro de los idólatras perjuros que no tienen más Dios que el egoísmo, más patria que sus mezquinas ambiciones, más idea de la dignidad del hombre que de la dignidad de los brutos?
17.- ¡Qué dirían allá en sus tumbas ignoradas los ilustres mártires de la independencia americana!
18.-Oíd, oíd el grito de ellos: oíd el clamor de su sangre inmaculada.
19.-"Nuestra misión fue daros independencia y dejaros en herencia una patria."
20.-"¿Qué habéis hecho de ella? La habéis puesto en almoneda; la habéis, como a una ramera, vendido y prostituido a los tiranos; la habéis escarnecido a los ojos del mundo; la habéis puesto como algo vil en la lengua de los maldicientes; y ahora que veis ajado su decoro, marchito su frescor y lozanía la desecháis y la repudiáis como a una prostituta".
21.-"Alzaos, alzaos, patriotas argentinos, jóvenes hijos de los padres de la patria, acudid; que nuestras esperanzas no queden burladas."
22.-"¿Dejaréis también en herencia a vuestros hijos oprobio y servidumbre?"
23.-"Romped esas cadenas que os oprimen; uníos con vínculo indisoluble y abrid el santuario de vuestros corazones a la patria que se acoge a vosotros."
24.-"Fraternizad y obrad; no caigáis en el error de vuestros padres. Nosotros nos perdimos porque gritamos libertad, libertad, y no fuimos hermanos; la desunión inutilizó todos nuestros sacrificios."
25.-"Los egoístas ambiciosos la atizaron para recoger el fruto de nuestro sudor, y la patria agoniza en sus impuras manos."
26.-"Los esclavos, o los hombres sometidos al poder absoluto, no tienen patria; porque la patria no se vincula en la tierra natal, sino en el libre ejercicio y pleno goce de los derechos de ciudadano."
27.-"Vosotros no tenéis patria; sólo el ciudadano tiene patria: la ley se la da y la tiranía se la quita. Una turba de esclavos vendió la vuestra, pero no ha podido vender vuestros nobles corazones."
28.-"Alzaos, dignos hijos de los padres de la patria y marchad unidos hacia la conquista de la libertad y de los gloriosos destinos de la Nación Argentina."
29.-"En la unión está la fuerza; el reino dividido perecerá, dijo el Salvador del mundo."
30.-"Asociarse, mancomunar su inteligencia y sus brazos para resistir a la opresión, es el único medio de llegar un día a constituir la patria."
31.-"Uníos y marchad: vuestra misión es grande y tan grande como la nuestra."
32.-"No os arredre el temor, ni os amilanen los peligros: acordaos que vuestros hermanos también están oprimidos. Vuestra libertad y la suya no la recobraréis sino con sangre. Del coraje es el triunfo; del patriotismo el galardón; de la prudencia el acierto."
33.-"Acordaos que la virtud es la acción, y que todo pensamiento que no se realiza, es una quimera indigna del hombre."
34.-"Estad siempre preparados, porque el tiempo de la cruzada de emancipación se acerca. El reino de la verdad no vendrá sino con guerra."
35.-"La que os espera será cruda; pero triunfaréis con la ayuda de Dios y de vuestra constancia y fortaleza."
36.-"Caed mil veces; pero levantaos otras tantas. La libertad, como el gigante de la fábula, recobra en cada caída nuevo espíritu y pujanza: las tempestades la agrandan y el martirio la diviniza."
37.-"La que vosotros conquistéis será la libertad de medio mundo: trabajando por la emancipación de vuestra patria, trabajáis por la emancipación del genio americano."
38.-"La iniciativa os pertenece, como tocó a vuestros padres la iniciativa de la Independencia Americana."
39.-"No, cuando de Oriente a Occidente, del septentrión al mediodía, todos los pueblos del universo se mueven y caminan como impelidos por una fuerza oculta hacia la conquista de su engrandecimiento y bienestar, permanezcáis estacionarios."
40.-"No os echéis a dormir bajo la tienda que vuestros padres levantaron; porque en ella se alberga la tristeza, y la tiranía acecha vuestro reposo."
41.-"El mundo marcha: marchad con él si queréis elevaros a la dignidad de hombres libres."
42.-"Pero, acordaos que para triunfar necesitáis uniros; y que sólo con el concurso armónico de todas vuestras fuerzas, lograréis desempeñar vuestra misión y encaminar vuestra patria al rango de Nación libre, independiente y poderosa."
ESTEBAN ECHEVERRÍA.
www.jsenlle.blogspot.com
martes, 18 de enero de 2011
LOS ORIGENES DE LA MENTIRA
La verdad es un sistema formal; con el sistema formal se pueden realizar teoremas, por ejemplo: uno más uno es dos, o sea que un sistema formal se fundamenta en la realidad y parece reproducirla a la perfección ya que los teoremas son isomorfos (de la misma forma), respecto a las verdades concernientes a esa parte de la realidad. Aclaro que un sistema formal está compuesto de símbolos matemáticos concatenados que pueden ser manipulados mediante reglas específicas. El sistema formal es capaz de representar ciertos aspectos de la realidad.
No obstante, la realidad y los sistemas formales son independientes entre sí y nadie necesita recordar que hay un isomorfismo entre ambos.
¿Es posible transformar la realidad en un sistema formal?
La realidad es un sistema formal complicado en un espacio tridimensional. Las partículas elementales esparcidas en el espacio tienen reglas tipográficas llamadas leyes físicas, las cuales nos dicen cómo proceder dada determinadas posiciones en un momento determinado.
Por lo tanto, los teoremas son configuraciones que asumen las partículas en determinada historia del universo. Según las reglas del sistema formal, un teorema es perfecto si el isomorfismo es perfecto.
Ahora bien, si las reglas de un sistema formal no son isomorfas y como consecuencia el teorema es imperfecto, se observa una postura de la realidad imperfecta. Cuando no se comprende y se aplica una regla no isomorfa, el teorema es incorrecto y la realidad es distorsionada.
Los orígenes de un falso enunciado, son como consecuencia de una aplicación errónea de un sistema formal persistente. Se entra de ésta manera en un espiral descendente por el falso enunciado.
José Luis Senlle
www.jsenlle.blogspot.com
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